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CANTABRIA

Nombre. Quizá por la expulsión de los cántabros fuera de su tierra y el establecimiento de éstos en las vegas y llanuras, el nombre cántabro, hasta entonces tan conciso y bien delimitado, se extendería a toda la región autrigona, por lo menos entre los medios intelectuales romanos. Juvenal, en la Sátira XV, se refiere al sitio de Calahorra por Afranio: «Vascones (ut fama est) alimentis talibus usi, - Produxere animas...». El poeta termina preguntando ¿pero cómo ha de ser estoico el cántabro en tiempo del antiguo Metelo? «Melius nos - Zenoni praecepta monent; Nec enim omnia quaedam - Pro vita facienda putant. Sed Cantaber unde - Stoicus, antiqui praesertim aetate Metelli?». En un párrafo de César en el lib. III de su Comentario de bello Gallico hay dos afirmaciones que se han venido barajando quizá indebidamente: que los aquitanos pidieron auxilio a las ciudades de la Hispania Citerior que les eran finitimos (limítrofes) y otra que llegaron cincuenta mil cántabros que pelearon en las luchas por la independencia aquitana. Este pasaje deja ver que se consideraban aquitanos los pueblos costeros limítrofes con los cántabros como mucho más tarde, en los s. VII u VIII, aparecen como condados del Ducado de Vasconia (aquitana). La fundación por los godos del Ducado de Cantabria sobre las tierras de la Rioja, Bureba y Cantabria propiamente dicha, contribuyó a ir haciendo sinónimo de navarro, de vizcaíno, y de vasco en general dicho nombre. El Tudense, el Gerundense, Curión, Paulo Jovio y muchos otros historiadores llaman ya cántabros a los navarros. El nombre fue extendiéndose hasta ser sinónimo de vasco y de vascuence. En la época de la Revolución Francesa (1789) hubo un regimiento denominado «Royar-Cantabre». También se llama Mar Cantábrico a todo el mar del Golfo de Vizcaya, que en los textos franceses es Golfo de Aquitania. Estos confusionismos de los tiempos modernos con abundancia de medios informativos, dejan ver el peligro de confusionismos mayores en épocas de difíciles comunicaciones. El mismo Plínio habló de un monte copiosísimo en mineral de hierro en la «parte marítima de Cantabria». Alude al actual Somorrostro en Vizcaya pero limítrofe casi con los cántabros.