Pintoreak

Díez Alaba, Mikel (2004ko bertsioa)

A raíz de la citada exposición, el crítico y comisario realiza un extenso análisis de la obra del artista en el catálogo realizado para la ocasión y del que está extraído el siguiente texto:

"El artista vizcaíno es uno de los protagonistas principales en la escena artística del País Vasco en los setenta. Su obra refleja los elementos más característicos de aquellos tiempos: o Disgusto social e ideológico ante las convenciones y comportamientos tradicionales, hasta incorporar un sentido crítico a la obra. o Experimentalidad y apertura a nuevos procedimientos, aportando collages, imágenes de prensa y todo tipo de variaciones. o Radicalidad en aventurar caminos expresivo - constructivos, manifestando la brecha de la abstracción. o Relación de las inclinaciones de la interioridad con una conciencia lingüística que le vincula a un cierto espacialismo macropaisajístico de síntesis entre los elementos gráficos y las gradaciones cromáticas.

Con la llegada de la democracia y sin ánimo transgresor, se aleja desde entonces de las modas y las continuas incitaciones de la novedad para proseguir una obra solitaria y en soledad. Desde 1978 se abren vías nuevas. El artista apuesta por una mayor concentración romántica y un sentido de percepción más profundo, cuya quietud exterior promueve la inquietud interior de quien contempla. Después, la marcha a Menorca en 1981 aporta la fuerte impronta de la luz y el color del Mediterráneo, realizando un discurso plástico sin fisuras ni desmayos, coherente y preciso. Le interesa profundizar en el poder de evocación y sugerencia. Asume el espíritu de la obra bien hecha que sea capaz de emocionar y sensibilizar. Realiza varios ciclos en los que habita el sentido de la naturaleza, entre un panteísmo sublime y la expresión romántica, la abstracción y la figuración, el gesto y la mancha: o Lo vegetal evoca un universo de claroscuros entrelazados. o La celebración de lo aéreo es un acontecer donde se manifiesta el viento, el cielo y las nubes en perpetuo movimiento. o Lo acuoso se desplaza permanentemente, amenazante y pleno de inmensidad.

En los últimos dos años, el artista se reencuentra con el Bilbao de los comienzos. Es un escenario de contrastes. Una ciudad vieja que cumple setecientos años. Y una urbe nueva que celebra el acontecimiento con emergente y dinámica infraestructura. El artista trata de registrar esos encuentros, y les da carta de naturaleza. Bilbao está en el origen de su vida artística y en el retorno de un viaje pleno de aventura y de interés creativo."

Desde que se trasladara a vivir a Menorca en 1980, son frecuentes las visitas profesionales y personales a Bilbao. No deja nunca de perder el contacto con su tierra natal, hasta el punto de abrir un taller, con exposición incluida en una inauguración pública en la ribera de Deusto en 2003. En 2004 expone en la Feria de Frankfort de la mano de Artica, a la vez que imparte un curso de pintura en el centro Bilbao Arte.

La obra de Mikel Díez Álaba se encuentra en los museos de Bellas Artes de Bilbao y Álava (Vitoria), y en las colecciones del Banco Bilbao Vizcaya, Argentaria, Bilbao Bizkaia Kutxa, Juntas Generales de Bizkaia, Gobierno Vasco y Consell Insular de Menorca.