Kontzeptua

Sábado Santo o de Gloria

Los evangelios señalan que a la muerte en la cruz de Jesucristo se sucedieron una serie fenómenos naturales:

"Desde la hora sexta se extendieron las tinieblas sobre la tierra hasta la hora nona (...).

La cortina del templo se rasgó de arriba abajo en dos partes, la tierra tembló y se hendieron las rocas; se abrieron los monumentos y muchos cuerpos de santos que dormían, resucitaron y saliendo de los sepulcros ..."

San Mateo 27, 45 y 51-52

Además, el día siguiente era sábado y como señalaba la ley judía, no era lícito realizar actividad alguna, por lo que los seguidores de Jesús debieron respetar el precepto evitando preparar y adornar su cadáver. Previamente, un hombre bueno y justo llamado José de Arimatea que a su vez, era miembro del consejo, solicitó llevarse el cuerpo de Cristo y ayudado, lo bajaron de la Cruz, lo envolvieron en una sábana y lo llevaron a un sepulcro nuevo cavado en la roca y situado en un huerto cercano. Por todo ello, la quietud, la falta de manifestaciones públicas y la reflexión van a inundar los actos conmemorativos de la jornada.

Al anochecer y en el contexto de clásica celebración de la Vigilia Pascual, se da comienzo al tiempo de la Pascua de Resurrección con el encendido del cirio pascual y de igual modo, el color de la casulla del oficiante variará del negro (luto riguroso) al blanco (símbolo de pureza y alegría). Todo ello, apunta a la esperada resurrección que dará fin a la nuclear Semana de Pasión y abrirá la semana de Pascua.