No todas las apariciones o leyendas de apariciones han sido consideradas dignas de recuerdo. Muchos párrocos contemporáneos hablan de feligreses que relatan visiones rechazadas de plano por ellos. En el caso, incluso, de visiones a las que se dio fe en el momento de ocurrir, las pertenecientes a un pasado distante y relacionadas con santos que han perdido popularidad tienen menos posibilidades de ser recordadas que las de otros santos que cuentan con una devoción activa y aún viva. En Cintruénigo (Navarra) no existe ya una ermita dedicada a San Sebastián, y su cofradía ha desaparecido junto con la peste. Es posible que en 1990 ningún vecino de la localidad recordara que San Sebastián se apareció allí y solicitó la construcción de una ermita a una devota pastorcilla, como se afirma en el viejo libro de cuentas de la cofradía (Larraondo Navascués en Beguiristain Gúrpide, 1990, 222). Si el libro se hubiera perdido o si nadie se hubiese molestado en consultarlo, desconoceríamos la visión o la leyenda. Así pues, no podemos estar seguros de que por el simple motivo de que aún se recuerden leyendas de visiones marianas, haya habido siempre pocas leyendas de visiones de santos o de Cristo. Lo que tenemos es una selección cultural de recuerdos útiles o deseables marcados, probablemente, por la fuerte impronta de la popularidad de la Virgen María entre el clero y el laicado desde la alta Edad Media.