Musicals

Canciones de cuna

Son las "nanas", aquellas canciones usadas para hacer dormir a niños de corta edad. En euskera se les llama Lo-kantak, en Murélaga, según Azkue, dringilin dranguak, y lo que es más curioso uauatxua. Sobre la palabra uaua han escrito y elucubrado Astarloa, Arana Goiri y Azkue mismo. Llamó la atención que se empleara con la significación de "niño" en la canción cunera,

Uauatxuba lo ta lozuk orain eta nik gerozuk gura dozun orduren batenbijok egingo dogu lo.

Es, desde luego, palabra onomatopéyica, pero que se usa muy corrientemente en toda América latina, donde dicen guagua, guaguita, para denominar al bebé. Corominas, que ha estudiado la palabra, la hace proceder del quichua wuawa. De todos modos se usa también en castellano, en Alava. Según Baraibar se habría importado de Cuba. El cancionero de Azkue recoge hasta 57 canciones cuneras a las que habría que añadir las recogidas por el P. Donostia. Las melodías son sencillas, como sus letras respectivas, envueltas en las minucias de la vida cotidiana y los seres y cosas de la naturaleza. El P. Donostia engarza antológicamente las más representativas: simulando el caso de una madre que adormece a su niño en la entrada misma de un caserío. Rimándole con sus rodillas y su cuerpo, procura adormecerle. Ha de dejarlo en su cunita, porque todavía tiene que preparar la cena para su marido y sus hijos, que han estado cortando la hierba durante un día abrasador. ¿Qué le canta? ¿Algún cuplé de los de la calle, de los que destilan veneno? No: oidla:

Nere aurra lotxo, lotxo.Nik emanen dizkizutbi kokotxo,arratsaldian txokolatia.

Hijo mío, duerme, duerme.Te darédos dulcecitos:a la tarde chocolate.

Pero la criatura está despierta: no quiere dormirse. Para reconcentrar su atención, ofrece a su imaginación un premio mayor:

Nere maitia, nik zuretzatsurtan daukat,erdi-erdiya emango dizut,beste erdiya neretzat.

Queridito mío, para titengo un pastelillo:te daré la mitad,la otra mitad será para mi.

Ve cruzar el aire un pajarillo que en un cerezo se esconde a dormir y canta:

Arbolaren adarraren aldaskarenpuntaren puntatiktxoriñua kantari:nork eman dezake aireño uni¡

En la punta puntitadel renuevo de la rama del árbolun pajarito está cantando:¡quién cantaría una cancioncilla a este niño

Al poco rato, majestuoso, ve pasar a lo lejos un buitre, que se recorta claramente en el azul del cielo, y a sus labios viene esta copla:

Bonbolontena, nere laztana,ez egin lorik basuan,aizteritxuak eramango zaituerbiya zeralakuan. Bo!

Bonbolontena, querido mío,no duermas en el bosque,que el buitrecillo te llevarácomo si fueras una liebre. Bo!

El niño va cerrando los ojillos. Por la parte del mar comienza a levantarse una neblina que es una gasa impalpable. Esta vista del valle, tranquilo y quiero, que llega hasta el mar, hace brotar de sus labios esta estrofa:

Itxasuetan laño dagoBaionako barraraiño.Nik zu zaaitut maitiagotxoriak bere Urniak baño.Lo, lo, lo...

En el mar hay nieblahasta la barra de Bayona.Yo te quiero más.que los pájaros a sus crías.Duerme, duerme, duerme...

La madre calla; el atardecer, tranquilo, las arboledas quietas, el lucero de la tarde que asoma en el cielo, hacen reconcentrarse el alma de la madre vasca. Una lágrima silenciosa asoma a sus ojos. ¿Es que algún recuerdo triste, el de un marido jugador, tal va, ha puesto en sus labios esta sentida estrofa?

Altza eder ur airian,Iru arrosa Mayatzian.Amoriorikan eztuenakeztu miñikan biotzian.

El aliso hermoso junto al agua,Tres rosas en mayo.El que no tiene amorno tiene dolor en su corazón

Pero la madre olvida sus penas y concentra su amor en aquel niño que, como tu padre, su marido, su hermano, llevarán las ovejas y las vacas al campo, hablará la misma lengua que ellos, y bailará como los mozos que ve los domingos en la plaza del pueblo. Estampa un largo y calladísimo beso en aquellas mejillas que tienen el color de la lana blanca de las ovejas y de las cerezas, que llegan hasta el balcón de su caserío, y, como un rumor vespertino, murmura a su oído una sola palabra, y ella, a pedacitos, como la papilla que le dará unos meses más tarde:

Tun, kurrun, kutun, kutun,kutun, kurrun, kutunaLo!, lo!...

Rico, rico, riquito, rico, rico, rico, riquito.Duerme, duerme...

El sol comienza a subir en el horizonte: el niño se ha despertado. Sus hermanos, que le adoran, le rodean, y haciéndole fiestas le cantan:

Binbili-bonbolosendal lo.Akerra Prantzianbalego,akerrak kanta,idiak dantza,auntzakdanboliña jo.

Binbili-bonboloduerme bien.Si el chivo en Franciaestuviera,el chivo cantaría,el buey bailaría,la cabratocaría el tamboril.