Cinématographiques

Frío sol de invierno

Primer largometraje de Pablo Malo. Fue producido en 2004 por Luis Goya. Pablo Malo provenía del mundo del cortometraje donde había obtenido éxitos importantes con trabajos como El ángel de mármol (1995) o Jardines deshabitados (2000). En su debut en el campo del largo Malo se lanzó a una historia dura, tétrica y llena de desolación.

Adrián (Unax Ugalde), un joven de buena familia, tras recibir el alta médica en el sanatorio donde ha estado ingresado por sus problemas mentales descubre que su padre le ha abandonado, dejando a su nombre la casa familiar. A la vez, en un mundo marginal, Gonzalo (Javier Pereira), un joven que malvive con trabajos de poca monta es engañado por el dueño de un cementerio de coches que después de tenerlo trabajando durante la noche le paga al final menos de lo estipulado. Al dejar el trabajo Gonzalo entra a la casa de Adrián a robar y ahí se cruzan sus vidas dos seres que tienen en común más de lo que imaginan. La película es un descenso a los infiernos de Adrián, un joven atormentado por su trastorno mental, por un hecho terrible acaecido en su infancia y por la falta de expectativas que le depara su futuro una vez que su padre le ha dejado solo. A través de Gonzalo Adrián contacta con un mundo de bajos fondos poblado de perdedores que en principio le es ajeno. Allí vive Raquel (Marisa Paredes), la madre de Gonzalo, una prostituta derrotada y envejecida que se revela al final como un ser determinante en la vida del protagonista. Mientras, Adrián, en su afán de encontrar a su padre, encuentra una pista que le lleva a Lisboa. Allí descubrirá que su abuela, que él daba por muerta, todavía vive.

Lo mejor de Frío sol de invierno es su impecable resolución técnica. Sobresale su extraña ambientación. Extraña porque es una película de atmósfera marginal que sin embargo huye de esa estética sucia típica en este tipo de producciones. La visión de Malo es muy diferente en ese sentido. Los encuadres, por ejemplo, son muy amplios. Las casas dan siempre sensación de gran espacio gracias a los largos pasillos y a los altos techos. La asfixia provocada por esos hogares pequeños habitados por muchas personas, norma corriente en un film de estas características, no tiene cabida en Frío sol de invierno. Y la imagen es limpia y cristalina, en claro contraste con la mezquina miseria que inunda todo el metraje. Quizás el único reparo del film es su exagerado acento melodramático. El guión a veces se pierde en soluciones demasiado convencionales que casi rinden homenaje al mundo de la telenovela. Adrián es un pobre niño rico que ha asesinado a su madre porque ésta le ponía en evidencia con sus problemas con el alcohol. No falta la humilde joven seducida por un joven de familia acomodada y que, al quedar embarazada, se ve arrojada para siempre a una vida de prostitución. Y para aumentar más la tragedia la prostituta y Adrián están unidos por un estrecho lazo que sólo al final será descubierto por el espectador. En todo caso es una película realizada con talento, acertada en su descripción de un mundo de perdedores y sumamente original en su ambientación. Pablo Malo obtuvo el Premio Goya a la Mejor Dirección Novel. La película fue la gran vencedora del el Festival de Viña del Mar al lograr tres premios (Mejor Actor para Unax Ugalde, Mejor Actriz de Reparto para Marisa Paredes y Mejor Fotografía para Pablo Rosso). Otros premios logrados por Frío sol de invierno fueron el Premio del Público en el Festival de Ourense, el máximo galardón del certamen de Tudela y el Premio a la Mejor Opera Prima de "El Mundo" al Cine Vasco.

  • Roldán Larreta, Carlos: Secundarios vascos de primera, Donostia-San Sebastián, Filmoteca Vasca-Euskadiko Filmategia, 2008, 272 pp.
  • Roldán Larreta, Carlos: Secundarios vascos de primera 2, Donostia-San Sebastián, Filmoteca Vasca-Euskadiko Filmategia, 2008, 311 pp.