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Bergara

Tratar el desarrollo económico de Bergara a lo lar-go del siglo es hacer referencia al proceso industrializador que da comienzo en la provincia de Gipuzkoa a mediados del s. XIX. En el caso de la villa de Deba -a semejanza de lo que ocurre en otras localidades- el fin de la coyuntura bélica producida por la Guerra de los Siete Años -Primera Guerra Carlista- da lugar a la primera oleada industrializadora de Gipuzkoa que se extenderá entre 1841 y 1873 y que tiene en el sector papelero, textil, fundiciones y de transformación metálica sus principales exponentes. Fruto de ésta se crearán un total de 60 centros fabriles. En lo que se refiere a Bergara, la villa es de vieja tradición industrial. Al comenzar el s. XIX las antiguas fábricas de cuchillería y cerrajería han desaparecido, debido a dificultades aduaneras con Castilla. Todavía están abiertas una ferrería y algunas fraguas que fabrican azadones, palas y otros útiles y surten también a las Reales Fábricas de Soraluze. Acaba de instalarse un horno para reducir hierro a acero. La primera industria establecida en la villa -y una de las primeras de Gipuzkoa- fue la Algodonera de San Antonio (1847), que ya en 1850 ocupaba a un total de 300 trabajadores y producía 3.000 varas de percal ordinario, según se desprende de los datos recopilados por Madoz en su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico. Según reseña Gorosábel (1860): "En esta villa hay una ferrería antigua, una fábrica de hilados, tejidos y estampados de algodón construida en el año de 1846, otra de curtidos, cuatro de tejas y ladrillos, y diez y ocho molinos harineros. Tiene además un taller de construcción de carruajes, varios telares de marraguería y lencería, diferentes fraguas de herrería, alguna que otra alpargatería, una imprenta, etc.; y hay un comercio regular de géneros de telas, paños, lienzos, quincalla, vasijería, y otros usuales en el país. El resto de sus habitantes, o sea, la parte que vive fuera de la población, se emplea en la labranza de los campos; cuyas cosechas de trigo, maíz, nabo, legumbres y hortaliza son regulares, la de manzana mediana, y la de castaña abundante. Tiene también bastante ganado vacuno y de cerda, así que aves de corral; y sus ríos crían tal cual pescado de ánguilas, barbos y bogas. Sus montes están regularmente poblados de árboles; y abundan en canteras de diferentes clases de piedra de construcción de edificios, calizas y algunos minerales". La industria alpargatera tuvo en esta villa bastante importancia; se ocupaban en ella 120 hombres, 140 mujeres y 60 niños, total 320 operarios que producían diariamente 130 docenas de pares. [Ref. "La I. G. F. S.", 1984, p. 108]. Entrado el s. XX los principales establecimientos fabriles son los ya citados, la algodonera de Gregorio Fernández y Sobrino y otras 10 de menores dimensiones. Molinos antiguos: Goimendi, Otaitz, Amuskibar, Salto, Bolu, Errota-barri, Bolintxo, Osineta, Errotea, Bekoa, Loidi, Askasibar, Ozaeta, Barrena, Urieta, Zubiaurre, San Antonio, Bon, Guenetxe, Santa Ana, Okarandi, Errota, Luis, Narbaiza, Bolintxu, Elorza, Errota-goikoa, Errota-erdikoa, Barruti, Bolu-barri, Lesarri, Belastegi, Laspiur, Bilotegi, Aitz-zuriondo, Osintxu, Errotazar, Ibarrola, Naparranekua y Troskasulo. [Ref. A. A. S.: "T. de M."]