Concept

Principales epidemias históricas en Donostia-San Sebastián

La situación estratégica de la ciudad al ser parte del Camino de Santiago, ser puerto de mar y estar cerca de la frontera hispano-francesa hizo que el trasiego de personas fuera constante y favoreciera la transmisión de epidemias a lo largo de la historia. (1​)

El hecho de que la ciudad contara con unas buenas condiciones socio-sanitarias para cada época histórica hizo que las consecuencias de las epidemias fueran más limitadas que en otros lugares del entorno.

No están descritas en éste artículo las enfermedades infecciosas endémicas como la tuberculosis (especialmente extendida en el País Vasco), el VIH/sida o la de reciente aparición como es el covid.

Peste Bubónica

La peste bubónica, también llamada peste negra, es una enfermedad infecciosa transmitida fundamentalmente por las pulgas de las ratas comunes.

Llegó a Donostia-San Sebastián desde el sur de Francia, en la primavera de 1348 por el Camino de Santiago. Se desconoce con exactitud el número de muertes que dejó a su paso, pero el hecho de que los huertos comenzaran a emplearse como cementerios nos da una pista sobre la magnitud de la crisis. (2​)

Este brote duró varios años y fue el más mortífero creando una hecatombe socio-económica de la que costó mucho tiempo recuperarse.

Hubo otras reinfecciones que se irían repitiendo hasta en seis ocasiones a lo largo del siglo XIV. El recuerdo de éstos hechos ha perdurado hasta nuestros días en diferentes ermitas y altares dedicados a San Roque y a San Sebastián, que eran los Santos protectores en una época en que la medicina podía aportar pocas soluciones más allá del aislamiento de los enfermos. (3​)

Fue a finales del siglo XV cuando se ideó la reconocible vestimenta que portaban los médicos para evitar el contagio por peste: un largo abrigo de cuero encerado, guantes, sombrero y el accesorio más icónico: la máscara de pico de ave, en la que introducían hierbas aromáticas para hacer frente al olor de los enfermos. (2​)

El último brote llegó a mediados de siglo XVI, cuando se desató un periodo de psicosis colectiva igual al que se desarrolló en otras ciudades de Europa. Este hecho provocó que a muchos afectados se les trasladaba a la isla de Santa Clara, donde se les daba sepultura. (4​)

La peste bubónica se erradicó prácticamente en 1720 dejando una mortandad del 25% de la población en Europa.

Han sido muchas las obras literarias y cinematográficas sobre la peste negra entre la que podemos destacar la película de Ingmar Bergman “El séptimo sello”.

Cólera

En el siglo XIX el cólera fue la enfermedad epidémica que provocó mayor número de muertes en Gipuzkoa en diferentes brotes. (5)​

En otoño de 1834 el cólera se introdujo en Donostia-San Sebastián a través de un barco procedente de Bilbao y permaneció en la ciudad durante dos meses en los que 79 personas fueron infectados y de ellos 46 fallecieron. (6)​

La población intramural en Donostia-San Sebastián era de 7.000 habitantes de los que un tercio eran militares y forasteros. Dentro del recinto amurallado la infección no fue tan grave porque contó con la buena disposición de la ciudad en cuanto a medidas higiénicas y de saneamiento.

El peligro se acentuó en Loyola e Igara. La primera por estar muy poblada y la segunda por sus lagunas y pantanos que era un caldo de cultivo para la enfermedad. La población extramural de Donostia-San Sebastián alcanzaba las 6.000 personas. (6)

Se presentó el primer caso el 21 de septiembre, tratándose de la sobrina de un caballero avecindado en esta ciudad, que por su destino tenía que rozar mucho con gente de mar y reconocer los efectos y ropas de los pasajeros que llegaban. Aunque la enferma consiguió salvar su vida, una semana después falleció la hija del caballero y el 1 de octubre su mujer.

