Quartiers

MANURGA

Carnavales de Manurga. La víspera del jueves de Lardero, los niños montaban un muñeco vestido con traje o con una sola prenda, llamada vulgarmente buzo. El monigote relleno de paja calzaba abarcas. Tocado de boina, su cara era un trapo pintado y con bigote hecho con barba de mazorca de maíz. Lucía guantes y pañuelo al cuello, y si iba trajeado llevaba los brazos extendidos, sobre un esqueleto dé dos palos cruciformes. Al muñeco lo colocaban sobre una carretilla y con él llevaban a cabo la cuestación anual. El saludo de los niños que se repetía en todas las casas en la década de los años veinte, era el siguiente: «Señora, vaya partiendo una libra de tocino, tres o cuatro chorizos, alubias, también garbanzos y perrillas para el vino, para andar por el camino. Si nos dierais una para el hijo suyo, y nos dierais dos para el hijo de Dios y nos dierais tres para San Andrés, si nos dierais cuatro para el hijo santo, si nos dierais cinco para San Francisco, si nos dierais seis en el cielo lo veréis. La rama primera está en la Magdalena, la rama de atrás está en San Blas, la rama la orilla la Virgen María». Terminada la postulación, para disponer la jornada festiva que seguía recurrían a la baraja. Repartían las cartas y en casa del que le correspondía «La Polla» («As de Oro») comían, merendaban y cenaban el jueves de Lardero, festivo para los niños. Este día por la mañana acudían a misa, a continuación se disfrazaban algunos y al atardecer daban fuego al muñeco. Ref. Juan Garmendia Larrañaga: Carnaval en Álava, p. 85-87, San Sebastián 1982.