Arquitecto navarro, hijo de José Yarnoz, nacido en Buenos Aires en 1914. Comienza a trabajar en Madrid, donde realiza sus estudios, pasando poco despúes a desarrollar su labor en Navarra al construir en el puerto de Ibañeta la capilla conmemorativa de la batalla de Roncesvalles. En 1966 es nombrado arquitecto responsable del servicio de restauración de la Institución Príncipe de Viana. Tiene en su haber las restauraciones del Ayuntamiento, claustro de la Catedral, Cámara de Comptos y Sala de armas de la Ciudadela, en Pamplona; en Sangüesa, el Ayuntamiento, palacio de Valdesantoro y la iglesia de San Adrián de Vadoluengo; en Estella, la casa de Fray Diego y la iglesia del Santo Sepulcro. También, la ermita de San Pedro de Echano en Olóriz, el cerco de Artajona, San Jorge de Azuelo, la parroquial de San Martín de Unx, las iglesias de Villamayor de Monjardín, Fitero y Santa María de Olite, donde concluyó asimismo la restauración del Palacio real comenzada por su padre. Con F. Iñiguez Almech, San Miguel de Aralar, y -junto con José Luis Arrese- el monasterio de la Encarnación de Corella. Ha colaborado en las labores de restauración de los monasterios de La Oliva, Irache, Iranzu y Leire. Colaborador de la revista Príncipe de Viana y miembro correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.