. El siguiente hito, en lo que al desarrollo industrial de Bergara se refiere, está determinado por la creación -a principios del s. XX- de los Altos Hornos de Vergara, pertenecientes a la Vergarajauregui, Rezusta y Cía. (la futura Unión Cerrajera). El motivo de la instalación en la villa está en la fuerza hidráulica del Deba, de la que carece en Arrasate donde radica la empresa. De esta forma, para 1915, siguiendo la Estadística Industrial de la Provincia, se localizan en Bergara un total de 17 establecimientos industriales que dan trabajo a un total de 1.030 operarios. Como consecuencia de este desarrollo económico se producirá un desarrollo urbano paralelo. En 1857 la población de la villa se situaba en torno a los 6.000 habitantes manteniendo un proceso de crecimiento constante hasta el final del primer decenio del s. XX. A partir de este momento se produce un cambio de coyuntura que hará que el partido judicial de Bergara pierda población en los años sucesivos, aunque la villa mantenga su ritmo de crecimiento demográfico hasta la década de los cuarenta. Las causas del cambio de coyuntura vienen ocasionadas por varias razones. En lo que a la industria textil se refiere, la pujanza de ésta en Cataluña, que abastece al escaso mercado nacional, hace que la factoría de Bergara se especialice en la producción de las prendas que la han caracterizado durante largos años como único medio de resistir la competencia del textil catalán. A pesar de ello, en 1915, de las 32 factorías guipuzcoanas que superaban los 100 trabajadores, dos de ellas (Algodonera de San Antonio -con 276 trabajadores- y Tejidos Fernández y Subijana, con 212) se sitúan entre las principales industrias del territorio guipuzcoano. Pero de mayor gravedad resultó la crisis que sacudió a la industria española -principalmente metalúrgica- tras el final de la Primera Guerra Mundial. A pesar de ello, todavía en 1918 se realizan innovaciones en las instalaciones de Altos Hornos de Vergara, que empiezan a producir acero para abastecer a la factoría de Arrasate, función en la que continuará hasta 1928, en que resulta más barato traer el acero de las factorías vizcainas que producirlo en Bergara. Las consecuencias de este retraimiento económico se mantendrán hasta después de la Guerra Civil. El período de la II República se caracteriza por una crisis generalizada, aunque ésta no afectó de manera especial a Bergara. Tras la Guerra Civil, la estructura económica de Bergara sufrió pocos cambios, convirtiéndose en una localidad -juntamente con Arrasate- receptora de población. El cada vez más importante desarrollo de la actividad comercial ha supuesto que la población activa ocupada en el sector industrial (263 empresas en 1975) retroceda. A pesar de ello el 67,89% de la población activa de la villa sigue empleada en la industria. De ésta, la más importante sigue siendo la textil. Pese a que ocupa a una cifra cercana a los 1.000 trabajadores, la distribución de éstos en los centros de trabajo es reducida, siendo la media de 44 trabajadores por empresa. Haciendo referencia a los centros de trabajo, de los 110 existentes a mediados de la década de los ochenta, la mayor parte -100- tienen menos del centenar de trabajadores, dos se sitúan entre los 100 y los 500 trabajadores y sólo una supera esta última cifra. Por sectores, como ya hemos indicado, el principal es el textil, seguido del metalúrgico y de la construcción, con lo que se mantiene la estructura industrial que se creó a mediados del s. XIX. En 1982 las empresas de más de diez trabajadores enclavadas en su término era: Algodonera de San Antonio, S. A. (ASASA) con 235, Arregui Iñarra, Julián Ignacio (Carpintería) con 11, Bideluce, Angel, Industrias Bigoza (Tornillería) con 41, Bolsos Jauregui, S. A. (B. J.) con 17, Cartonajes Zamac, S. A. (S. Juan) con 20, Ceventor, S. A. (Tornillería) con 226, Criadero Vascongado de Codornices, S. A. (CVC) con 42, Construcciones Luis Beitia, S. A. con 40, Construcciones Mauricio Arregui, S. A. con 22, Cotones Aguirrezabal, S. A. con 16, Ecenarro S. Coop. Ltda. (Tornillería) con 48, Eusko, S. A. (Maquinaria) con 12, Calvanotecnia y derivados SUA con 15, Hijos de Arturo Narvaiza, S. A. (H. A. N. S. A.) (B. Mecolalde, tejidos) con 115, Industrias Danok, S. A. (B. San Lorenzo, escopetas) con 25, Industrias Ibili, S. A. (IBILI) (menaje de cocina) con 36, Industrias