Pintor vizcaíno, nacido en Bilbao, el 28 de julio de 1911. Muere el 5 de setiembre de 2004 en Madrid.
Pintor contemporáneo, un artista que siempre emplea el óleo en todas sus producciones. Su técnica primero fue académica, luego impresionista, muy influenciado por los franceses, y desde el año 1960 pinta abstracto.
Ha celebrado las siguientes exposiciones:
Colectivas: IV Exposición de Artistas Guipuzcoanos (Bilbao, 1946); Salón de Arte Moderno Vasco (1952); Arte Español de Hoy, Palais des Beaux-Arts (Bruselas, 1961); Bienal de Finlandia (1961); Beethoven Hall (Bonn, 1962); Bienal de Venecia (1962); Tate (Caracas, 1960-61); Oslo, Austria y Viena. Exposición antológica Madrid-Barcelona, Sociedad Española de Amigos del Arte (Madrid, 1961); Trienal de Helsinki ( 1961); Kunstverien (Munich, 1962); Salón de la Academia Der-Bildenden Kunsten de Viena (1952); XX Años de Pintura Española (1962); Ateneo de Madrid (1962); Casa de Santa Teresa (Sevilla, 1962); Museo de San Telmo (Donostia-San Sebastián, 1962); Museo Castrelos (Vigo, 1962); Museo Municipal de Pontevedra, Antiguo Hospital de Santa Cruz de Barcelona, Museo Provincial de las Artes de Zaragoza, Hostal de los Reyes Católicos (Santiago de Compostela), Panorama del Arte Actual Español (Méjico). Todas estas exposiciones celebradas en 1963. Salón de Mayo (VIII Salón) (Barcelona, 1964); Galería de la Main de Fer (Perpignan, 1965); VI Premio de Pintura de Granollers (1965), The Art Gallery of Toronto (Canadá, 1966); II Gran Premio de Pintura Vasca (1966). Desde que en 1966 obtuviera el II Premio de Pintura Vasca en la Bienal de Venecia, su presencia en foros internacionales es activa. Está presente en exposiciones colectivas en la X Bienal de Sao Paulo (Brasil) en 1969, Rutland Gallery (Londres) en 1973, Galería Arteta de Bilbao (1975), III Exposición Aniversario en la Galería Gavar de Madrid (1975), Museo Puskin de Moscú y Leningrado (1978), Expo/Arts 78> en Madrid, FIAC en Gran Palais, París (1978).
Exposiciones personales: Galería Syra (Barcelona, 1945); Sala Arte (Bilbao, 1946); Galerías Vilches (Madrid, 1947); Bilbao, 1949; Galería Witcom (Buenos Aires, 1949); Selecciones Jaime (Barcelona); Galería Sur (Santander, 1962); Galería San Jorge (Madrid, 1962); Galería San Jorge (Madrid, 1960-1961); Galería Illescas (Bilbao, 1962); Andrew-Morris Gallery (Nueva York, 1963); Galería San Jorge (Madrid, 1963-64); Galería René Metras (Barcelona, 1964); Galerías Grises (Bilbao, 1965); Biosca (Madrid, 1966); Grifé & Escoda (Barcelona, 1968), y Sala Decar (1970), de Bilbao.
