Léxico

PALOMA

En Euskalerria hay dos modos preferidos de cazar la paloma:
1. La caza mediante reclamo, ahora prohibida, proporcionada por medio de un señuelo: palomina, paloma torcaz o campesina cuyos ojos han sido previamente cosidos o vaciados.
2. Caza mediante redes usadas tradicionalmente en el país.

Al aproximarse el invierno, huyendo del Norte, las palomas torcaces emprenden su migración hacia las tierras soleadas. Proceden de las naciones del Norte, de los confines de Dinamarca y de Suecia. Pasan por Flandes, Picardía y la Beauce donde encuentran de qué alimentarse. En su desplazamiento se concentran en los bosques de Gascuña y, después, en grupos bien disciplinados, cruzan, de fines de septiembre a mitad de noviembre, los puertos pirenaicos. Su punto de destino es la España meridional y el Norte de Africa. Es increble el espacio recorrido y la velocidad desplegada. Poseen un fino instinto para prever la nieve, eludir los huracanes y bordear el viento. Cuatro meses más tarde emprenden en sentido inverso las rutas del cielo. Un proverbio dice: En el otoño, toma tu escopeta, Ramón, y observa de dónde viene el viento: si sopla del Sur o del Oeste, cuelga la escopeta; si sopla del Este, dirígete hacia las palomeras de Sara; si sopla del Norte, sube un poco más, al collado de Etxalar. El viento juega, pues, un rol decisivo para el rendimiento de la caza. Con viento Sur, casi siempre violento, las palomas desfilan por lo huecos de las barrancadas; vuelan casi a ras del suelo y no se fijan apenas en los señuelos. Los vientos del Oeste anuncian la tempestad cuyas bruscas ráfagas impiden el paso e incluso pueden desgarrar las redes tendidas a través del collado. Los vientos del Norte-Este son, pues, los más favorables, sobre todo los del Este. Sobre 90 pasadas observadas en la misma estación, 46 se producen con viento del Este, 14 con viento Sur, 10 con viento Norte-Este, 6 con viento Sur-Este, 5 con viento Norte, 9 con tiempo en calma. Este tipo de caza de las palomas es inmemorial aunque la documentación escrita conocida se inicia en el s. XV. Hasta 1512 no había problemas fronterizos relacionados con la instalación de redes ya que la frontera norte de Navarra no eran los Pirineos sino los montes del norte de Baja Navarra y del Béarn. Con el abandono de la Baja Navarra en 1530 el Pirineo se constituye en frontera franco-española. Los problemas en tiempos anteriores eran intercomarcales. Carlos el Noble de Navarra ordenó la colocación de mojones para delimitar los montes Aldudes tirando una línea desde el monte Ispegui (en Baztán) al de Urtia o Urtiaga en Valcarlos. La sentencia fue dada el 12 de octubre de 1400 pero se hizo ejecutiva el 15 de mayo de 1408. En otra copia de esta demarcación de límites, hay una reglamentación de las palomeras que en parte pertenecían al conde de Echaux; estaban sobre todo situadas en la vertiente occidental, llena de helechos, de la cresta que separa el vallecito de Hayra del de los Aldudes. A una treintena de kilómetros a vuelo de pájaro en dirección Norte-Oeste se despliegan, entre los picos Atxuria (757 m.) e Ibantelli (698 m.), las redes de Sara-ahora accesibles en coche-, combinadas con las de Etxalar. En cuanto a las funciones y repartición de puestos asignados a los vigilantes, ojeadores y rederos, éstas han permanecido casi inmutables a través de los tiempos. Las palomeras se han ido subastando o transmitiendo de padres a hijos en las casas respectivas.