Danza

Zinta-dantza

Con motivo de la visita real de Fernando VII en 1828 y la posterior celebración de las Fiestas Euskaras, en Durango, de 1886, una comparsa infantil efectúo tres coreografías con un origen diferente, por lo tanto su unión se observa para tales ocasiones.

La primera es una estampa cantada alusiva a las clásicas labores de las antiguas hilanderas, la segunda es una danza de aros u arcos realizada en otra época por chicas jóvenes y la tercera, el Domingiluen Dantza que es una danza de cintas multicolores alrededor de un mástil, portando en la punta un pelele o muñeco (dominguillos como se ponían en las plazas de toros) que se mueve al ritmo, realizando numerosas contorsiones irrisorias. Este muñeco se asocia a la versión popular del apresamiento y empalamiento, después de la Batalla de Tavira, del caudillo árabe Bajamelú. Esta última danza, clásicamente, se ha asociado con las fiestas del Corpus y ocasionalmente, con algún Carnaval en la Villa de Durango.