Dantza

Danzas de Elciego

Situada al sur de la comarca de la Rioja Alavesa, la villa de Elciego recibe ese título en 1583, bajo el mandato regio de Felipe II. En su casco urbano se encuentra la iglesia parroquial de San Andrés y frente al edificio municipal, se situa la ermita de Nuestra Señora de la Plaza, patrona local. En ella se venera su singular imagen mariana, de estilo románico-gótico (datada a fines del XIV).

Las danzas rituales de la villa de Elciego presentan un marcado carácter religioso. Se trata de un conjunto de danzas ejecutadas en la procesión del 8 de septiembre en honor de la Virgen de la Plaza.

Dicha procesión se inicia en la ermita y va bajando hasta la iglesia parroquial de San Andrés, donde entran bailando con la Virgen en andas para asistir a la misa mayor. Una vez acabada ésta, el cortejo procesional inicia la subida a la ermita de origen y una vez llegados, se sitúa a la Virgen en la entrada del edificio donde le dedican sus danzas tradicionales. Acabado su homenaje coreográfico, la imagen de la Virgen de la Plaza es devuelta a su lugar hasta el año siguiente.

Según los datos históricos recopilados en la villa, parece que dichas danzas se realizaban por la festividad de Santa Isabel (era en el siglo XVII, la principal); posteriormente, se realizaban en ambas fechas y en la actualidad, se asocia de modo inequívoco a la fiesta del 8 de septiembre. Además, su trayectoria ha incidido sustancialmente en sus protagonistas y en los números coreográficos que lo han compuesto a lo largo de diversas etapas: antes de la guerra civil de 1936, era un grupo no constituido por mozos de 18 a 30 años (componentes de las distintas cofradías religiosas del pueblo) y posteriormente, en la década de los 40, los responsables locales de la Sección Femenina lo adaptaron al actual grupo de chicas.