mecánicas de precisión S. Coop. (IMPRECI, S.COOP.) (B. San Blas) con 202, Industrias Térmicas electrolíticas, S. A. (ITESA) (B. Zumaketa) con 15, Industrias Urcelay, S. A. (B. los Mártires, tornillería) con 12, Iraundi, S. A. (rodamientos) con 30, Irizar Zaldivia, Francisco, Maderas Irizar con 15, Jazkiola, S. A. (B. Ortuibar, tejidos) con 44, Layor Construcciones, S. A. con 22, Lazpiur Lamariano, Miguel. Construcciones Mecánicas José-Lazpiur (LAUR) (B. San Blas) con 21, Linacisoro Lazpiur, Jon, Industrias Linacisoro (B. Beosein, aceros) con 27, Lizarralde Elola, Roman. Talleres-Mecánicos Erralde con 14, Marcos Larrañaga y Cía., S. A. (LACOR) (B. Ortuibar, menaje de cocina) con 47, Mayo, S. A. (electrodomésticos) con 620, Metalúrgica Santa Engracia, S. A. (Tornillería) con 58, Movilla, S. A. (Tejidos) con 60, Talleres Coinver, S. A. (B. San Lorenzo, mecánica) con 12, Talleres de precisión Gureak, S. A. (mecánica) con 28, Talleres protegidos Gureak, S. A. (electrodomésticos) con 28, Textil Lasagabaster, S. A. 60, Tintes y Acabados de Vergara, S. A. (TAVESA) (B. San Prudencio) con 189, Tratamientos Térmicos T. T. T., S. A. con 57, Tremefil, S. A. (perfiles calibrados, otras formas especiales) con 13, Tornillería Segur, S. A. con 13, Tornillos Unzurrunzaga, S. A. (TORUNSA) con 110, Txurtxil., S. Coop. (rectificadoras) con 62, Ulgor, S. Coop. (B. San Juan, electrodomésticos) con 140, Unión Cerrajera, S. A. (UCEM) (B. de Altos Hornos) con 546, Urquizu Eguren, Guillerma. Textil-Vicente Aranzabal con 18, Vergara Textil, S. A. (VERTESA) con 41. ("C. I. P. V.", 1982). El total de población considerada activa en 1982 era de 4.535 v. y 1.638 m. De éstos, 4.133 v. y 1.365 m. se halla-ban ocupados, 255 v. y 232 m. buscaban empleo por primera vez y 147 v. y 41 m. habían trabajado anteriormente. El total de inactivos estadísticos era de 3.411 y el de inactivas estadísticas 6.350. (Ref. AEV 1982). En los años 70 era, sin duda, la actividad textil la que daba mayor vida industrial a la localidad (principalmente, los "Azules de Vergara"). Pero este sector convivía con la industria metalúrgica, que surgió con fuerza. Se fabricaban laminados de todo tipo, aparatos electrodomésticos, maquinaria herramienta, cerrajería, menajes de cocina, etc. Siguiendo la iniciativa de Arrasate, también en Bergara se produjo en este período un cierto movimiento cooperativista en el campo industrial. A principios de la década de los 90, la siderurgia ha ocupado la cabecera de la lista industrial vergaresa. Los "Altos Hornos de Bergara" (362 trabajadores) y el sector de la máquina-herramienta ("Soraluce", con 200 operarios) destacan sobre los demás. A éstos les sigue, manteniendo su antiguo prestigio, el sector textil ("TAVESA", "HANSA", "Algodonera San Antonio", todas ellas empresas con más de 150 trabajadores) y un sinnúmero de pequeñas empresas con gran diversificación de actividades. Según el censo agrario de 1962, en este ayuntamiento había 775 explotaciones agrícolas, 204 de menos de 0,1 Ha., 92 de 0,1 a 1 Ha., 95 de 1 a 5 Ha., 300 de 5 a 20 Ha., 82 de 20 a 100 Ha., 1 de 100 y más Ha. El régimen de tenencia es el siguiente: Propiedad: 5.502; Arrendamiento: 744; Aparcería: 81; Otros: 10. En 1986, con el ingreso en el Mercado Común, fue declarado este municipio "zona de montaña" haciéndose acreedor a un subsidio del 35% sobre el proyecto de desarrollo integral del mismo. Explotaciones agrícolas en 1989 (iguales o superiores a 0,1 Ha.). Total: 507, 291 de ellas con ganadería. Desde el punto de vista comercial, Bergara gravita entre las áreas de San Sebastián y Vitoria. En 1995 el número de personas desempleadas era de 642; en 1996, la población activa ascendía a 6.645, de los cuales 5.664 ocupados y 981 parados, de estos últimos 422 en busca de primer empleo; el total de inactivos ascendía a 8.635. (Ref. "A. E. V.", 1997-98).