Poets

Montoia, Xabier

Escritor y músico. Nació en Vitoria el 14 de septiembre de 1955.

El gasteiztarra Xabier Montoia es escritor y músico. Trabaja actualmente en Euskal Telebista. En la década de los 80 participó como vocalista en los grupos Hertzainak y M-ak. Hoy, en cambio, desarrolla su carrera musical en solitario y colaborando con otros músicos. Si nos referimos a su labor de escritor, diremos que Montoia ha realizado en estas últimas décadas una importante y extensa obra en poesía, cuento, crónica y novela. La característica más llamativa de Montoia es su silencio, rehúye toda comparecencia pública, así el libro es la única relación, sin otro tipo de intermediario, entre el autor y el lector. Que era un escritor inusual ya quedó patente desde sus primeras obras. Entre estas cuenta con los libros de poesía publicados en la década de los 80: Anfetamiña (1983, Susa), Likantropo (1985, Susa) y Narraztien mintzoa (1988, Susa). El libro Anfetamiña que dio inicio a la colección Susa supuso un comienzo antológico y aún hoy es una clara proclama de la poética de Montoia. Este libro también aportaba una nueva atmosfera.

"Para algunos
La historia comienza,
cuando Jesucristo subió
a la cruz (entre ladrones).

Para otros, en cambio,
cuando Lenin -quitándose el sombrero-
gritó en la estación de Finlandia
"todo el poder para los soviets"
Para mí, el día que
David Bowie se cortó el pelo".

Anfetamiña, pag. 13.

De ese modo, Montoia, alejándose del cristianismo y del comunismo, mostró una clara tendencia hacia el individualismo más radical. En general, en sus poemas Montoia ha querido construir una mitología personal, haciendo frente al intelectualismo. Para Montoia la literatura es un puro artificio y en ella, en sus poemas, la música tiene una influencia relevante. En estos poemas desarrolla temas como el paso del tiempo, el amor y el odio, siempre desde una mirada pesimista.

Por otra parte, aunque en los libros de poesía publicados en los 80 se puedan apreciar elementos coincidentes, es de reseñar la evolución producida libro tras libro. En la obra Anfetamiña Montoia quiso encontrar su yo poético en los suburbios urbanos. Tomando partido por los marginados, Montoia nos aportó con este libro un ejemplo del realismo sucio. La postura contra el intelectualismo, la parodia, el cinismo, la denuncia de la mediocridad, el Rock & Roll, el mundo de las drogas, el sexo, y la aparición de lo sucio fueron las características más importantes de esta colección de poemas. En cambio, en el poemario Likantropo su poética eligió los márgenes de la cultura. De algún modo, nos da la idea de la huida de la cultura a la naturaleza, tal como el licántropo hasta convertirse en hombre lobo, en un viaje hacia lo desconocido. Para ello, Montoia cambió su tono poético inicial. Con Likantropo, de ser discursivo, pasó a dar más importancia a las imágenes y a la propia imaginación. Así, se apoyó en elementos de la naturaleza para expresar sensaciones que unían el mundo exterior con el mundo interior, a menudo a través de una escritura expresionista, a veces surrealista, y bastante hermética. Una mayor evolución si cabe trajo el poemario Narraztien mintzoa. Primeramente, podemos decir que este libro es una síntesis de los dos anteriores, aunque no descarta la intención de aportar más allá. Montoia recuperó los elementos discursivos del primer poemario y suavizó la escritura surrealista del segundo. Estos poemas son más evolucionados, más largos y también más profundos. Montoia se valió de formas discursivas, liricas y aforismos para desarrollar el tema del tiempo bajo la clave del significado simbólico de los reptiles.

Por otra parte, después de haber transcurrido década y media escribiendo narrativa, Montoia publicó el poemario Bingo (poemak 1981-2000) (2005, Pamiela). Además de reeditar antiguos poemas, también publicó en este poemario poesías nuevas escritas durante un periodo largo de tiempo. Entre estos poemas sarcásticos y ácidos de Montoia sobresalen un puñado bajo el título de Udazkena Berlinen, donde nos aparece un Montoia más adulto..

