Sculptors

Fernández de Viana y Ugarte, Lorenzo

De regreso a España, se establece en Bilbao, metrópoli que ya no abandonará al encontrar en ella las condiciones más apropiadas para expandir su vocación creadora. Ahora una parte considerable de su producción se orienta hacia la temática vasca, pero sin desatender en ningún momento los compromisos de índole religiosa. Obtiene un considerable éxito en el I Congreso de Estudios Vascos celebrado en Oñate, en 1918, con la obra titulada La raza. La poética escultórica de Viana encontró en las gentes y en las costumbres de la tierra vascongada un medio idóneo para plantear formas de representación que, aunque de vocabulario realista, se alejaban de cualquier impronta academicista.

Gracias a la rica variedad de encargos asumidos, evitó el escultor, con los años, encasillarse en una sola dirección, recorriendo con amplitud de miras diferentes escuelas, géneros y estilos. Su destreza técnica, expresada en un detallismo pulcro y elegante de líneas, formas y perfiles, así como la exultante delicadeza en el tratamiento de anatomías, hizo de él un artista adecuado para satisfacer los deseos de una amplia demanda procedente de la burguesía bilbaína. Plasmó en relieves de piedra, mármol y bronce los retratos de varios particulares. Fue, además, un gran aficionado a la música, inquietud que compartió con tres de sus cinco hijos.