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Trujal de La Marquesa

Lamentablemente parece que no consta una fecha de construcción exacta de este trujal. Los primeros testimonios escritos conservados que citan la presencia de un centro productor de aceite en Cabanillas datan de fines del siglo XIX. No obstante, el tipo de edificio que lo alberga parece una construcción más antigua, construida ex profeso. Existen, además, ejemplos similares en otras comarcas que apuntan hacia esa mayor antigüedad. El de "La Marquesa", único trujal documentado en Cabanillas, es un inmueble exento de planta rectangular con una superficie de unos 500 m2. Cuenta con dos alturas, rodeadas de muros espesos de mampostería. Los pilares que sustentan el tejado a cuatro aguas son de sillería. En la planta baja, de piedra y ladrillo, se encuentran propiamente el trujal y una pequeña cuadra. Cabe destacar el pequeño tamaño de los vanos de esta planta con el fin de mantener una temperatura fija en el interior de 18-20 º C que permita la separación de aceite y pulpa de oliva.

El piso segundo se reserva para almacén y estancias de los trujaleros. Uno de los elementos arquitectónicos más característicos de este edificio es la peculiar escalera exterior de doble rampa y trazado curvo que da acceso a la planta superior. Según los expertos, se trata de un tipo de escalera similar a las empleadas en bodegas y lagares sicilianos del siglo XVIII. Otro elemento singular es la recia torre en uno de los lados, propia de aquellos trujales que deben soportar el empuje de prensas en su interior. Se conservan los grandes huecos de la planta alta por donde se introducían las olivas recolectadas.