Kontzeptua

Senidetasuna (1993ko bertsioa)

El enigmático ugaz-. Lo único que queda de este análisis es el reconocimiento, obvio por otra parte, del primer elemento. No hay, en efecto, necesidad de probar lo que a muchos nos es conocido por el habla diaria: que ugaz-, variante prefijada del autónomo ugatz, sirve para expresar en una larga serie de compuestos un parentesco legal, de adopción, no de sangre: ugaz-aita «padrastro», -ama «madrastra», etc. La versión de Azkue por «nutricio» es válida, por cuanto alude a una comunidad en la alimentación y en la crianza: cf. lat. mamma «nourrice, maman» y «mamelle». En términos ingleses, puesto que Azkue acudió al inglés, estaría mucho más cerca de foster father, etc. (ant. fóstor faeder) que de ingl. stepfather (ant. stéopfaeder), al Stief- . En suletino el prefijo, que mienta además el parentesco espiritual, desarrollo indudablemente secundario, presenta la variante egüz-, pero todavía en Onsa (1666, p. 2), se lee vgazaita. La alternancia ugaz-legüz-, que no ofrece dificultad mayor, hace innecesaria la opinión de Bähr (p. 36) conforme a la cual no se concibe bien cómo ema- en emazurtz puede ser «corrupción» de umezurtz, a pesar de que está documentado haur-zurtz «huérfano», con haur = (h)ume, y de que emazurtz se aplica tanto a huérfanos como a huérfanas. Lo que es bien distinto de ugazama es hazama, sin que tenga el menor valor la apresurada identificación de Schuchardt (en Axular, p. 42) (vnhidea eta) haz-ama, traducción de nutrix, poco tiene que ver con ugaz ama (p. 39, versión de nouerca). Azkue, como se ha visto, alude a la semejanza de ugazaba con el común osaba «tío» y con asaba. Este último lo da Azkue con a larga o geminada como vizcaíno de Marquina, en otras palabras, como término de Moguel en Peru Abarca, obra con una tradición manuscrita de cerca de 80 años, y en cuya edición no se sabe hasta dónde se han respetado las notaciones del original. Del impreso, sólo tengo recogido un ejemplo de aasaba (Euscaldunac bagara benetan, vici vear dogu gueure aasabac eracatsi deuscubezan ecandubacaz «si somos vascos, hemos de vivir con las costumbres que nos han enseñado nuestros antepasados», p. 55), contra asabac, repetido en p. 47 y 50. La geminada no sería improbable en principio, si se piensa en la posibilidad de que -sa- sea ahí la variante composicional normal del suf. -so, nada inesperado en una palabra con esa significación; un radical ya antiguamente monosilábico con dos sufijos (-so + -ba) sería por lo menos sorprendente. Mi propuesta, como ya se habrá quizás adivinado, consiste en identificar precisamente con este asaba, término de forma y valor bien establecidos, la segunda parte de ugazaba: el área de difusión de ambos términos, simple y supuesto compuesto, es aproximadamente la misma. Es decir, que el valor anterior de éste sería algo así como «foster-forefather», en vez de «foster-father», es decir, «antepasado, mayor, nutricio», mejor que «padre». Compárese lat. maior, maiores, y vasco nagusi, que significa «natu maior», o la evolución semántica de lat. senior; recuérdese, por otra parte, que amo, es inseparable de ama. Es poco verosímil una relación entre asaba y vizc. asa(g)o «lejos» (y «lejano», cf. cast. ant. lueñes tierras, etc.), sugerida por Bähr (p. 20) aunque salta a la vista, como él apunta, que éste es un antiguo comparativo; lo mismo ocurre con inglés near «cerca», ant. néar, comparativo de néah «nigh». Un paralelo inmediato nos lo ofrece el cast. lejos, ant. lexos, del comparativo latino laxius. El radical de asa(g)o puede muy bien ser lasai, lasa- «laxus, etc.» (que no tiene que ser por necesidad un préstamo): para la inestabilidad de las sonantes iniciales, recuérdese la variante nasai, como también que junto a neurri, leurri, sin duda un ant. participio («medido»), Azkue registra horri, igualmente «medida», como b.-nav. de Larressore. Si todos los compuestos con ugaz-, sin otra salvedad que ugazaba, tienen como elemento final un nombre de parentesco, ¿por qué ha de constituir éste una excepción si puede ser reducido al tipo común? El aspecto formal, fonológico, de la ecuación ugazaba = ugaz-asaba, con su reducción aparentemente gratuita de -asaba a -aba, que a un profano puede parecerle aventurada, si no sencillamente temeraria o disparatada, es, bien al contrario, el que más fuerte sostén encuentra. Hay una abundante colección de ejemplos, que he recogido en otro lugar, (FHV; p. 291 ss.) Añádase, además, a.-nav., etc., etxola «choza», cuyo modelo está en etxe-xola, ya en Etcheberri de Ciboure (véase Don R. M.ª de Azkue lexicógrafo, folklorista y gramático, Bilbao 1966, p. 36, n. 21). Como sinónimo de iziapen «espanto», de -tza + -pen, aparece en textos labortanos más recientes izialdura, que es posiblemente un compuesto de izi y ardura, con disimilación. Esta pérdida disimilatoria de una sibilante cuando hay otra u otras en la misma palabra, que en su gran mayoría son totalmente incontrovertibles, está probada; alguno, además, como Anso, patronímico Sanoiz, remonta muy arriba en la Edad Media. No sé hasta qué punto puede esto extenderse a zona románica, aunque próxima: en todo caso, el mod. Caicedo en Álava (acentuado Caícedo, según mis informes) está escrito dos veces Cassizedo en el Cart. de San Millán (91, 1025). No sé si por la situación puede ser puesto en relación con (de) Fonte Carrziceto, Karsicedo (variante Carsecedo, Charssecedo), en Valpuesta (1 s., 804), y, por el origen, con Quecedo, en Burgos, part. jud. Villarcayo. Desde luego es seguro que el Noceto sico de San Millán es el Noceco actual. A ellos puedo ahora añadir, como muestras no menos claras, por ej. gortaisa «estiércol» en el Supl. de Larramendi (léase gortaits + -a), procedente seguramente de la parte perdida de Rs, de gorta-sits, formado como vizc. peru-sits «guano», lit. «estiércol del Perú», de guip. vizc. sits, sinónimo de sats, «basura, estiércol»; en la misma fuente se recoge el or. jats «(escoba de) retama», variante clara y claramente secundaria del general isats (Ax., etc., recogido también en el Supl.) «id.» (vizc. gisats). En toponimia se pueden hallar casi tantos ejemplos como se puedan desear: en nombres de caseríos de Amezketa hacia 1810, recogidos recientemente por J. Elosegui [BRSVAP 24 (1968)], 242 s., hay Apaechea y Apaecheco borda, evidentemente de apaezetxe «casa cural», y Fransena< Frantses-(ar)-ena. La duda apuntada en Apellidos vascos (núm. 193) sobre la formación anómala de Eguiazabal, Idiazabal (tota nostra ereditate de Lazcano et de Iuiazaual, García Larragueta 101, año 1199), que parecen ostentar un nombre determinado delante del adjetivo, quedaría desvanecida si se postulan derivados en -tza + zabal (cf. iziapen, n. 32). Algo parecido esperaría yo encontrar en el continuador moderno del topónimo Heziza zaual, s. XI, estudiado con otros por M. Agud (BRSVAP 24, 1968, 323 ss.).