Biographies

Echaniz Aguirrezabalaga, José María

José María Echaniz Aguirrezabalaga abogado. Nació en el domicilio familiar de la calle Fermín Calbetón número 24, el 4 de septiembre de 1922, tercer hijo varón del matrimonio formado por Mauricio Salustiano Francisco Echaniz Narvarte y Catalina Victoriana Antonia Aguirrezabalaga Pildain. Donostiarras ambos. Sus abuelos paternos fueron Juan Hilario Echaniz Ynchausti, natural de Hernani (Gipuzkoa) y Donata Narvarte Sarrieta, natural de Goizueta (Navarra). Los maternos, Tomás Aguirrezabalaga Aizpurúa de Zarautz (Gipuzkoa) y Manuela Josefa Pildain Lecuona de Donostia/San Sebastián. Bautizado en la iglesia parroquial de San Vicente, por lo tanto, koxkero.

Sus dos hermanos mayores fueron Carlos, fallecido con dos años y Francisco. La menor, Carmen, fue religiosa. A los cuatro años, padeció un ataque de polio que le dejó una parálisis de la pierna izquierda, lo que no le impediría en su niñez y juventud, la actividad deportiva: jugar al fútbol como portero o frecuentar excursiones montañeras.

Casó en el camerino de la Virgen del Coro de la parroquia donostiarra de Santa María, con Dª María Asunción Macazaga Jauregui, el 3 de noviembre de 1950 y del matrimonio nacerían cuatro hijos, tres varones y una fémina.

Falleció en su domicilio donostiarra de una afección cardíaca, el 23 de octubre de 1989, a la edad de 67 años.

Formación

Cursó el Bachillerato en el Colegio del Sagrado Corazón, en Sánchez Toca, 9 y la carrera de Derecho en el Centro de Estudios Superiores (CES) de San Sebastián, acudiendo a examinarse a la Universidad de Valladolid, como alumno libre, finalizando en septiembre de 1947.

Fue alumno de canto de Dª María Teresa Hernández Usobiaga.

Formó parte de la primera promoción del Curso Nacional de Preparadores de Fútbol, celebrado en Burgos en 1949.

Actividad profesional

Colegiado en el Ilustre Colegio Oficial de Abogados de Gipuzkoa el 13 de octubre de 1949 con el número 524, apenas ejerció la abogacía, pero permaneció vinculado a la institución colegial, toda su vida.

Secretario de la Federación Guipuzcoana de Fútbol. Desde octubre de 1947, hasta octubre de 1962.

Fundador y primer director, en la temporada 1949-50, de la Escuela Guipuzcoana de Preparadores de Fútbol.

Seleccionador juvenil de fútbol en Gipuzkoa desde 1950 hasta 1962. Siendo entrenador el eibarrés Antonio Corral, jugaron cuatro finales y tres semifinales, obteniendo cuatro títulos, dos de aficionados de la Sociedad Deportiva Eibar, uno de La Real Sociedad juvenil y, en la temporada 1959/60, el de selecciones regionales juveniles de España.

Secretario de la Delegación provincial de Educación Física y Deportes, durante la década de los sesenta.

En junio de 1962, La Real Sociedad acababa de descender a la Segunda División, la directiva al completo, dimitió y sólo optó a la presidencia D.  Antxon Vega de Seoane que integraría en su equipo gestor a nuestro protagonista, como secretario general, desde octubre de 1962. Con Andoni Elizondo de entrenador, el 23 de abril de 1967, en Puertollano (Ciudad Real), ascendieron a Primera División y se produjo el relevo en la presidencia.

Fue el ideólogo y forjador de la cantera guipuzcoana, ojeador de promesas e impulsor de la proyección de la entidad hacia toda Gipuzkoa.

Permanecería en su puesto hasta el uno de marzo de 1975, siendo presidente D. José Luis Orbegozo Balzola.

Su obra escrita

Txuri Urdin. Historia de la Real Sociedad de Fútbol. Coautor junto a José María Ferrer Chapartegui. Bajo el seudónimo que englobaba a ambos, Josemaritarra. Ed. La Gran Enciclopedia Vasca. ISBN 84-248-0618-2. (1980).

