Painters

Ibáñez, José

Pintor navarro, nacido en Milagro en 1948 y fallecido en Barcelona en 1995.

Inició su actividad artística en Pamplona con 22 años. En 1972, participó en la Exposición Nacional Sindical y realizó su primera exposición individual en la Sala Doncel de la capital navarra, y entre 1973 y 1974 colaboró con el grupo de teatro El Lebrel Blanco realizando los decorados para las representaciones. Más tarde se trasladó a París, ya que fue admitido en la Academie de Beaux Arts, donde se licenció en 1979. En estos años parisinos compatibilizó los estudios con sus trabajos en el taller de Nallard y posteriormente como grabador en el taller de Jean Delpech. Su obra de ese periodo está marcada por la figuración, que toma de personajes anónimos de la vida urbana. A finales de los setenta se trasladó a Nueva York donde entró en contacto con el expresionismo abstracto, que adoptó en este periodo de su carrera, con experimentaciones en formas geométricas y campos de color.

En 1982, José Ibáñez volvió a París y se instaló en la localidad de Argenteuil. En 1984 se traslada a Holanda. En este periodo holandés, que durará hasta 1990, su trabajo alterna la figuración y la abstracción, e inicia un periodo de misticismo personal, con la lectura de San Juan de la Cruz y los místicos españoles. La consecuencia de esta experiencia es una serie de lienzos titulados Elevaciones en los que también se advierte la influencia de la pintura flamenca clásica. En 1988 y en 1989 realizó dos exposiciones en la Galería Mia Joosten de Amsterdam con una nueva serie pictórica que llamó El silencio roto.

En 1991, ya de vuelta en su casa de Argenteuil, se interesa de nuevo por el grabado. Ese mismo año, sus cuadros se exponen en la Galería Emil Leonard de Nueva York. Vuelve en 1992 a Amsterdam para exponer y más tarde se instala en Barcelona, donde realiza la serie El vuelo del ángel que fue presentada en Pamplona y Madrid en 1995, días antes del fallecimiento del artista, el 16 de septiembre de ese año. En el año 2002 el Museo de Navarra la dedicó una retrospectiva. Con motivo de esta exposición, Ignacio Moreno Ruiz de Eguino realizó un repaso por la trayectoria de José Ibáñez, que se inició a su juicio:

"en un estilo muy próximo al realismo social, lo que le hizo desarrollar el dibujo que, con posterioridad, le ayudaría a construir sus composiciones. Sus últimas obras son las de un poeta que usa la paleta para narrar sensaciones. Es una especie de entrega a todo el mundo, como un legado final".