Sublevaciones bearnesas contra la política aragonesa de los vizcondes.
Los Moncada. Las uniones matrimoniales y los intereses políticos habían ido desplazando, como hemos visto, el centro de gravedad del vizcondado hacia tierras de Aragón y Cataluña hasta el punto de que alguno de los vizcondes ni siquiera fue conocido en su tierra. María, de acuerdo con sus barones, rindió homenaje a su primo Alfonso II de Aragón, conde de Barcelona y marqués de Provenza, por toda sus tierras de Béarn y de Gascuña, prometiendo, además, no tomar otro marido que el aconsejado por el rey. Alfonso aceptó esta enfeudación y confirmó los derechos de Maria en Aragón. Al poco casó con uno de los más poderosos ricombres de la corte de Alfonso «El Casto», Guillermo, señor de Moncada, primer barón y senescal de Cataluña, hijo de Guillermo Raimundo IV. Pero el matrimonio de la vizcondesa con un extranjero y su homenaje al rey aragonés provocó una sublevación de los bearneses. Estos, después de haber elegido por señor a un caballero del condado de Bigorra, lo mataron al cabo de un año, porque se negaba a confirmar sus fueros y costumbres, y fueron a buscar a la Auvernia a otro caballero llamado Sentouge, descendiente con toda probabilidad de los antiguos vizcondes. Este los gobernó durante dos años y atentó también contra los fueros del país: condenado a muerte por la Corte del Béarn, lo mató un escudero en el puente de Osserain en el momento en que huía a Zub. Desde marzo de 1172 Guillermo de Moncada había resuelto recobrar el Béarn por las armas con la ayuda de Alfonso «El Casto», pero no pudo intentar la empresa; María abandonó a su marido y se retiró al monasterio de Santa Cruz de Volvestre. A ruegos suyos, Alfonso «El Casto» permitió a la Orden de Fontevrault, a su monasterio de Santa Cruz de Volvestre, a María de Béarn y a todas las demás siervas del Señor que allí habitaban, rescatar todos los feudos y señoríos pertenecientes a los vizcondes del Béarn en Aragón que estaban comprometidos con Semen de Artusella y los de Biscarra. El rey permitió que el monasterio gozara de estos bienes en vida de María a condición de que los hijos pudieran rescatarlos a su muerte, para lo cual los invistió. Mientras tanto los bearneses, que acababan de dar muerte a Sentouge, enviaron a dos hombres-buenos para pedir a María que les diera a uno de sus hijos gemelos por vizconde y encontrándolos durmiendo eligieron al que tenía las manos más abiertas, Gastón. María murió antes del mes de febrero de 1187 y su marido le sobrevivió hasta 1218 como mínimo.
Los Moncada. Las uniones matrimoniales y los intereses políticos habían ido desplazando, como hemos visto, el centro de gravedad del vizcondado hacia tierras de Aragón y Cataluña hasta el punto de que alguno de los vizcondes ni siquiera fue conocido en su tierra. María, de acuerdo con sus barones, rindió homenaje a su primo Alfonso II de Aragón, conde de Barcelona y marqués de Provenza, por toda sus tierras de Béarn y de Gascuña, prometiendo, además, no tomar otro marido que el aconsejado por el rey. Alfonso aceptó esta enfeudación y confirmó los derechos de Maria en Aragón. Al poco casó con uno de los más poderosos ricombres de la corte de Alfonso «El Casto», Guillermo, señor de Moncada, primer barón y senescal de Cataluña, hijo de Guillermo Raimundo IV. Pero el matrimonio de la vizcondesa con un extranjero y su homenaje al rey aragonés provocó una sublevación de los bearneses. Estos, después de haber elegido por señor a un caballero del condado de Bigorra, lo mataron al cabo de un año, porque se negaba a confirmar sus fueros y costumbres, y fueron a buscar a la Auvernia a otro caballero llamado Sentouge, descendiente con toda probabilidad de los antiguos vizcondes. Este los gobernó durante dos años y atentó también contra los fueros del país: condenado a muerte por la Corte del Béarn, lo mató un escudero en el puente de Osserain en el momento en que huía a Zub. Desde marzo de 1172 Guillermo de Moncada había resuelto recobrar el Béarn por las armas con la ayuda de Alfonso «El Casto», pero no pudo intentar la empresa; María abandonó a su marido y se retiró al monasterio de Santa Cruz de Volvestre. A ruegos suyos, Alfonso «El Casto» permitió a la Orden de Fontevrault, a su monasterio de Santa Cruz de Volvestre, a María de Béarn y a todas las demás siervas del Señor que allí habitaban, rescatar todos los feudos y señoríos pertenecientes a los vizcondes del Béarn en Aragón que estaban comprometidos con Semen de Artusella y los de Biscarra. El rey permitió que el monasterio gozara de estos bienes en vida de María a condición de que los hijos pudieran rescatarlos a su muerte, para lo cual los invistió. Mientras tanto los bearneses, que acababan de dar muerte a Sentouge, enviaron a dos hombres-buenos para pedir a María que les diera a uno de sus hijos gemelos por vizconde y encontrándolos durmiendo eligieron al que tenía las manos más abiertas, Gastón. María murió antes del mes de febrero de 1187 y su marido le sobrevivió hasta 1218 como mínimo.