Arquitecto nacido en Andoain en 1769, residente en San Sebastián, Madrid, Lekeitio y Bilbao. Fallece en 1849.
Su trabajo se desenvolvió dentro de los cánones del neoclásico más monumental. Se le deben la antigua casa consistorial de Gernika (1914), destruida en el bombardeo alemán de 1937, la iglesia de la Ascensión de Ajanguiz (1819) acabada por su hijo Pedro en 1860, las dos casas curales de esta localidad, el camposanto de Mallona (1828), el altar mayor, de orden corintio, de la parroquia de San Miguel de Ereño, reconstrucciones de iglesias como la de Galdames (1825) y Arrieta.
Fue padre de los también arquitectos Hermenegildo y Pedro, autor del Instituto Vizcaíno de Segunda Enseñanza (1847).