El cólera vagó de caserío en caserío conducido por viajeros y ropas infectadas y, encontrando resistencia en las murallas, se estableció en el barrio de San Martín», con apenas 800 habitantes y edificios malísimos con barracas indecentes. (7​)

Se habilitaron la Misericordia y el convento de San Bartolomé como casas de coléricos, figurando, entre las 18 primeras personas fallecidas, un cirujano, dos enfermeros y una de las religiosas.

El 22 de diciembre de 1834 se cantó el Te Deum en Acción de Gracias en la iglesia de Santa María por el término de la epidemia.

Hubo otro rebrote de cólera en 1855 después de un periodo de 30 años de tregua por parte de la enfermedad. El punto álgido de la epidemia llegó desde finales de agosto hasta finales de septiembre para finalmente darse por eliminada durante el mes de diciembre. En este brote, de 8.207 enfermos graves que se diagnosticaron en Gipuzkoa fallecieron 4.393.

El cólera se reactivó en 1884 teniendo especial relevancia en cuanto a tratamiento y documentación los médicos Luis Alzua (8​) y José Ramón de Sagastume. (9)​

En éste último brote indicaban que en septiembre, en la zona urbana fallecieron 9 personas y 7 fueron curadas, y en la afueras de la ciudad 41 y 22, respectivamente. (10)

La causa de haber fallecido más número en el campo ha sido porque muchos eran de edad avanzada y personas enfermas. En el Hospital de San Martín fallecieron 2 capellanes, 3 médicos, 2 cirujanos, 5 enfermeros y 7 monjas Hermanas de la Caridad.

Gripe Española

La gripe española fue una pandemia que asoló la ciudad entre 1918 y 1920. Fue la epidemia más mortífera en Donostia-San Sebastián al igual que en otras partes del mundo,

El punto de partida se situó en el entorno de Irún, que era un nudo de comunicaciones para soldados y trabajadores.

A partir del mes de septiembre afectó a la ciudad donde más de la mitad de la población enfermó en diferentes ondas falleciendo unas 1.000 personas de los 60.000 habitantes que tenía Donostia-San Sebastián. El pico de mortalidad fue en otoño de 1918.

Hubo varias recidivas hasta la última en 1920 que apenas tuvo reflejo estadístico, aunque afectó a niños de corta edad al coincidir con una epidemia de sarampión, una sindemia.

A diferencia de otras epidemias que afectaban a los colectivos de riesgo habituales (niños y ancianos), esta enfermedad se cebaba en un 50% de los casos con los jóvenes entre 15 y 34 años produciendo graves neumonías. (2​)

José Beguiristain, (11)​ que era médico del Hospital de Manteo, tuvo especial relevancia en el tratamiento de la epidemia junto con el pediatra Angel Elvira. (12)​

Fiebre tifoidea

La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa ancestral, pero no fue hasta mediados del siglo XIX cuando se identificó el germen y se describió la enfermedad.

Entre septiembre de 1845 y febrero de 1846 la ciudad sufrió un brote de esta enfermedad. Aunque indudablemente hubo otras epidemias anteriores, fue la primera vez que se identificó como tal.

En 1902, 42 personas murieron de fiebre tifoidea en Donostia-San Sebastián. El foco estaba en Artikutza y por el rio Añarbe llegó a la ciudad. Por este motivo, en 1919 el ayuntamiento compró la finca cerrando minas y explotaciones ganaderas para salvaguardar la pureza del agua. (13​)

El médico del Hospital Civil San Antonio Abad Juan José Celaya (14)​tuvo un papel relevante en la toma de medidas y en el tratamiento de este brote epidémico.

Viruela

Durante el siglo XVIII la viruela fue la enfermedad que de forma más agresiva diezmó a la población gipuzkoana. (1​)

De la preocupación y ocupación que este problema suscitaba en los médicos del territorio hay multitud de manuscritos del siglo XVIII que se conservan en la Biblioteca del fondo Julio Urquijo,(15)bibliófilo y euskaltzale que a lo largo de su vida reunió las obras capitales de la lengua y cultura vascas.