Por lo tanto, Montoia no dejó en ningún momento de escribir poesía, cuando en los años 90 se dedicó plenamente a la narrativa. En efecto, la narrativa, tanto relatos cortos, como novelas, es actualmente el ámbito más fructífero y, al mismo tiempo, más conocido de Montoia. En las últimas décadas Montoia ha publicado las novelas Non dago Stalin? (1991, Susa), Hezur gabeko hilak (1999, Susa), Denboraren izerdia (2003, Elkar), Blackout (2004, Susa), Elektrika (2004, Susa) y Golgota (2008, Elkar), así como las colecciones de cuentos Emakume biboteduna (1992, Susa), Gasteizko Hondartzak (1997, Susa), Baina bihotzak dio (2002, Elkar), Euskal hiria sutan (2006, Elkar) y Fucking artists (2010, Elkar). Montoia acometió la narrativa queriendo aportar un punto de vista muy concreto del realismo. A menudo, en sus obras es muy evidente la base histórica, pero no son sobre historia las narraciones que Montoia escribe; pues de manera mayoritaria, los temas de sus narraciones versan sobre las personas mismas y las relaciones entre ellas en situaciones críticas. De esa manera, en su primera obra de narrativa, en la novela Non dago Stalin? (1991), Montoia nos dejó un relato negro que bien se podía situar en la década de los 80 con todos los elementos políticos y musicales de la época y que bien se podría entender como una crítica hacia el llamado "Rock Radikal Vasco". Despues llego el primer título de la trilogía "La vida de los muertos", la novela Hezur gabeko hilak (1999). En ella y en las novelas Blackout (2004) y Elektrika (2004), alrededor del protagonista principal, Jean Etxegoien, Montoia desarrolló temas como el ambiente de la guerra, el sufrimiento provocado por esta, la corrupción de las personas y su crueldad. Libro a libro, la trilogía comienza en la Primera guerra mundial, continua durante la Segunda guerra mundial, y finaliza en la guerra de Algeria. Entre ellas, Montoia también publicó la novela Denboraren izerdia (2003). En ella se nos cuenta la historia de un artista que por culpa de cuestiones políticas tiene que huir a Madrid y allí encuentra la fama. En cualquier caso, nos es una novela que verse sobre un determinado punto de vista político, si en cambio, se podría tomar como una crítica contra el sistema del arte, y sobre todo, el tema principal que encontramos en ella es el tiempo, más exactamente las sensaciones que deja el paso del tiempo. Por otra parte, Golgota (2008) es por ahora la última novela del autor. Esta novela pone su punto de partida en la violencia provocada por la Guerra civil.

De todas maneras, deberíamos decir que las mejores obras conseguidas por Montoia en todo ese tiempo las ha realizado en el ámbito del cuento. Entre ellos, sin duda, las colecciones Gasteizko hondartzak y Euskal Hiria sutan se pueden considerar como las mejores obras del autor. Aquí tenemos la prosa más directa y concreta, la mirada más aguda y sarcástica de Montoia. du, sin duda las características más relevantes del autor. Su primera colección fue Emakume biboteduna (1992). En ella describió un mundo de relaciones entre hombres y mujeres donde el desamor, el deseo sexual y la soledad impuesta eran los ingredientes principales. Montoia dio un paso adelante en la siguiente obra, en Gasteizko hondartzak (1997). Con ella ganó el premio a la difusión en el Premio Euskadi de 1998. Si en la anterior colección se acercó al realismo sucio, en Gasteizko hondartzak comenzó a elaborar un realismo más objetivo. Además Montoia nos ofreció una colección de gran unidad. En ella el ciclo temporal y hilo de las viviencias de las personas que viven durante un determinado lapso de tiempo la historia de Gasteiz conforman los ejes principales de este gran obra. En la colección Baina bihotzak dio (2002), en cambio, Montoia ofreció su punto de vista sobre las distintas formas de destierro que ocurren aquí y allí, con una idea clara además, que el verdadero destierro hay que buscarlo en el propio pueblo de cada uno. El Premio Euskadi, finalmente, le llegó de la mano de la colección Euskal Herria sutan (2006) en 2007. Esta colección esta considerada como un trabajo muy ambicioso. En efecto, el autor detalló una imagen completa de la Euskal Herria actual. Para ello, utilizó formas diversas de expresión narrativa, abundantes y diferentes situaciones y puntos de vista, y una geografía plural. El eje de la obra hay que encontrarlo en las dolorosas heridas de la gente, en los vacíos que no pueden llenar, en sus tragedias. Euskal Hiria sutan es un contrapunto irónico al Obabakoak de Atxaga, un gran fresco, complejo y al mismo tiempo atrayente. Por ahora, Fucking Artits (2011) es la última colección del autor. Presenta menor unidad que las anteriores colecciones y en ella la traición, la corrupción y la decadencia de las personas en modo de bajada a los infiernos forman su particular universo. Montoia toma el papel de escritor moral y atraves de los personajes e historias reflexiona sobre la pérdida de valores morales de los hombres y mujeres.

Montoia también ha cultivado la crónica, ejemplo de ello es la obra titulada Plastikozko loreak erregearentzat (1998, Susa). En sí, es un libro de viajes, una crónica de un viaje realizado a Estados Unidos. En ella, Montoia visita las ciudades de Nashville y Memphis, teniendo como objetivo satisfacer su curiosidad en todo lo relativo a Elvis. Aun no siendo una obra importante, deja muy en evidencia la influencia que ha recibido Montoia de la literatura de Estados Unidos.