Historia del C.A. Osasuna y del deporte navarro. Coautor junto a José María Ferrer Chapartegui. Bajo el seudónimo que englobaba a ambos, Josemaritarra Editorial. Haramburu (1981)

Otras actividades

Dos pasiones le acompañarían toda la vida, el fútbol, era socio de La Real desde 1935 y la música.

Con dieciocho años se integró en la cuerda de tenores del coro de la Schola Cantorum de Nuestra Señora del Coro de San Sebastián, al amparo de la iglesia de Santa María, entidad fundada en 1940 por D. Juan Urteaga, que llegó a agrupar hasta 150 voces, bajo su dirección. A partir de 1943, representaron las Estampas de la Pasión, una escenificación con figurantes, coros y solistas, que les dio proyección estatal. En julio de 1976, fue elegido presidente de la entidad.

Durante la década de los sesenta, fue el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Sagrado Corazón donostiarra.

Distinciones

Socio de Honor de la Sociedad Euskal Billera.

Con motivo de la Bodas de Oro de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, el 1 de septiembre de 1962, en el salón de sesiones de la casa consistorial donostiarra, con la presencia de las primeras autoridades provinciales y del alcalde Elosegui Lizarriturry, se impuso a la Insignia de Oro de la entidad a quienes habían sido sus presidentes hasta la fecha: Francisco Molins, Félix Llanos, Juan Aizpurúa, y Manuel Kutz, así como a nuestro protagonista.

El 10 de noviembre de 1962, los veinte Comités de Competición Juveniles de la Federación Guipuzcoana de Fútbol reconocieron su labor en un almuerzo en el restaurante Urbieta de la capital donostiarra.

El 9 de diciembre de 1962, por iniciativa de la Sociedad Deportiva Eibar, los cuarenta clubes guipuzcoanos de fútbol le tributaron un acto de reconocimiento.

El 10 de abril de 1975, recibió un multitudinario homenaje por parte del fútbol guipuzcoano, agradeciendo su labor en La Real Sociedad, donde se le impuso, además, la Medalla de Plata al Mérito Deportivo.

Se le concedió la Insignia de oro y brillantes de La Real Sociedad de Futbol, impuesta en 1977, en el palco de Atotxa, por el presidente Orbegozo, en el transcurso del partido contra el Athletic de Bilbao.

Anécdota

El domingo 18 de febrero de 1962, en el campo de San Juan de Pamplona, disputaron un partido las selecciones navarra y guipuzcoana, con triunfo de los visitantes por cuatro goles a cero.

Relataba el cronista, Federico Escribano en El Diario Vasco, como un hecho insólito, que, el seleccionador guipuzcoano, José Maria Echaniz, acudió vestido con un severo «smoking». En Pamplona llamó la atención por su atuendo, por mucho que intentara disimularlo con una larga gabardina abotonada hasta el cuello. La raya del pantalón lo delataba.

Y añadía la explicación. Echaniz, además de secretario y seleccionador de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, era miembro directivo y elemento valioso de la cuerda de barítonos del coro de la Schola Contorum de Nuestra Señora del Coro de San Sebastián. Ese mismo domingo, quiso estar en el acto de imposición de la medalla de la Orden de Caballero del Mérito Civil, a su íntimo amigo y director del coro, el maestro Ignacio (Iñaki) Ansorena Miranda que se desarrolló en el teatro Victoria Eugenia, en el descanso de un concierto que interpretaron cantando una sinfonía de Dmitri Sakóvich.

Terminado el concierto y sin tiempo para cambiarse de ropa, conduciendo su coche -un Seat 600, matrícula SS-29830, primer vehículo del Estado adaptado para su conducción por un lesionado por la polio, con freno y acelerador manuales- se desplazó a Pamplona presentándose a sus muchachos.

Los jugadores agradecieron el gesto de su seleccionador y el público, añadía el periodista, admiró la atención y distinción de quien, cambiando el chándal por el smoking, ponía una nueva nota en la historia del atuendo deportivo y elegía, por una vez, primero la devoción y luego la obligación.

Fuentes

Prensa local de la época.

En Equipo, nº 34 de noviembre de 2008, pp. 38-42. https://fcylf.es/wp-content/uploads/2020/09/En-equipo.-No34-Nov.2008.pdf

Elaboración propia.

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José Manuel Etxaniz Makazaga. Doctor en Veterinaria. Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP). Real Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE)