Francesada. En marzo del año 1810 la partida de guerrilleros de Javier de Mina atacó a un destacamento francés, compuesto por 500 granaderos y 50 jinetes, que se dirigían de Pamplona a Obanos. Los guerrilleros lograron cercar y rendir a los franceses, pero cuando éstos iban a entregar las armas, aparecieron en su socorro 700 jinetes. Mina, falto de municiones, se retiró con su gente a los altos de Subiza, sufriendo la pérdida de 14 heridos. De Subiza los guerrilleros se encaminaron hacia el lugar de Gerendiain. El 17 de julio del mismo año los guerrilleros de Espoz y Mina dieron muerte a 16 «renegados» en Subiza. Los «renegados» fueron hechos prisioneros durante un combate mantenido por los guerrilleros con una columna francesa en las cercanías de Pamplona. El 22 de marzo de 1813, el general Abbé, al frente de 3.000 infantes y 180 jinetes, salió de Pamplona por la carretera de Tafalla, ocupando los pueblos de Beriain y Subiza. No había quedado en ambos pueblos ni un solo habitante y la tropa francesa comenzó a dedicarse al saqueo. Pero José Górriz, jefe accidental de la división de guerrilleros de Espoz y Mina, sabedor de este movimiento, ordenó marchar sobre Subiza a los batallones 1 .º, 4.º y 5.º, situados en diferentes puntos, mientras él con el tercer batallón y parte de la caballería se encaminaba al mismo lugar desde Puente la Reina. Tan sólo con el tercer batallón atacó a los franceses en Subiza, desbaratando sus líneas. Abbé con su gente se retiró a Beriain, donde se rehizo e inició un vivísimo fuego, sostenido durante dos horas y media. Entonces llegó el primer batallón y a su vista se enardeció de tal modo el tercero que atacó a los franceses con gran ímpetu, pese a su inferioridad numérica. Pero sobrevino una densa niebla y después una borrasca, por lo que se suspendió la lucha, retirándose los franceses a Pamplona y refugiándose los guerrilleros en las bordas de Subiza. Durante esta batalla los guerrilleros sufrieron unas cien bajas, mientras que las de los franceses sumaron doscientas.