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Arriandiaga Larrinaga, José de

Joala.

Militante nacionalista vasco de primera hora, amigo y seguidor del fundador del nacionalismo vasco, Sabino de Arana y de su hermano Luis. Era médico titular de Mundaka y conoció probablemente a Sabino en Sukarrieta hacia 1896.

Escritor vasco sobre temas políticos, económicos y diversos entre el comienzo de siglo y su muerte, fue uno de los más agudos polemistas del primer aranismo. Arana-Goiri disfrutó y apreció su capacidad dialéctica como se advierte por carta dirigida a Ángel de Zabala, escrita durante su última estancia preso, el 28 de julio de 1902: "Gustan mucho los artículos polémicos de "Joala" (...) "Dí a "Joala" descargue pronto toda su mortífera sátira sobre Herrán, que está presentando un hermoso blanco".

Engracio de Aranzadi "Kizkitza" lo calificaría de "polemista originalísimo y, sobre todo, osado", con una "portentosa aptitud de poner al alcance popular sus ideas sobre el nacionalismo", vertiendo ríos de tinta en sus polémicas con toda clase de personas entre las cuales el tierno Herminio de Madinabeitia, el culto Resurrección María de Azkue o el socialista Tomás Meabe.

Según Concuera y Oribe, que siguen a Engracio Aranzadi, se dio a conocer a través de una polémica que sostuvo con el "euskalerriaco" Ulacia en un artículo aparecido en La Patria (nº 6, 1 diciembre 1901) titulado "El Catalanismo", en el que aseguraba que Cataluña, a diferencia de Vasconia, no reunía los requisitos para ser una nacionalidad. Conocemos muchos detalles de su personalidad por el mismo Aranzadi y por la necrológica del semanario Aberri, en la que se puede leer:

"Joala, desconocido por aquí hasta entonces, atrajo desde el primer momento poderosísimamente la atención de todos los que por aquel tiempo caldeábamos nuestro nacionalismo joven con aquellas lecturas sabatinas. Su dialéctica formidable, puesta al servicio de la verdad patriótica, adquiría tales proporciones de invulnerabilidad, al mismo tiempo que de hercúlea fortaleza pulverizadora, que nos llegaba a enloquecer de entusiasmo. Joala, como una maza de golpe seguro y terrible, caía sobre el enemigo, le quebrantaba, le pulverizaba, aventaba sus cenizas y, en fin, se le ofrecía galantemente como su servidor en Jel".

Sería curioso escudriñar en los escritos de "Joala" en donde se escondía la virtud irresistible de su inimitable polémica. Porque hay que tener en cuenta que se lanzó a muy diversos campos, historia, idioma, sociología, etnología... y en todos manifestaba el mismo dominio científico e igual poder convincente y argumentación arrolladora".

"No solamente en los semanarios nacionalistas escribía. De vez en cuando aparecía en algún diario de la localidad haciendo una crítica rajante de cualquier concierto de guitarra o bien -hazaña que causó estupefacción en aquella época- arremetiendo temerariamente contra la vacuna y desafiando a todos sus escandalizados colegas en Medicina a discutir sobre el tema, sin que ninguno pudiese airosamente recoger el guante".

Causó sensación en Bilbao la conferencia que dio el 25 de noviembre de 1905 en la Academia de Ciencias del Instituto Bilbaíno, acerca de los Conciertos Económicos. En esta conferencia, recogiendo dos o tres ideas fundamentales de escritos de Arana-Goiri'tar Sabin (creemos que de El Partido Carlista y los Fueros Vasko-Nabarros) hizo un alarde de lógica puramente nacionalista tan contundente y deslumbradora, que el heterogéneo público que había acudido a escucharle se rindió hipnotizado, sin excepciones. Recordamos que don Gregorio Balparda aplaudió con calor y salía haciéndose lenguas de la conferencia y del conferenciante.

