Poets

Campal, Julio

En mayo de 1966 es nombrado director artístico de la galería donostiarra Barandiarán, por lo que viene a residir temporalmente en la ciudad. La galería, que se presenta como "galería de arte compuesto", predica la interrelación de las artes, por lo que Campal encuentra en este espacio un elemento para la extensión de su propia filosofía de la cultura. En ese mismo año, Campal organiza una exposición de poesía experimental en Madrid (Galería Juana Mordó), que tiene un éxito dentro de sus niveles de difusión, y que viene a corroborar el interés que su actividad ya había despertado en las exposiciones de Bilbao y Zaragoza. Campal, que no era partidario de la ruptura absoluta con la poesía tradicional, entendía que "la poesía moderna es el resultado y la lógica consecuencia de un largo proceso de evolución de la poesía de todos los tiempos", según afirmó a propósito de la exposición en la Galería Juana Mordó. Para el poeta uruguayo, "el affiche, los anuncios radiados o televisados, la arquitectura, el cine se [ven] cada vez más determinados por los nuevos hallazgos poéticos". Ese mismo espíritu trasladó a la Galería Barandiarán de San Sebastián. Su propósito para con este centro, que había impulsado el empresario del mismo nombre, era "ir más allá de la idea de galería comercial, hacia un sentido industrial, social, amplio del diseño, aplicable en cualquier caso a productos extra artísticos de validez estética y de aprovechamiento social".

En Barandiarán Campal organizará dos importantes programas culturales: la Semana de poesía concreta y espacial, inaugurada el 18 de agosto de 1966, y, en el mes de septiembre, la Semana [de] poesía de vanguardia. Campal proponía en la primera de estas actividades hacer un recuento de "las escuelas de vanguardia que más atienden a la estructura interna y a la fuerza semántica de la palabra, letra o collage de letras, o signo vibrando en el espacio". En la exposición se daban cita obras de 43 autores. En la segunda muestra, recogía "las muestras de movimientos de vanguardia posteriores a la poesía concreta y espacial: obras de poetas cinéticos, semióticos, experimentales, independientes, materialistas". En ambas semanas se pudieron escuchar poemas fonéticos y en la segunda se proyectó por vez primera la película fonética Peche de nuit (del poeta Henri Chopin, el pintor Luc Peire y el cineasta Terj Wick), película que Campal presentará luego en Bilbao, Vitoria-Gasteiz (1966) y en la Asociación Iberoamericana de Madrid (1967).

Además de la colaboración estrecha con el poetas citados, Campal colaboró con el escultor Eusebio Sempere y el músico Cristóbal Halffter, extendiendo el propósito de relacionar de forma simbiótica todas las expresiones artísticas. Poco antes de su muerte, se hallaba embarcado en un proyecto cibernético, muestra de esa su anticipación al tiempo. Tales eran sus programas de futuro. Pero en 1968 Campal fue víctima de un accidente doméstico, que le provocaría una intoxicación de monóxido de carbono, al dejar encendida mientras dormía una estufa de gas butano, por el que le sobrevino un estado comatoso y una complicación cardiaca final. En una carta abierta, titulada "Estimado amigo" (mayo de 1968) y firmada por Juan Carlos Aberasturi, Jokin Díez, Enrique Uribe, Jesús García Sánchez y Fernando Millán -miembros de "Problemática 63" y del "Grupo N.O."- se califica el fallecimiento de Campal como "muerte tan repentina como absurda", y se desmiente que fuera consecuencia de un suicidio. Millán considera que la tesis del suicidio se fundamenta en "el dictamen del forense, del juez y de las circunstancias que fueron causa de un internamiento de más de ocho horas en el hospital". Campal sin embargo tenía programadas muchas actividades para los días posteriores a su muerte, lo que aparece como prueba en contra de su voluntad de quitarse la vida.

En el verano de 1971 la editorial Parnaso 70 publicó, bajo el título genérico de Poemas, y como inicio de su colección "Lentes de contacto", la obra discursiva o tradicional de Campal, en la que recogía poemas escritos hasta 1965, con la influencia de César Vallejo y Vicente Huidobro. Algunos de estos poemas se traducirían luego al francés, italiano o alemán. Tras su muerte se publicaron varias de sus composiciones visuales en una antología sobre poesía concreta internacional, en la revista de la Universidad de Indiana Hispanic Arts. En los años posteriores, se hicieron varias exposiciones sobre su obra, como las celebradas en Zaragoza (Exposición de Poesía Visual, 1969, la Exposición Internacional de Vanguardia (Madrid, 1970), los Encuentros de Pamplona (1973) o la Exposición de Poesía Experimental (Cuenca, 1974). Sus poemas caligramáticos aparecieron en 1972 en la antología que por Ignacio Gómez de Liaño y Felipe Boso realizaron para revista alemana Akzente. En 1975, se publica un libro antológico, La escritura en libertad, realizado por Jesús García Sánchez y Fernando Millán, publicado por Alianza Editorial. El libro es una vindicación en sí mismo de la figura de Campal. Fernando Millán recogió en 1988 una antología de sus poemas caligráficos en el libro 7 Caligramas (Colmenar Viejo-Madrid, Información y Producciones S.L., 1998).