Pintores

Jimeno de Lahidalga, Miguel

Pintor contemporáneo, diseñador y proyectista de muebles, y profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, nace en la capital alavesa, en la calle Portal del Rey, el 8 de mayo de 1895. Fallece en su domicilio vitoriano, el 5 de febrero de 1977. Faltaban tres meses para que cumpliera los ochenta y dos años de edad.

Es el mayor de siete hermanos. Ayuda desde muy joven al mantenimiento del negocio familiar. Con su padre, comerciante de profesión, recorre los pueblos de la llanada suministrando toda clase de mercancías, vituallas y productos a los lugareños. Por avatares diversos, el negocio fracasa, complicándose también al poco tiempo la estabilidad familiar con la muerte del progenitor.

En el modesto establecimiento que tenía Julián Hervias en la calle Cuchillería, aprendió Miguel los primeros rudimentos de la talla escultórica. Posteriormente, en el taller de Pinturas Arbulo, se instruyó en todo lo concerniente con la pintura industrial. Ambos oficios -como tallista y pintor industrial- resultaron muy provechosos para el desarrollo de sus primeros encargos profesionales.

En orden paralelo, se sintió atraído por el dibujo y la pintura de caballete, además de por la música, otra de sus grandes inquietudes. En la Escuela de Artes y Oficios recibió las enseñanzas de Ignacio Díaz Olano y de Mauro Ortiz de Urbina, manifestando hacia este último un enorme cariño, ya que supo alentarle sinceramente en sus comienzos artísticos. Completó la formación personal en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Con la reputada casa vitoriana de muebles Ibargoitia trabajó en 1915 en la decoración y el mobiliario del palacio de Ricardo Augusti, inmueble posteriormente destinado a Museo Provincial. En 1920, colaboró también en la ornamentación del vecino palacio de Ajuria Enea. Adquiere temprano prestigio como dibujante y proyectista de muebles, trasladándose a Zarautz en 1926. De la firma Muebles Arruti obtiene unas buenas condiciones laborales, que no desaprovecha. En la villa guipuzcoana vive años felices. Establece sólida amistad con los pintores Mauricio Flores Kaperotxipi, natural del lugar, y el vergarés Nicolás Múgica, y con el compositor Francisco Escudero.

Miguel Jimeno de Lahidalga había contraído matrimonio con Pascuala Mateo en 1919. La pareja tendrá cinco hijos. La estabilidad familiar se rompe con el estallido de la guerra civil, que les obligará a todos a exiliarse en Francia. Superadas algunas peripecias, los Jimeno residen una temporada en París, en la Rue Adelaide, en un edificio habitado por dos de las hermanas de Miguel, avecindadas éstas desde hacía años en la capital gala. Meses después, con su esposa y sus hijos, se establece en la localidad francesa de Capbretón, donde convive con otros refugiados vascos. Se establece, primero, en Villa Henry y luego en Ville L'Arrecout.

La segunda guerra mundial y el posterior despliegue del ejército alemán por el sur de Francia impulsa el retorno de Jimeno y su familia al País Vasco: a Vitoria. Un paso previo por Zarautz permitirá recuperar algunos de los enseres que todavía permanecían en su antigua casa, totalmente desvalijada.