Militar. Se distinguió en la batalla de Alcolea, en Andalucía, defendiendo con 3.000 hombres el puente de dicho nombre. Tuvo que retirarse ante la superioridad en número y calidad militar de los franceses. Como buen absolutista, terminada la guerra fue secretario de un ministerio de policía creado para él (1814 a 1816). Llegó a teniente general y por real decreto de 1823 a marqués de la Fidelidad.