Poetas

Prudencio Clemente, Aurelio

Poeta y apologista, nacido probablemente en Calahorra vascona en 348 y muerto en 405.

Los únicos datos sobre su vida los da él mismo en su Prefacio compuesto ya al final de su carrera. Se disputan su lugar de nacimiento Zaragoza y Tarragona, luego se verá por qué. Fue esmeradamente educado habiendo estudiado gramática, retórica y leyes pasando su juventud, según lo confiesa, entre placeres y vicios. Tanto su familia como él fueron cristianos de práctica y convicción. Siendo abogado pasó a la administración ejerciendo de gobernador en la Tarraconense pero llamado por Teodosio a su Corte para ocupar un alto puesto. El año 401 hizo un viaje a Roma que prolongó hasta 403 o 405. Visitó las tumbas de los mártires y sostuvo una polémica con el retórico Símaco. Ya de edad se retiró a la vida privada para cantar las glorias a Dios en versos.

En 405 se pierden las noticias de Prudencio escribiendo su Prefacio. Sus numerosas obras están escritas en latín pero tienen los títulos en griego. Son las que siguen: -Cathemerinon liber, "Libro de los Himnos", que contiene doce largos himnos de poesía erudita, hecha para ser leída más que cantada. Algunas estrofas se conservan en la liturgia. 6 para los usos cotidianos: Ad Galli cantum, Hymnus matutinus, Ante cibum, Post cibum, Ad incensum lucernae y Ante somnium. 5 para ciertas fiestas y circunstancias: Hymnus jejuniantium, Post jejunium, Circa exequias defunctorum, Octavo Kalendas Februarias e Hymnus Epiphaniae. 1 dedicado a cada una de las horas del día: Hymnus omnis horae. En estos himnos se advierte una imitación estilística a Horacio. Namartigenia, "Origen del pecado", escrita contra el dualismo de los gnósticos. -Marcion, poema didáctico-teológico inspirado en Tertuliano. -Apotheosis. Se defiende en ella la divinidad de Jesucristo y se hace frente a diversos herejes como los arrianos, maniqueos, ebionitas y sabelianos. Sigue también a Tertuliano. Enuncia la doctrina cristiana de la Trinidad saliendo al paso de los errores enumerados. Doble prólogo de 12 hexámetros y 56 versos jámbicos; obra, 1.084 hexámetros. -Contra Symmachum.

En estos dos volúmenes escritos contra Symmaco tratan respectivamente, el primero rebatiendo las creencias en los dioses paganos, y el segundo en gran parte contra la petición de Symmaco de que fuera restaurado el altar y la estatua de la Victoria que había derribado Graciano. En definitiva es un canto al triunfo de la fe cristiana sobre el paganismo. Constan los dos volúmenes: el primero, de 89 asclepiadeos y 658 hexámetros; y el segundo, de 66 glicónicos y 1.131 hexámetros. -Psycomachia, "Combate del alma". Poema alegórico exponiendo la lucha que en el corazón humano se entabla entre virtudes y vicios. Menéndez Pelayo dice de ella: "en medio de cierta aridez consiguiente a la materia, al tono polémico existe una precisión áspera, un arte de dar cuerpo a las abstracciones y un vigor de frase, que recuerdan la enérgica manera de Lucrecio". Otros piensan más en Virgilio. Aunque de menor mérito literario fue este libro muy leído durante la Edad Media con influencia grande sobre la iconografía de estos tiempos, sobre todo escultores y miniaturistas, y finalmente en la tapicería y hasta en los autos sacramentales de Calderón de la Barca. Prólogo, 68 trímetros jámbicos; obra, 915 hexámetros. -Peristephanon, "Libro de las Coronas". Está integrado por 14 himnos:

1. A Emeterio y Celedonio, mártires en Calahorra.
2. A San Lorenzo, mártir en Roma.
3. A Santa Eulalia, de Mérida.
4. A los 18 mártires de Zaragoza, con mención de los santos Vicente, Engracia, Cayo y Clemencio.
5. San Vicente, de Huesca.
6. A San Fructuoso, Augurio y Eulogio, martirizados en Tarragona.
7. A San Quirico.
8. Especialmente dedicado al Baptisterio de Calagurri: De loco in qua Martyrium passi sunt nunc Baptisterium est Calagorri.
9. A la pasión de San Casiano.
10. A la pasión de San Román de Cesárea. (Tan extenso que constituye casi un libro).
11. A la pasión de San Hipólito.
12. A la pasión de los santos Pedro y Pablo.
13. A San Cipriano de Cartago.
14. A la virgen Inés.

Constituye una fuente interesantísima para la historia hagiográfica del siglo IV. Su alusión a la "vasconum gentilitas" (1.er himno) ha hecho correr ríos de tinta:

Iamne credis bruta quondam Vasconum gentilitas
quam sacrum crudelis error inmolavit sanguinem?
Credi in Deum relatos hostiarum spiritus?

"¿Crees ya, antaño ruda gentilidad de los vascones
cuánsagrada era la sangre que inmoló el error cruel?
¿Crees que los espíritus de las víctimas han sido
llevados a Dios?

La alta calidad de estos poemas colocan a Prudencio Clemente en la primera línea de los poetas latinos de la primitiva cristiandad. Bentley le ha llamado "el Horacio y el Virgilio de los cristianos". Estos poemas evocan el estilo de Lucano y Séneca con contactos con Ovidio, Juvenal, Cátulo y Lucrecio.-Dittochaeon. Se trata de un conjunto de 49 epigramas bíblicos. Explica las pinturas de una basílica de su tiempo. Muchos de los capiteles de la época románica son una mera expresión de los tetrásticos de este libro. -Hexameron. Se desconoce el contenido de este libro, hoy perdido, pero se sabe por su contemporáneo Ganadio que narraba y comentaba la creación del mundo hasta la del hombre y su caída por el pecado original. Se citan también como de Prudencio un Invitatorio al martirio y dos libros sobre Sancte Trinitate que le atribuye como suyos Tritemio. Cuando escribe Prudencio su himno al mártir Lorenzo, de Roma, indudablemente se hallaba en Calahorra como lo deja ver la estrofa en que alude al vasco Ebro. Murió Prudencio hacia el 405 o el 410.