No fue menos ruidosa la conferencia que dio en el Centro socialista de la calle de la Torre. Se presentó "Joala" correctísimamente vestido de levita y sombrero de copa alta y se santiguó antes de comenzar a leer sus cuartillas. La conferencia constaba de dos partes; pero no fue posible comenzar la segunda, porque había tal ausencia de eufemismos en la exposición crítica de las teorías marxistas, que, después de innumerables interrupciones y terminada de leer la primera parte, la mayoría del público -socialista, naturalmente- se opuso terminantemente a la continuación del acto, y "Joala" salió de allí con su copa alta incólume gracias a la entereza de un nutrido grupo de correligionarios que le habían acompañado.

Nosotros creemos que la habilidad de aquel célebre escritor consistía en ejercer cierta fascinación sobre el lector, gracias a un don especial o maestría para exponer los asuntos, acaso enfocándolos a veces de una manera unilateral con habilidad suficiente para absorber la mirada del lector hacia el punto conveniente, lo que le permitía en alguna ocasión defender victoriosamente, por amor propio o por placer de polemista, proposiciones con las que, según confesión propia, no se hallaba conforme.

Y tal vez esa tendencia a la percepción unilateral de las cosas, aplicada a ideas especialísimas que sobre las razas humanas profesaba, fue lo que le apartó de nuestro ideario nacionalista.

Pero el nombre de "Joala" a pesar de todo, es imposible que se borre de entre nuestros recuerdos más luminosos de una época gloriosa en los anales de la expansión de las doctrinas patrias.

"Joala" escribió docenas de artículos en los semanarios nacionalistas: La Patria, Patria, Aberri..., y en otros diarios y revistas de diverso signo: La Gaceta del Norte, El Pueblo Vasco, Novedades, La Baskonia de Buenos Aires... Polemista incansable, sostuvo innumerables controversias con buena parte de los escritores vascos de la época: con Ulacia acerca del catalanismo, con Tomás Meabe sobre las ideas socialistas, Campión, Labayru, Unamuno, etc. De épica cabe calificar la que mantuvo con Herminio Madinabeitia en El Pueblo Vasco de San Sebastián, en una serie de artículos "Acerca de Moraza", que comenzaron el 19 de diciembre de 1903. "Mi único deseo -decía tres días más tarde en carta a Engracio Aranzadi- hoy por hoy, es probar que Moraza no supo lo que eran Fueros vascos y por lo tanto que mal pudo haber sido defensor de ellos". Según Aranzadi: "El eje de su argumentación y el pensamiento informador de cuanto escribió en ocho artículos cuya publicación terminó el 8 de enero de 1904, estaban en esto: "España no fue la patria de los guipuzkoanos, alabeses, bizkainos..." y lo probaba -según Aranzadi- matemáticamente, acudiendo a la etnología y a la antropología, y cuando esto no bastaba, a la arboricultura y ganadería. ¿Cómo olvidar aquellos sus análisis de las manzanas reinetas y camuesas, y de los perros ratoneros, lebreles y alpinos?".

Tras la muerte del fundador se negó a apoyar a los que consideraron que la "evolución españolista" había sido fruto de un desvarío de Sabino, como lo demuestra esta carta enviada a su hermano fechada en Mundaca, 15 diciembre de 1903 y reproducida por Corcuera y Oribe:

"Sr. D. Luis Arana Goiri.
Ustaritz
Querido Luis: En este momento, siete de la noche, he quedado sorprendido al oír a Ispizua que acaba de recibir una carta de V. censurándole que me hubiese dicho que V. preguntó a Grijalba, cuando lo de la evolución, que se fijase si D. Sabino estaba o no loco.

Dispénseme V. que discrepe por completo del sentido que ha dado V. a tal revelación de Ispizua. No hay motivo para censura alguna, y sí, para agradecimiento.

V. no dijo aquello de hermano a hermano, sino de un nacionalista a su jefe; no fue, pues, una declaración de orden afectivo, sino puramente político y, en este orden considerado, Ispizua cumplió con su deber al habérmelo dicho a mí, que, por otra parte, soy el único a quien se lo ha dicho.