En estos documentos se describe las observaciones del médico Josef de Luzuriaga(16​ )y recoge las aplicaciones que él y sus colegas de Azkoitia, Deba, Zestoa, Mutriku, Donostia, Azpeitia y Bergara realizaron a 1202 pacientes guipuzcoanos del método del Dr. Gati, sistema por el cual la enfermedad es inoculada a los pacientes. La tasa de mortalidad de la enfermedad era de 1/4 de los afectados. (1​)

El descubrimiento de la vacuna contra la viruela en 1796 supuso un hito importante en la batalla contra la enfermedad que, sin embargo, ni siquiera así se consiguió erradicar hasta muchos años después.

Todavía en el año 1900 hubo un pequeño brote en la ciudad.

Fiebre amarilla

En 1814, tan solo un año después del incendio que asoló Donostia, una epidemia de fiebre amarilla devastó la comarca. (17)​

Según describió el médico Vicente de Lardizabal,18​ de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas y miembro de la Sociedad de Amigos del País, todas las farmacias de la ciudad quedaron reducidas a cenizas en el incendio y sus dueños trasladaron sus negocios a los municipios vecinos de Hernani y Pasaia, por lo que Donostia-San Sebastián tuvo que enfrentarse a la epidemia sin ni siquiera una botica que proveyera de medicinas a los vecinos que pudieran permitírselas. (1​)

Para colmo, la gran demanda y la poca oferta hicieron que los precios de los medicamentos que se distribuían aumentaran exponencialmente dificultando más si cabe su consumo.

El médico Juan Montes, comisionado provincial para la enfermedad y el médico titular de Donostia-San Sebastián Eugenio de Arruti (19​) combatieron la enfermedad y dejaron muy documentado su trabajo.

Otro brote procedente del puerto de Pasajes se extendió a Donostia-San Sebastián en 1823. (20​)

Otras enfermedades infecciosas

Hay una serie de enfermedades infecciosas que afectaban principalmente a los niños que, sin llegar a constituir una epidemia, sí crearon focos infecciosos en la ciudad a lo largo de la historia.

Por orden de mortalidad fueron meningitis, sarampión, difteria, tosferina o la poliomielitis.

La mejora de las condiciones higiénico-sanitarias de la sociedad añadido a la utilización de las vacunas por parte de los pediatras consiguieron erradicarlas casi en su totalidad.

Referencias

(1)  De la peste al covid. Koldo Mitxelena Kulturunea

(2) 14 epidemias históricas

(3) Largo, Gontzal. «Los porqués de San Sebastián». Diario Vasco. 

(4) San Sebastián

(5) Memoria sobre el cólera en Donostia. Sancho el Sabio Fundazioa. https://www.euskalmemoriadigitala.eus/handle/10357/1076?mode=full

(6) Sada, Javier. «Epidemias de cólera». Diario Vasco. 

(7) Sada, Javier. «El cólera». Diario Vasco. 

(8) «Alzua Orbegozo, Luis». Entziklopedia Auñamendi. 

(9) «Sagartume, José Ramón». Entziklopedia Auñamendi. 

(10) Hernaiz, Cristina. «Epidemia de cólera en el País Vasco. pp. 20». Euskal Herriko Univertsitatea. 

(11) «Beguiristain y Gorriti, José». Auñamendi Entziklopedia  

(12) «Elvira López, Angel». Biblioteca Complutense, Médicos Históricos. 

(13) «Artikutza». Sitios históricos. 

(14) «Celaya San Miguel, Juan José.». Biblioteca Complutense. Médicos Históricos. 

(15) «Urquijo Ybarra, Julio». Auñamendi Entziklopedia 

(16) «Ruiz de Luzuriaga, Ignacio María». Auñamendi Entziklopedia  

(17) Rilova, Carlos. «Historia marítima». Diario Vasco. 2015. 

(18) «Lardizabal, Vicente». Auñamendi Entziklopedia 

(19) «Francisco Eugenio de Arruti Zabala». Auñamendi Entziklopedia 

(20) «El impacto de la fiebre amarilla en Pasajes». Gaceta Sanitaria.