Tale

Landa Etxebeste, Mariasun

Errenteria, 1949.

Mariasun Landa Etxebeste nació en Rentería el 5 de junio de 1949. Su obra, prolífica y de sobra conocida, podría situarse en el Ámbito de la literatura infantil y juvenil, siempre que los adjetivos "infantil" y "juvenil" impliquen únicamente un tratamiento específico del lenguaje. A fin de cuentas, en opinión de Landa no existe otra diferencia entre la literatura para jóvenes y adultos:

"Yo estoy de acuerdo en guardar el adjetivo infantil, si ello significa un cierto tratamiento del lenguaje. En el caso de la literatura para niños, no puedes perder de vista que te diriges a unos lectores de una imaginación exuberante pero de una limitada capacidad lingüística" (Olaziregi 1999: 31).

Con este "cierto tratamiento", Mariasun Landa ha escrito una decena de libros. Estos se han traducido a multitud de idiomas, tanto próximos (castellano, catalán y gallego) como extranjeros (inglés, francés, alemán, griego, Árabe, coreano, albanés, etc.).

Los libros de Mariasun Landa han sido merecedores de diversos premios: los premios Lizardi y Euskadi de Literatura Infantil y Juvenil, el primero en 1984 al cuento Txan Fantasma y el segundo en 1991 a la obra Alex. En 2003 la traducción al castellano de Krokodiloa ohe azpian (Un cocodrilo bajo la cama) le valió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, concedido por el Ministerio de Cultura Español. Asimismo, la colección de cuentos titulada Iholdi fue incluida en la lista de honor IBBY de 1992 y el libro Krokodiloa ohe azpian en la de 2006. Elefante-txori-bihotza fue seleccionado en 2001 por la lista White Raven que confecciona la Biblioteca Internacional de Literatura Infantil y Juvenil de Múnich y la OELPI (Oragnización Española para el Libro Infantil y Juvenil) propuso a Landa para el Premio Internacional Andersen (una suerte de Nobel de la literatura infantil y juvenil) en 2008.

Mari Jose Olaziregi no parece, por lo tanto, equivocarse al señalar que "Mariasun Landa es la escritora vasca más fértil y conocida y, junto con Bernardo Atxaga, la literata con mayor difusión internacional".

Mariasun Landa se licenció en Filosofía y Letras a fines de la década de los 60 en París y, de vuelta al País Vasco, trabajó como profesora en las ikastolas de Zarautz y Lasarte-Oria. Actualmente, es profesora de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Escuela de Magisterio de San Sebastián (Universidad del País Vasco). Forma parte, asimismo, de Jakiunde, Academia de las Ciencias, Artes y Letras de Eusko Ikaskuntza.

Los cuatro años vividos en París tuvieron gran importancia para Landa. Se trasladó con 19 años a la capital francesa, tras el famoso mayo del 68, y permaneció allí hasta concluir sus estudios de Filosofía. Por una parte, Landa no encontró el ambiente esperado, puesto que siempre tuvo la sensación (parafraseando el título de su autobiografía) de que la fiesta se celebraba en la habitación de al lado, pero al mismo tiempo admite lo siguiente:

"París fue una fiesta, sí. Porque al mismo tiempo que yo añoraba todo eso con lo que había fantaseado, me encontraba con otra realidad que estoy muy contenta de haber vivido, y me refiero a todo el acceso al mundo cultural, todas las películas que vi en la Filmoteca, los autores que pude leer, el ingreso en la Universidad, la formación intelectual y la gente que conocí" (Almagia, 2007).

Entre los libros que leyó destacan las obras existencialistas de Simon de Beauvoir y Jean-Paul Sartre, mientras que en lo referente al cine, habría que mencionar las películas de François Truffaut.

Cuando volvió al País Vasco en la década de los 70, Landa decidió estudiar euskera. En los siguientes años trabajó en las ikastolas de Zarautz y Lasarte-Oria. En aquella época apenas había materiales didácticos en euskera y esa situación supuso un revulsivo para trabajar la literatura infantil y juvenil.

Si la situación en lo referente al material didáctico y la enseñanza en euskera era "tercermundista" (Landa 2003: 22), no puede decirse que en el ámbito literario fuera mejor. En opinión de Iñaki Aldekoa, Mariasun Landa invirtió este estado de cosas con la publicación en 1984 de Txan Fantasma. En esta obra se narra la relación de amistad que une a Karmentxu, niña autista, y el fantasma llamado Txan. Karmentxu es huérfana y vive con una tía con la que nunca se ha llevado bien, hasta que el médico decide ingresarla en un psiquiátrico.