Le suceden muestras individuales en la Galería Biosca (Madrid) 1971, Galería Gavar de Madrid en la que expone en cinco ocasiones entre 1973 y 1981. Está presente en Arco Madrid en 1982, Galería Santa María de Madrid (1984), Galería Arteta de Bilbao (1985, 1987 y 1988). En 1991 se presenta una muestra antológica de su obra en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. En el catálogo editado para la ocasión José María Iglesia hace una extensa recopilación de posturas de la crítica ante la obra del pintor. Entre otros recoge los siguientes testimonios:
"José Camón Aznar señaló en Goya algunos aspectos fundamentales en la carrera pictórica de Echevarría. Así: "... Es difícil seguir la línea evolutiva de Federico de Echevarría, pues cada exposición es una sorpresa; pero siempre el espíritu se contenta con estas realidades -no experiencias- con que el pintor sacude nuestra sensibilidad. Atento a las reacciones del arte en cada momento, sus formas fraguan modelos reales o se desvanecen en abstracciones de las más sutiles y delicadas coloraciones. Ello ha dotado a su pintura de posibilidades expresivas, con las que puede afrontar temas y visiones nuevas. Esta capacidad de renovación se apoya siempre en su sentido del color. Lo mismo las formas abstractas que las figurativas se encuentran en una plenitud de refulgencia que por si sola, constituye el tema de su pintura..." y añade más adelante "También Julio Trenas, en un largo articulo en La Vanguardia de Barcelona hace hincapié en las mutaciones del pintor. "...Cambio radical. Cambio profundo diría incluso cambio heroico el experimentado por la pintura de Federico de Echevarría. Puede argüirse que él fue siempre lo contrario de un quietista. A Echevarría lo hemos contemplado en distintos tractos plásticos significativos y definitorios. Recordaré su etapa clásica de retratista... Luego el impacto de los impresionistas franceses clarificado en este pintor enamorado de la materia y de la luz... Después la etapa de los "collages", cuando entiende que cualquier materia, en tanto sirva una finalidad pictórica, puede componer el cuadro, y el momento de sus geometrizaciones, impelido de una matemática que es a la vez número, idea y música..."
En una extensa entrevista que le hizo Carlos Barrena, publicada en El Correo Español-El Pueblo Vasco, el 5 de marzo de 1985, con motivo de la exposición del pintor en la Galería Arteta de aquella ciudad, el pintor habla así de sí mismo:
"Soy un pintor en constante evolución. Esto no significa que renuncie a anteriores movimientos o experiencias. Yo no puedo olvidarme de los impresionistas franceses, de los vascos, como consecuencia de aquellos. Tampoco puedo dejar a un lado los ensayos de Braque y Kandinsky, ni las lecciones de Picasso. Diría que ahora estoy en un fauvismo más intelectual, más agudo, diría que podría calificarse como un figurativismo barroco. No he podido nunca caer ni en la improvisación ni en la rutina. Mi evolución es constante y, como sabes, en pintura no hay una meta que alcanzar, hay que seguir evolucionando y viviendo nuevas experiencias."
En su texto Magia y color en la pintura de Federico de Echevarría, Carlos Areán nos ofrece un recorrido por la vida y obra del pintor. Además de un extenso análisis sobre su pintura, nos oferta otros conocimientos acerca de la incursión de Echevarría en otras disciplinas artísticas. Dice textualmente:
"Las pequeñas esculturas de Federico alcanzaban la totalidad de su euritmia tras su paso por la fundición y destacan por su dominio del ritmo y por su bien elaborada textura".
Continúa su análisis hablando de los collages realizados por el artista:
"En 1976 se produjo un cambio radical en su concepción de los encolados y construyó unas grandes esculto-pinturas, en las que conseguía un rico relieve encolando maderas y paños arrugados, que luego pintaba al óleo. Eran todos ellos de gran formato y sugerían espacios cósmicos, en una expansión menos tumultuosa que la de los lienzos ya recordados que había pintado para una Bienal de Venecia diez años antes. La tensión expresionista de estos encolados es evidente."
Continúa dedicando unas líneas a los dibujos de los que destaca su construcción lineal y en los que los temas son desnudos y escenas taurinas. Habla también de los "pasteles" que el artista ha ido paralelamente trabajando en toda su evolución y los califica de "sueltos" y con un carácter "expresionista" en la manera de trabajarlos. Finaliza con la mención de lo que el propio artista bautizó como Cartones y Papeles construidos con papeles de colores rasgados y "voluntariamente buscadas irregularidades".
Algunas de sus obras son:
- Teresita,
- La niña del chaleco,
- Naturaleza muerta,
- Maternidad,
- Hombre con bombín,
- Retrato de D. Alfonso Fabres,
- Retrato de mi mujer,
- Retrato de mi hijo Federico,
- EI niño del disfraz,
- Niña,
- Niña con lazo,
- La niña de las flores,
- Naturaleza muerta,
- Flores,
- El cojito de Avila,
- Bodegon,
- Barracas,
- Calle de St. Julien le Pauvre al amanecer (Paris),
- Plaza de Tertre (Montmartre,
- Paris),
- Calle de St. Vicent (Paris),
- Calle del Calvario (Paris),
- Plaza de la Bastilla (Paris),
- Puente de Saint Louis (Paris),
- Naturaleza muerta y
- Desde mi estudio.