La conquista de Navarra. El repliegue a la Baja Navarra y Bearn (1512). Al ser arrebatada la Alta Navarra por Fernando el Católico, los vizcondes de Baigorry permanecieron fieles a sus legítimos soberanos pero sus actividades se desviaron hacia el Bearne y tierras de la Baja Navarra. Gracian de Echauz fue, junto con Lautrec, a la campaña de Italia; más tarde ocupó un cargo en la corte del rey Enrique II. A su hijo, Antoine de Echauz, se debe el paso del valle de la jurisdicción vizcondal a la de la Corte de Cize en cuanto a la administración judicial civil y criminal (1564), paso importante en la emancipación del valle del poder feudal. Guerreó contra los españoles y también en las guerras de religión, siendo uno de los principales adversarios de la reforma. Por ello hizo causa común con los levantiscos católicos encabezados por los señores de Luxe, Armendaritz, etc., pero en 1570 se sometió. Al estallar la siguiente revuelta católica, Antoine, permaneció fiel a la reina y llegó a ser, con el tiempo, el hombre de confianza de Enrique III de Navarra y IV de Francia que lo envió, en 1573 y en 1583 a la corte española para diversas gestiones. Las cualidades diplomáticas de Antonio también se pusieron de manifiesto en casos de discordia entre los miembros de la Corte francesa. Enrique IV lo consideró como buen amigo del que fue deudor no sólo en favores sino también en diversas sumas de dinero prestadas al rey en varias ocasiones. En 1599 Jean de Echauz casó con Jeanne de Bustince adquiriendo así los bienes de Bustince y de la baronía de Lasse. Esta última permaneció en la familia hasta la revolución. El vizconde de Echauz llegó a ser también señor de Labets, de Saillejuzan, caballero de la orden de Santiago, gentilhombre de cámara, capitán de Navarra y gran senescal del Bearne. Bertrand de Echauz, hijo de Antonio, fue nombrado obispo de Bayona en 1593. Algunos autores retrasan la fecha a 1590 y 1599. A su llegada a la villa fue mal recibido por el alcalde vitalicio, Antoine de Gramont, que le cerró las puertas y le hizo objeto de su hostilidad durante todo el arzobispado. Este obispo fue el que se interesó por Duvergier de Hauranne futuro abad de Saint-Cyran al que costeó los estudios en Lovaina. Cuando Duvergier volvió a Bayona con Jansenio, Bertrand de Echauz, nombró al primero canónigo y al segundo director de colegio. Este obispo formó parte de la comisión encargada de solventar las diferencias entre el valle de Baigorry y el de Erro sobre los pastos limítrofes, asunto que se venía arrastrando desde la conquista de la Alta Navarra por Fernando de Aragón. El reglamento que redactó fue firmado en Arneguy en 1613. Durante su episcopado tuvieron lugar los famosos procesos de hechicería de Laburdi en el que perdieron la vida multitud de personas acusadas de tratos con el demonio. Echauz denunció los excesos del consejero real Lancre e hizo venir una partida de capuchinos para que reconciliaran los ánimos en el país estableciéndolos en Ciboure, una de las zonas más afectadas. Nombrado gran capellán de Francia, arzobispo de Tours y comendador de las órdenes del rey, Echauz fue el hombre de confianza de Luis XIII y de María de Médicis aunque Richelieu, del que fue amigo cierto tiempo, no se mostró muy acogedor a su respecto.