Sailkatu gabe

GIPUZKOA (LENGUA)

Situación de la lengua vasca.

La existencia de núcleos alógenos puede o no suponer la existencia de un factor retroactivo para una lengua autóctona. En el caso de Guipúzcoa, sabemos de un siglo XVIII cerradamente euskaldun en el que el anillo escolar es considerado por la RSVAP como un elemento importante para dotar al alumno de una segunda lengua. Pero a finales del siglo y, en especial tras la primera guerra carlista, se constata el poder de esta segunda lengua traducido ya en situación diglósica encubierta de bilingüismo.

Fueros y situación lingüística en el siglo XIX. Iztueta (Iztueta, 1847) es un apasionado defensor de su lengua a la que ve menospreciada y desposeída de la posibilidad de acceder a un estadio culto. Su conciencia a este respecto es vivísima y se reviste de un fuerismo ardiente (euskara hil ezkero Fueroak ez dira biziko = tras la muerte del euskara los Fueros dejarán de vivir). Según su descripción inicial, de los 120.000 habitantes (arima=almas) de Guipúzcoa 100.000 sólo conocen un idioma: el euskara. Los veinte mil restantes los distribuye de la siguiente forma: más de la mitad son hijastros del euskara por su procedencia del exterior (ugazume etorki arrotz); los restantes -de 10.000 a 6.000- hablan tan mal el euskara como el castellano. Respecto a los factores que inciden sobre la situación lingüística expone como positivo el hecho de que los párrocos guipuzcoanos tuvieran que dominar el euskara para practicar la cura de almas (para ser curadores de almas: arima -zaintzalle izan), y como negativo el que se abasteciera de maestros no vascófonos (maisu erdaldunak) a los pueblos de la provincia. El euskara está proscrito de la escuela:

"¿No acaece pues que, cuando a estos pobres muchachos de las escuelas se les escapa una palabra en vascuence, y estos extranjeros, enemigos reconocidos del mismo (beraren etsai ezagutuak dauden gizon erbesteko hoek), los azotan cruelmente, se da ello como obvio?" (Prólogo, pp. V-VI).

El euskara se halla marginado no sólo por estos funcionarios sino también por los guipuzcoanos mismos que -juzga Iztueta- no barruntan la importancia de poseerlo (beren ona nondik datorkioten ezagutzen ez dutelako), porque no se dan cuenta de que este idioma es el fundamento del peculiar sistema que rige a la provincia: los Fueros. Iztueta sienta aquí uno de los que luego serán postulados básicos del nacionalismo, identidad entre pueblo y lengua:

"Para sostener sobre sus pies a los Fueros el asidero más firme y el apoyo más seguro es tener en buena consideración al euskara, porque se hallan ambos completa y amorosamente compenetrados (elkarri laztanduric arras itsatsiak arkitzen dira), a la manera de dos cosas que no pueden separarse. Tras la muerte del euskara los Fueros dejarán de vivir; en cambio si el euskara vive los Fueros resucitarán. Los que quieran Fueros deben de amar el euskara y los que amen al euskara deben de hablar y dirigirse a los euskaldunes en euskara. Le otra forma se extinguirá el euskara desfallecerán sus hablantes y desaparecerán los Fueros" (Prólogo, pp. V-VI).

Contactos de Humboldt con los guipuzcoanos monolingües. En su viaje de 1801 se dirige de Fuenterrabía a Pasajes por el monte Jaizkibel. Ya en la bajada a Pasajes se detienen a descansar debajo de un robusto roble:

"Cuán grande fue nuestra sorpresa, cuando levantados de nuevo y bajando por la pendiente del monte divisamos primero las puntas de los mástiles, luego una nueva ensenada, los más pintorescos grupos de rocas y entre ellos y el mar casas de un blanco reluciente. Nos precipitamos con impaciencia por los pequeños escalones de piedra, en cuyo margen estábamos, y nos hallamos inmediatamente en las calles de Pasajes. Despedimos aquí a nuestro acompañante, un muchacho aldeano, al que habíamos tomado del campo con nosotros para guía en el monte. No sabía una palabra de castellano. Rebuscamos en verdad todo nuestro vascuence, pero sólo pocas veces conseguimos sonsacarle una respuesta comprensible. Por la mayor parte teníamos que contentarnos con su desconsolado Eztaquit (no lo entiendo)". "Ya avanzada la tarde nos hicimos pasar al través del lago hacia San Sebastián. Son siempre muchachas las que desempeñan aquí el oficio de remeros; cercan al forastero, no bien se acerca al agua, y porfían unas con otras en incomprensible vascuence por el honor de pasarle al otro lado".