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Elbete

La tipología de vivienda de este pequeño lugar responde, en gran parte, a las características constructivas de valle del Baztan. Cronológicamente oscilan entre los siglos XVII y XVIII. Se trata, generalmente, de bloques exentos con fachadas de tres niveles y ático, balcón corrido de madera, muros enlucidos, cubierta a dos aguas y piedra rojiza, característica del valle, en vanos y esquinas.

Responde a esta tipología, la casa número 10, situada detrás de la cabecera parroquial. Como se lee en el dintel de la puerta, se trataba de la antigua escuela de niños. Tiene una fachada organizada en tres niveles. En el inferior se abre una sencilla puerta adintelada. A su izquierda, una ventana recta. En el piso noble, dos ventanas similares con contraventanas de madera. Continúa la simetría en el piso superior, con dos ventanas y un gran balcón de madera que recorre todo el ancho de la fachada. La cubierta a dos aguas descansa sobre un buen alero de madera. Los muros aparecen enlucidos. El sillar solo se utiliza en esquinas y en el enmarque de la portada y de las dos ventanas del piso inferior.

La casa número 4 presenta portada rebajada y dos ventanas rectas, de diferente tamaño, en la parte inferior. En el nivel central tres ventanas adinteladas. La altura superior presenta una ventana en la zona central. La piedra roja del valle se coloca en el zócalo de piedra, en el enmarque de la portada y resto de ventanas, así como en las esquinas. La cubierta es a dos aguas con alar de madera. Un escudo barroco, con las armas del valle, se inscribe en la zona central de la fachada.

A la derecha del frontón, se conserva una gran vivienda. Se trata de un gran bloque que articula su fachada en tres niveles y ático. En la parte inferior, tres puertas adinteladas. Repiten el mismo esquema, pero con ventanas, los pisos central y superior. El ático se remata con una pequeña ventana recta. El sillar aparece en vanos y esquinas. Los muros están enlucidos, dejándose ver el sillarejo que aparece por debajo. La maltrecha cubierta es a dos aguas con alero de madera. El estado de conservación de este noble edificio es deficiente.

Calle abajo se ubica otra vivienda de tipología similar. La diferencia radica en los tres arcos rebajados del nivel central y en el balcón corrido de madera del piso superior. En este último, se abren una puerta rebajada y otras dos rectas. En el piso intermedio, encima de la portada recta, aparece un escudo barroco de piedra con las armas del valle.

El frontón de Elbete se llama Ameztialde. Esta sencilla construcción abierta se integra, a la perfección, con la arquitectura de la localidad. Tiene planta rectangular, con grandes ventanales cuadrados en la zona de la grada. El rebote es abierto y recto, con dos ménsulas de piedra sobre las que descansan dos vigas de madera. La cubierta es a dos aguas. El escudo de la población aparece colocado en el ático.

Detrás de la parroquia, se encuentra otro ejemplo de arquitectura rural como es el antiguo lavadero. Consiste en un sencillo edificio, de planta rectangular, realizado en sillarejo. Entre la fachada principal y el flanco derecho, discurre un zócalo sobre el que se alzan cuatro pilares de madera que dejan a la vista un gran espacio abierto. La cubierta es a cuatro aguas y descansa sobre estos pilares de madera y sobre los otros dos muros laterales. En el interior fluye el agua y se conserva un buen número de pilas de piedra.

En esta zona de la localidad, pero algo más alejado, se sitúa el Palacio de Ascoa. Es un buen ejemplo de palacio barroco del siglo XVIII. De forma cúbica, está construido en piedra de sillería y con una fachada principal con tres niveles separados por imposta lisa. Todos los vanos son rectos y están enmarcados por orejetas. Se suceden, de manera simétrica, en los tres cuerpos. La portada es adintelada y aparece entre dos columnas dóricas, sobre las que se eleva un entablamento mixtilíneo que sirve de apoyo para el balcón de forja del piso central. Sobresale, bajo el balcón, una gran ménsula avenerada. Bajo la ventana central de la tercera altura, se sitúa un ostentoso escudo de piedra. La cubierta del edificio es a cuatro aguas con alero saliente de madera tallada.

