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IDOATE

Idoate cuenta con un reducido caserío formado por viviendas aisladas y dominado por la iglesia en un alto. En él predominan las grandes casas de muros enlucidos y sillería en vanos y esquinales, con cubiertas de dos o cuatro aguas. Una de estas casas presenta un arco de medio punto moldurado con escudo perdido en la clave, propio del siglo XVI, sobre él la inscripción AÑO 1819.

Se conserva la ermita de San Miguel fechada en el siglo XVI. Presenta planta rectangular, muros de sillarejo y cubierta a dos aguas sobre vigas de madera. A esta fábrica se le añade una casa de ermitaño. A su interior se accede a través de una pequeña puerta con dintel de piedra sobre ménsulas. En el interior tan solo se conserva una talla de Santa Bárbara de estilo barroco popular ya que las otras tallas se conservan en Lerruz, lugar que comparte esta ermita con Idoate.

La historia de la construcción de la parroquia de Santa Águeda resulta algo confusa, con sucesivas intervenciones entre 1599 y 1696 a partir de una fábrica gótica del siglo XIII. Están documentados varios maestros. El primero, Domingo de Echarri quien, a comienzos del siglo XVII, interviene en la cabecera y una pared. Entre 1600 y 1690 son los canteros Martín y Pedro de Sarasti, vecinos de Monreal; Juan de Alonso y Juan de San Miguel quienes se encargan de muros exteriores, paredes, tejados, capillas, etc. Todo ello conforma una iglesia de nave rectangular que aprovecha el espacio medieval, dividida en cuatro tramos desiguales, incluida cabecera recta y con cubierta de bóveda de tercelete, salvo el tramo del coro que presenta una bóveda de lunetos ya de época barroca. Todo este espacio se completa con una capilla rectangular que se abre por el lado de la Epístola, un coro de 1696, a los pies, y la sacristía rectangular abierta por medio de un dintel abierto en la cabecera y con cubierta de bóveda de aristas.

Al exterior se presenta como un bloque de sillarejo con recrecimiento reforzado por contrafuertes en el lado del Evangelio. Una portada gótica del siglo XIII se abre en el segundo tramo de la Epístola, con tres arquivoltas y guarda lluvias exterior que apoyan en baquetoncillos y capiteles de hojas esquemáticas de tosca talla. La torre es de sillar y se alza sobre el coro con un cuerpo prismático rematado en medio puntos.

En el interior se conservan además de dos retablos, varias piezas entre las que se encuentra una pila bautismal románica situada en el lado del Evangelio. Esta pila presenta pedestal cuadrado, fuste con cimacio rematado en un cuerpo decorado con arquerías, taza con subcopa semiesférica y copa cilíndrica ornamentada con una doble hilera de arcos de medio punto, de menor tamaño las del nivel superior.

En el coro se guardan las imágenes de San Francisco Javier y San Fermín, procedentes ambas del retablo mayor y el sagrario de dicho retablo de comienzos del siglo XVII, de planta trapezoidal con el relieve del Resucitado en la puerta. También de estilo barroco pero no procedente del retablo mayor es una talla de un apóstol cuya pareja se guarda en la sacristía. En la sacristía se custodian también una talla de San Miguel de estilo barroco popular y un cáliz de plata, única pieza de orfebrería de esta parroquia, fechado en la segunda mitad del siglo XVI con estructura y decoración renacentista. Presenta base circular, astil cilíndrico con nudo y copa abierta.

De los dos retablos conservados en la parroquia, el retablo mayor lleva la traza del arquitecto Juan de San Miguel y lo realiza en 1720, junto con el retablo colateral del Sagrado Corazón, el arquitecto y escultor Diego de Garayoa. Está formado por banco, cuerpo de tres calles con columnas salomónicas y ático de medio punto entre estípites. La decoración vegetal barroca se localiza en puntos concretos de la mazonería. Algo más tardío y de estilo rococó es el sagrario expositor. Se exponen en el retablo las imágenes modernas de la Inmaculada y San Francisco Javier y las barrocas populares de Santa Águeda y el Crucificado.

El retablo del Sagrado Corazón presenta banco, un solo cuerpo con hornacina y ático de hojarasca barroca. Sobre el altar se venera una gran Virgen sedente con el Niño sobre su rodilla izquierda, gótica del siglo XIV, con policromía ya del siglo XVI. Un San José del siglo XIX y un Crucificado barroco del siglo XVII de expresiva anatomía completan el ajuar de la parroquia.

Carmina RIUS SALETA