Y he dicho que ha cumplido, porque, merced al acuerdo con que ha obrado quedará disipado el error en que se hallaba V. de que la idea de la evolución hubiese tenido su germen en la cárcel.

Me chocó mucho que D. Sabino no se lo hubiese a V. comunicado particularmente antes de publicarlo, y de ahí que la cuenta que me eché fue ésta: yo soy el único que sabe que D. Sabino pensaba en la evolución 4 ó 6 meses antes de su encarcelación; luego todo el mundo cree que claudicó, que fue débil, que pospuso el interés del nacionalismo al deseo de salir de la cárcel y vivir tranquilo en adelante. ¿Qué efectos produciría este error? Los del rebajamiento de su memoria, y si no, antes de 2 ó 4 meses hemos de ver que saldrá por ahí Chimbo u otro diciéndonos que todo eso de entereza y constancia, y que si sacrificó su vida por la idea nacionalista, es pura falsedad, puesto que la idea de la evolución así lo demuestra.

Parte V. de un punto falso: del de considerarse hermano de D. Sabino y no es así, y tan no lo es que no era de su hermano de quien hacía V. esa apreciación, sino del hombre político. Creo que V., Aranzadi, Ispizua, Angel y yo estamos en el deber de hacer público lo siguiente: que la idea de la evolución la tenía ya pensada D. Sabino independientemente de toda cobardía de alma, puesto que se hallaba ajeno a toda sospecha de encarcelamiento cuando me lo dijo a mí.

Si este bien hacemos será debido a que V. dijo aquello, y a que Ispizua me lo dijo a mí. Y he aquí que el dicho de V. servirá de honor a D. Sabino, en virtud de que yo me habría servido de él para considerarme en el deber de dar a conocer la verdad antes que comiencen las malas interpretaciones.

Su correligionario en Jel".

En 1904 dio a la luz en México el folleto Respuesta a un españolista. Primera parte, recopilación de artículos aparecidos en Patria, como réplica al titulado Cartas a un bizkaitarra furibundo. Fue encarcelando, junto con Ángel de Zabala, en diciembre de 1904, hasta finales de enero, en que Sota logró el indulto de ambos.

Siempre disidente de los "desviacionismos", se marchó del Partido Nacionalista Vasco en 1906 por oponerse a la "santa alianza" de los políticos vascos, entre los cuales los de su propio partido, en torno a la renovación del Concierto Económico que consideraba un reconocimiento a la españolidad de Euzkadi. Ello no le impidió seguir publicando y polemizando hasta que en 1921 encontró en los jóvenes escindidos de Comunión un nuevo grupo afín. Desde Aberri mantuvo entre 1921-1922 furiosas polémicas con Engracio de Arantzadi "Kizkitza", que respondía desde Euzkadi, vocero de Comunión.

"Alto, con perilla y sombrero hongo. Implacable detractor de las corridas de toros. Partidario de la medicina natural. Gran músico. Impenitente aficionado a la polémica jocosa, su propia apariencia invitaba a la discusión pues el calzado de Joala era más bien producto de la ciencia de un ortopédico que del zapatero del pueblo. Joala no gastaba jabón por considerar que era un producto artificioso y superfluo, sin el cual podían cumplirse los más exigentes deberes del aseo. Usaba gabán en verano contra el calor, e iba a cuerpo gentil en los días de mayor rigor invernal" (Iñigo Camino: Batzokis...).

Falleció día 8 de julio de 1923 en su Mundaka natal, a los 67 años de edad, víctima al parecer de un exceso naturista, sin permitir que ningún médico le explorara. En julio de 1907 había enviudado de Eustasia de Longa, con la que tuvo tres hijos: Jaime, Julen (ahijado de Sabino Arana) y Prudencia. Contrajo segundas nupcias con Eulalia Aldamizechevarria; con la que no tuvo hijos.