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Alarde de Tolosa

Con la expresión "Alarde de Tolosa" se alude en ocasiones, más comúnmente fuera que dentro de la propia localidad, a la actuación de las compañías de escopeteros y de escopeteras durante la festividad patronal de San Juan del 24 de junio.

Esa mañana en plaza Zaharra, frente al Ayuntamiento, las formaciones pertenecientes a diferentes sociedades y grupos recreativos se concentran para la diana anunciadora del comienzo de la fiesta. Sus integrantes van ataviados con pantalón blanco y txapela, camisa o camiseta y chaleco por lo general con tendencia a tonos coloristas. Portan escopetas con munición de fogueo.

Tras la verificación del armamento, realizan un primer desfile. A continuación de la misa mayor en la parroquia de Santa María, esperan a la procesión de San Juan en consabidos puntos del recorrido por el casco antiguo donde lanzan salvas de ordenanza. Una vez finalizada dicha marcha cívico-religiosa, vuelven a formar en plaza Euskal Herria para las descargas finales. Por la tarde del mismo día de San Juan, las compañías solemnizan el cortejo que acude a las tradicionales vísperas que se celebran en la parroquia y a las completas en la capilla de San Juan de Arramele. Pasada la media tarde, en el Prado Grande de Igarondo asisten a la interpretación de la bordon dantza a cargo del grupo baile. Y ya de regreso a la plaza del Triángulo, los vecinos armados proyectan hacia el cielo sus últimos disparos, tras los que se disuelven hasta el año siguiente.

Tolosa

A la vista de este esquema, cualquiera puede ver que el denominado aquí como "Alarde de Tolosa" posee evidentes similitudes con otros del mismo nombre. Pero una observación más atenta a la luz de la tradición nos muestra también claras diferencias.

Lo primero que se debe señalar es que, a diferencia de Irun, Hondarribia o Antzuola, cuyos alardes conservan su primigenia identidad, la celebración de armas en la antigua capital de Gipuzkoa nos llega más bien como una intervención festiva, sin ese carácter propio y original. Esto no solo hace distinguible la celebración tolosarra respecto de aquellas otras, sino que explica también el que no haya costumbre de llamarlo "alarde" dada la significación que, sobre todo en Gipuzkoa, tiene esta palabra; como decíamos al comienzo, el pueblo tolosano más comúnmente lo denomina como "los escopeteros y las escopeteras".

Creemos que este matiz posee su importancia, por más que a un observador ajeno a estas disquisiciones históricas pudiera parecerle que no existen diferencias sustantivas entre lo que se hace en Tolosa por San Juan, a lo que en Irun por San Marcial o en Hondarribia por la Virgen de Guadalupe.

Dicho esto, es el momento de volver la vista atrás para conocer algunos antecedentes que enlazan la fiesta de San Juan con la presencia de hombres armados en la villa de Tolosa.