La casa-torre de Egiguren se sitúa en la vertiente nordeste del monte Illorda, sobre Málzaga y próxima al limite territorial con Placencia. Pertenecía a la antigua cofradía de Arexita. Lope de Isasti la cita en su Compendio Historial de Guipúzcoa, obra escrita en 1625 (en la edición de 1850, pp. 61 y 101). Según él, a primeros del siglo XVII tenía dos mil ducados de renta. Hoy es casa de labranza con dos viviendas. Se conoce más en su forma contraída de Eguren.
La construcción actual tiene varias partes de distintas épocas, y en su parte central conserva la parte más primitiva de la torre renacentista. Entre los hijos ilustres que ha dado a Eibar esta casa solariega, figuran entre otros: Ascensio de Eguiguren, que ocupó el cargo de alcalde en Eibar en 1615 y 1633, y que fue contador de la Real Fábrica y del ejército de Flandes. Fue caballero de la orden de Santiago. Juan de Eguiguren, comisario de muestras en los estados de Flandes. A Lázaro de Eguiguren, en las Juntas de Villafranca, en 1619, el procurador de Eibar le propuso para el mando de la escuadra de Guipúzcoa, después de haber peleado con gloria en Flandes y en Italia. Siendo Capitán, en 1624, tomó parte en la Armada que fue a Briviel.
En 1631 partió como sargento mayor en la expedición a Pernambuco, dirigida por Oquendo, y, debido a su brillante comportamiento en la batalla, fue nombrado almirante, a la muerte de Vallecilla. (Geografía del País Vasco-Navarro, vol. Guipúzcoa, p. 1.028). Andrés de Egiguren figura de organista de la parroquia de San Andrés Apóstol de Eibar entre los años 1666 y 1667. Fernando de Egiguren y Ezcaregui fue un destacado músico compositor del siglo XVIII. Este era fraile franciscano y sus obras se conservan en el archivo de música del Santuario de Aránzazu. El Padre Donostia, en su obra Música de tecla en el País Vasco, siglo XVIII, reprodujo una de sus partituras para órgano. Diego de Egiguren y Azcoaga, maestro arquitecto que, entre los años de 1617 y 1635, dirigió las obras de ampliación y la construcción del coro con bóveda de arco escarzano y abrió la puerta oriental de la parroquia de San Andrés de Eibar.