Lexique

RELIGIOSIDAD

La religiosidad durante la guerra de 1936-1939. Juventud y gudaris. Para aquilatar la religiosidad de los gudaris y emakumes, o sea, la juventud de ambos sexos, vamos a tomar algunos testimonios publicados en libros y periódicos como muestra modélica de la religiosidad de algunos gudaris y otras personas fusiladas por los cruzados franquistas:

José María Azcarraga: Cronista de guerra del diario "Euzkadi". Apresado en Laredo se le condujo al penal del Dueso en Santoña y luego a la cárcel de Larrinaga. Sometido a un simulacro de Consejo de Guerra, ya en capilla, escribió estas palabras:

"Ante el piquete, sereno y tranquilo, sin el más leve temblor en mis labios ni en el pulso, con la tranquilidad que proporciona la conciencia limpia de falta alguna de las que se me imputan, voy ante el Juez Supremo, el Verdadero. Agur". "He amado mucho a mi patria. Para mi gran honor, esa es la única falta que se me pudiera imputar. Y sólo os pido que la améis vosotros también". "No lloréis mi muerte. Que en vuestra alma viva la eterna alegría que en estos instantes vive en la mía. -¡Qué hermoso". "Ya el sacerdote ha confortado mi espíritu con el Pan de los Angeles y, después de esto... ¡Qué importa la muerte! No lloréis, pues. ¡Si viérais la alegría que inunda mi corazón al pensar que muero por haber amado a Euzkadi!". "Ni una venganza quiero para mi muerte. Valor y patriotismo, patriotismo, patriotismo".

Así murió el patriota José María de Azkarraga a los 23 años de edad, el 16 de diciembre de 1937, en el cementerio de Derio.

Florencio Marquiegui. Este destacado personaje del PNV era alcalde de Deba (Guip.) cuando le sorprendió la guerra de 1936. He aquí una carta escrita en euskara a su esposa el día anterior a su ejecución en el Dueso. La traducción es de Astilarra de cuya obra tomamos este original:

Dueso 15-X-37. Maritxu maite-maitea: Ordu gutxi barru donokira noa, Jaungoikoak Bere besoetan artuko nauan uste oso-osoakin, maitien zindudanian eta zurekin eta gure txikiakin bizitzeko poza aundien zanean. Jaungoikoak Berak daki zer egiten duan eta Bere naia egin bedi. Idazteko astirik ere oso gutxi utzi didate. Gure aurtxoak Jaungoiko bidetik azitzen jakin dezazun gure Jaunari eskatuko diot. Gure odol au ez da alperrik izango; zuek utzitzeak ituntzen nau, bestela mundu ontatik alde egiteko aurrez ordua jakitea... orixe Iaungoikoak eman lezaken eskerrik aundiena eta neri eman dit. Muxu asko eman nere eta zure Itziartxo, Lore, Nekane... ezin jarraitu det. Bai maite zaituztedala... zerutik lagunduko dizoet. ¡Agur Maritxu, agur...! agur txikitxuak... Gora Euzkadi azkatuta. Jaungoikoagan bakarrik lotuta. Maite, maite zaitu zure Polentzi.

Dueso 15-X-37. Queridísima Maritxu: Dentro de muy pocas horas voy al cielo, con la absoluta seguridad de que Dios me recibirá en sus brazos, y ello cuando más te quería y cuando mayor era mi ilusión para vivir contigo y con las pequeñas. Dios sabe lo que hace y acatemos su voluntad. Me han dejado muy poco tiempo para escribir. He de rogar mucho para que nuestras hijitas crezcan en el Señor. Nuestra sangre no será vana; sólo me apena dejar a vosotras, de lo contrario, el saber con antelación la hora en que debo morir... es la gracia más grande que Dios pueda darros y a mí me ha concedido. Muchísimos besos a nuestras Itziartxo, Lore, Nekane... no puedo proseguir. Cuánto te quiero... desde el cielo os ayudaré. ¡Adiós Maritxu, adiós... adiós pequeñitas... Viva Euzkadi libre, atado solo a Dios. Te quiere muchísimo, tu Florencio.

José María Amadoz. He aquí la carta escrita por un hermano de nuestro vendedor Agustín cuando teníamos la editorial "Beñat Idaztiak"; en la guerra Comisario Político del batallón Solidario San Andrés:

Bilbao (Cárcel de Larrínaga), 15-16 de diciembre de 1937. Srta. María Amadoz Aguinaga. Jaraute 56-1.° dcha. Pamplona. Querida hermana: Para cuando llegue a tu poder esta carta, habré dejado esta tierra. ¡Para qué llegar a detallar! Sabed que Dios me ha asistido con su inmenso cariño, dándome valor y serenidad hasta ahora, y le pido y creo que me concederá hasta el final. Hemos oído misa y hemos comulgado y comprenderás que con tal asistencia pueda mirar sin temor a lo que humanamente siempre nos causaba espanto. A los papás, a tí y a Agustín, os ayudará Dios, como a mí. Que papá me perdone. Que mamá lleve en su cuello la imagen de la Purísima que yo tomé como intercesora y a tí te incluyo la estampa de San Miguel que me mandaste y a Agustín mi cinturón que quedó en manos de un amigo. No tengo más objetos de mi uso. ¡Pero los papás! A tí, María Rosa y a Agustín os corresponde el velar por ellos. Su suerte me apuraría si no os conociera a vosotros. Cumplid y haced por ellos lo que yo hubiera querido. ¡Y tu disgusto! ¡Qué tragedia ocurrir esto precisamente en el día de tu visita! Acéptalo como una prueba más de Dios. A todos vosotros ánimo y confianza en El. Os pido vuestras oraciones y yo en mis últimas pido, además, de mi salvación, la vuestra y que os proteja la tierra. Que de ser posible celebren funerales por mi alma don Nestor de Zubeldia y don José Alcoz. A ambos mis respetuosos saludos. Despedidme de todos mis amigos, yo no puedo escribir a todos. Y vosotros, Agustín y María Rosa, recibid y dad a los papás muchos besos y abrazos míos. A los papás consoladles con extremo cariño, os lo pide en la puerta de la muerte vuestro hermano que os quiere. José María.

Esteban de Urkiaga "Lauaxeta". Destacadísimo poeta euskérico de la preguerra hecho prisionero. Poco antes de morir fusilado escribió esta poesía y también una breve carta que reproducimos: Declina el día Oh, Divino Viajero, entra en mi morada, pues en ella tienes amorosa acogida; séame vida tu palabra. Hasme mostrado las Sagradas Escrituras, me has regalado sus esencias deliciosas; envíame tu habla sabrosa. Y teniendo todo mi interior encendido, conviértaseme en luz la sombra de la muerte; todo me es grato Contigo.

Bernardo ESTORNÉS LASA

Ver CRISTIANISMO.