A comienzos del s. XVII, en las elecciones del personal del regimiento general del Señorío de Vizcaya, Líbano de Arrieta votaba por la parcialidad oñacina. Ante una petición de tropas que el rey Felipe IV efectuó a Vizcaya en el año 1637, para mantener la guerra que sostenían Francia y España, el Señorío decidió aportar un tercio de mil hombres. Para su formación se procedió a efectuar un repartimiento entre todas las localidades de Vizcaya, correspondiéndole a Líbano de Arrieta contribuir con cuatro soldados (E. J. L.: «H. G. S. B.», t. V, p. 259). El 24 de agosto de 1794, los soldados de Líbano llegan a Ondárroa, para ayudar a defenderla contra un inminente ataque francés.