Cruzando la carretera, se localizan varias viviendas que responden a las características constructivas mencionadas. Destacan así, las casas Maiesterena y Amorenea. Aquí también se sitúa el Palacio Jarola. De estilo barroco, data del siglo XVII. Se trata de un bloque cúbico construido en sillería roja del valle. Al igual que Ascoa, organiza su fachada en tres niveles separados por imposta lisa. En cada nivel se abren, simétricamente, tres vanos rectos. En el piso central aparecen tres balcones. El central moldurado y con orejetas, sobre el que se eleva un frontón recto abierto, que cobija un escudo con el característico ajedrezado baztanés. A ambos lados, dos pirámides. La ventana central del tercer piso también tiene orejetas. El resto de vanos aparecen moldurados. La portada del palacio es recta y con molduras entre pilastras. Sobre la misma, se adelantan dos columnas dóricas que dan lugar a un entablamento, con triglifos y rombos, que soportan el peso del balcón central. El edificio se remata con una cornisa moldurada que sirve de apoyo para el alero saliente de la cubierta a cuatro vertientes.

  • Parroquia de la Santa Cruz

Situada entre los dos barrios de la localidad, constituye el edificio de mayor presencia arquitectónica. Data del siglo XVI, si bien su proceso constructivo se alargó hasta el siglo XVIII. En 1588, se contrata al cantero de Elizondo, Juan de Garaicoechea y Oiz, para ejecutar las obras. En 1676, será Juan de Muera quien continúe los trabajos. Hacia 1733, el maestro albañil, Fernando de Muzquiz, remata las bóvedas de la nave y el coro. Presenta una tradicional planta de cruz latina, con nave de triple tramo, crucero con pequeñas capillas laterales y cabecera poligonal. Para los tramos de la nave, sobre fajones y cornisa moldurada, se alzan sendas bóvedas de lunetos. En el crucero la bóveda es rebajada y en la cabecera de paños. Los brazos del crucero son de cañón. A los pies, sobre un gran arco se alza el coro. Al exterior se presenta como un robusto conjunto de piedra rojiza en el que sobresale la torre situada a los pies. Como en otras localidades del valle, un procesionario recorre el perímetro de la zona de los pies y del muro de la Epístola. Este pórtico, con cubierta de madera, se apoya en pilares de piedra muy remozados. La casa parroquial se ubica, en esta zona, adosada a la zona de la Epístola. Se trata de una sencilla estructura, de muros enlucidos y entramado de madera, con ventanas adinteladas, cuya cubierta descansa en la torre. La portada parroquial tiene forma de medio punto con dos arquivoltas molduradas que descansan sobre pilastras. Se inscribe entre dos columnas de fuste liso y capitel tosco, sobre las que se sucede un frontón recto entre pirámides con bolas. Una cornisa moldurada, en la que se apoya el tejado, recorre todo el exterior parroquial. La torre rompe la horizontalidad de este compacto conjunto. De planta cuadrada, tiene tres cuerpos separados entre sí por imposta moldurada. El último cuerpo hace la función de campanario con la apertura de cuatro medios puntos. La torre se remata con un chapitel cubierto de pizarra negra.

En el interior, en la zona del Presbiterio, se guarda el retablo mayor nominado a la Santa Cruz. La obra se contrata, en 1590, al maestro escultor Juan de Gazteluzar. De estilo barroco, data de la primera mitad del siglo XVIII. Presenta un banco sobre el que se eleva un doble cuerpo de triple calle, separadas entre sí por columnas salomónicas. El conjunto se remata por medio de un gran ático recto entre aletones. La iconografía religiosa se distribuye por el retablo en forma de relieve. Completan la retablística parroquial las piezas situadas en los muros de la Epístola y el Evangelio. Se trata de las obras dirigidas a San Sebastián y a la Virgen del Rosario. Comparten cronología y estilo con el retablo mayor, así como simetría formal entre ambos. Se estructuran con un banco, sobre el que se iza un cuerpo de triple calle más ático recto con aletones y frontón de triángulo. La iconografía aparece también en relieve.

  • CARO BAROJA, Julio. "Monumentos religiosos de Navarra". Donostia: Sociedad de Estudios Vascos, 1988.
  • CARO BAROJA, Julio. "La casa en Navarra". Pamplona: Caja de Ahorros de Navarra, 1982.
  • GARCIA GAINZA, María Concepción. "Catálogo Monumental de Navarra". Pamplona: Institución Príncipe de Viana, 1989.
  • IGOA MORENO, José María. "Arquitectura popular vasca (Baztan-Bidasoa). Ikerlanak IX". Irun: Luis de Uranzu Kultur Taldea, 2008.
  • PANIAGUA, José Ramón. "Vocabulario básico de arquitectura". Madrid: Cátedra, 1985.
  • URANGA GALDIANO, J.E.; IÑIGUEZ ALMECH, F. "Arte medieval navarro". Pamplona: 1973.
  • VV.AA. "Geografía de Euskal Herria. Volumen IV. Navarra". Zarautz: Gráficas Itxaropena, 1980.
  • Gran Enciclopedia Navarra. [Fecha de consulta: mayo de 2011].

FGN 2011