Cuando se dice que Txan fantasma introdujo la modernidad en la literatura infantil y juvenil vasca se quiere decir que introdujo una corriente realista crítica, alejada de los cuentos de hadas y próxima a la actualidad, llena de relatos muchas veces duros, pero narrados al mismo tiempo con humor, dulzura y sencillez:

"Mezcla de humor y dulzura, el universo de Landa es uno de los más estimulantes y ricos de la literatura infantil vasca. En sus obras se hace eco de la sensibilidad que surgió tras mayo del 68 y presenta temas en los que se cuestionan las nuevas relaciones familiares, los roles hombre-mujer o los conflictos entre niños y adultos" (Aldekoa 2008, 377).

Mari Jose Olaziregi ha sintetizado en cinco puntos las características principales de la obra de Mariasun Landa: realismo crítico -una literatura que no tiene miedo de tratar temas en principio alejados del mundo infantil, tales como la muerte, la soledad o la tristeza-, humor e ironía -técnicas para paliar la negatividad que puedan transmitir los mencionados temas-, estética minimalista y discurso autobiográfico -textos escritos en primera personas acerca del "yo". Menciona, también, el enfoque feminista de Landa, que se aparta de los modelos patriarcales de la literatura infantil y juvenil.

Las obras de Landa son muchas y ricas como para poder ser analizadas una por una, de modo que estudiaremos únicamente las mÁs relevantes. Además de Txan fantasma (1984), se puede mencionar Iholdi. En opinión de Mari Jose Olaziregi con esta colección de cuentos publicada en 1988, Mariasun Landa pasa del realismo crítico de Txan fantasma al minimalismo, es decir, a una estética más simple, económica y sugeridora. Se trata de una compilación de dieciséis textos, la mayor parte narrados en primera persona, en los que no faltan sentimientos profundos como la soledad, el aislamiento o el dolor.

Además del realismo crítico y el minimalismo, se puede hablar de una tercera etapa en la producción en Landa, en la que la escritora se adentra en narraciones más extensas y elaboradas. De acuerdo a Xabier Etxaniz, esta etapa comienzo con Julieta, Romeo eta saguak, publicada en 1994 (2003: 20). Obra llena de humor e ironía, narra la historia de amor de Julieta, una chica golosa, y un joven llamado Romeo. Enamorada de Romeo, Julieta decide hacer dieta. Sorprendidos por el comportamiento de Julieta, y sobre todo preocupados porque ya no hace más pasteles, los ratones de la cocina de Julieta deciden acelerar la historia de amor.

Otros libros de Landa son Alex (1990) y Krokodiloa ohe azpian (2002). Ales es un personaje al que no le gustan ni las aventuras ni el riesgo. Debido a ello, en el colegio le llaman "Alex-aldrebes" (o Alex-al revés). Junto con su amiga íntima Nina, otra anti-aventurera, forma una especie de club. Krokodiloa ohe azpian cuenta la historia de un administrativo llamado Juanjo. Bajo la cama de Juanjo vive un cocodrilo, símbolo de su propia soledad, y solo desaparece cuando el protagonista conoce a Elena.

En 2007 Landa publicó La fiesta en la habitación de al lado, relato autobiográfico de su primer año en París. Escrito originalmente en castellano, Jesus Lasa lo tradujo al euskera con el título Festa aldameneko gelan. El motivo por el que Landa optó en esta ocasión por el castellano es simple: Mariasun aprendió euskera a su vuelta de París, de modo que las vivencias anteriores las experimentó en castellano y francés, y así las plasmó en su texto.

La OEPLI (Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil) la ha presentado como candidata del Premio Internacional Andersen (considerado el Nobel de la Literatura Infantil) 2008 que otorga el IBBY.

Las asociaciones en lengua vasca de Editores, Escritores y Traductores, Correctores e Intérpretes y la Asociación Profesional Ilustradores de Euskadi, así como la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Vasca, le han otorgado en 2011 el Premio Dabilen Elea 2011, en reconocimiento a su fructífera trayectoria en las letras vascas.

Ese mismo año publicó La barca de mi abuelo, de A Fortiori Editorial y traducción de la obra original escrita en euskara Aitonaren txalupan. En 2012 se publicó Maitagarria eta desioa de la mano de la editorial Elkarlanean y en 2013 Pamiela ha publicado su último trabajo bajo el título Inurrien histegia.