El caserío de San Román se estructura sobre dos alineaciones; una en dirección E-O, que ocupa la parte alta y otra que se corresponde con la población primitiva; la parte baja responde a las ampliaciones comenzadas en el s. XVIII, como consecuencia del despoblamiento del lugar anejo de Rituerto. La tipología del núcleo primitivo puede encuadrarse en la denominada pueblo-camino». Predominan las unidades agropecuarias de tejado a dos aguas, con clara división entre la Zona destinada a vivienda y la de las dependencias auxiliares, destinadas a cuadras y aperos de labranza. Respecto al arte religioso, destaca la iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra Señora. Primitiva construcción románica, reformada posteriormente a finales del s. XVI; construcción de mampostería; torre moderna, cuadrada en planta, cubierta con chapitel de piedra de forma piramidal; pórtico rural y portada sencilla del s. XVI. En esta fachada pueden observarse insertos en la pared restos de su primera edificación; también hallamos huellas de esta época en los canecillos lisos que decoran la pared N., toda ella románica, así como en varios elementos más. Planta rectangular de una sola nave, con capillas laterales y ábside de tipo poligonal; está cubierta con bóveda de crucería; coro en altura sobre arco escarzano (s. XVI); el retablo central, construido en los primeros años del XVIII, por Miguel López de Porras, según diseño realizado por Manuel de Moraza, es de estilo rococó; los bultos que lo decoran fueron tallados por Gregorio de Valdivielso; en los laterales, altares dedicados a San Román y al Crucificado en el lado del Evangelio, y a Nuestra Señora de Fátima y la Dolorosa en el de la Epístola; en ellos hay que destacar la talla barroca de San Juan Bautista, antiguo titular del altar, realizada en 1698 por Francisco Jiménez, lo mismo que dos pinturas de ángeles con los instrumentos de la Pasión, que datan de finales del s. XV; en la sacristía, merecen especial mención, entre otros elementos, una talla de la Virgen del Rosario y otra románica de San Juan, bastante destrozada. Excelente y conocida ermita dedicada a San Miguel, de época neoclásica. En su interior y en un altar barroco, además de la imagen de San Miguel, se veneran otras varias, entre las que hay que resaltar una muy hermosa de nuestra Señora, sedente, de época románica, a la que le han sido cortadas las piernas para poder ser colocada en una pequeña hornacina. Ermita de moderna construcción dedicada al Santo Cristo del Humilladero, interesante sólo desde el punto de vista escultórico; en su interior se conservan, aunque en bastante mal estado, además de la del titular, dos tallas góticas que representan a San Juan y San Miguel, seguramente de finales del s. XIV. Cueva natural de grandes dimensiones que cobija en una pequeña hornacina abierta en la roca una imagen de buena hechura de San Román. Se asegura que en este lugar existió anteriormente una ermita en la que se veneraba la imagen de San Pelayo.