Kontzejuak

IBIRICU

Su señorío perteneció a Martín Jeméniz de Lerga, cambeador de Tudela, de quien lo compró el monasterio de la Oliva con las villas de Lodosa y su castillo y San Costamiano, que hoy no existe. El monasterio los traspasó al rey D. Carlos II en 1350, con la condición de dar al mismo monasterio 100 libras y 200 cahices de trigo anuales. En 1368 dicho rey donó la villa de Ibiricu y la de Lodosa a su caro amigo Hugo, vizconde de Cardona, para él y sus sucesores a perpetuo, para facer de eillos á su voluntad. En 1395 el pueblo de Ibiricu pagaba 20 cahices de trigo de pecha, la cual correspondía a Mosen Martín de Artieda, quien la compró, a una con otros lugares, de D. Juan Ramírez de Arellano y Juan Ramírez el mozo. Según refiere Idoate en Rincones... t. II, págs. 293 y 294], hasta el año 1562 los pueblos del valle de Egüés habían hecho siempre juntos las procesiones a Pamplona, la Trinidad de Arre, Labiano y Santo Domingo. Pero por algunas diferencias comenzaron a hacerlas aisladamente. Por ello el siete de mayo del citado año se reunieron en la casa de la Cofradía de Elcano los jurados de Ibiricu, junto con las autoridades del valle, decidiendo ir de nuevo todos juntos a las procesiones y fijando las normas para efectuarlas. También refiere Idoate, pág. 253, que los frailes del monasterio de Iranzu poseían diversas posesiones en Ibiricu, como se desprende de un inventario de los bienes del monasterio que se hizo en el año 1582. Entre ellas estaban la abadía con derecho a nombramiento de abad; 80 robadas de tierra y una casa, arrendado todo en 30 robos de trigo y 5 de cebada; un término llamado Alice, con derecho a poner guarda, y el goce de las hierbas y aguas del pueblo. En cumplimiento de la Ley de desamortización del I de mayo de 1855 se vendieron en esta localidad, en 1866, dos piezas de tierra; en 1882, tres fincas rústicas. [Ref. R. G. CH. "La D. C. en N."].