Sorcières

Zozaya, María de

Supuesta bruja guipuzcoana nacida en Errenteria el año 1530. Fue detenida en 1609 por el inquisidor Valle Alvarado, acusada de brujería y de asistir al akelarre en su villa natal. Llevada a la cárcel de Logroño, compareció ante la Inquisición, negando reiteradamente los cargos que se le imputaban. Falleció, tras múltiples suplicios, en prisión antes del auto de fe de noviembre de 1610. No se libró sin embargo de que sus huesos fueran entregados al brazo secular, por ser considerada como famosa "dogmatizadora de brujos". Fragmentos relativos a María de Zozaya en el Cuaderno de actos comprobados de bruxos, del año 1613, firmado por Alonso Becerra y Juan del Valle Alvarado:

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que su maestra la persuadio a que fuese con ella a una parte, donde beria unos dioses mejores y mas hermosos que el de los christianos, y que andava errada en creer en aquel Dios. Y aunque ella resistio, diziendo que thenia buen Dios, con las persuasiones de la maestra, que le hizo por tres o quatro bezes, topandola en diferentes dias, vino a consentir Y aquella noche, estandose acostando con un candil encendido, fueron la maestra y el Demonio, y la untaron y lleuaron."

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que siempre yba al aquelarre antes que se acostase y las mas vezes sin dormirse, aunque algunas se dormia en la cozina y luego, despertaua y se untaua."

"La dicha Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que estando fuera del aquelarre los bruxos, de dia tratauan entre si quando se juntauan de cosas tocantes al aquelarre, como hera yr a hazer daños y a buscar sabandijas, y otras cosas semejantes de su seta."

"Maria de Çozaya, de 80 años, dize que, luego que acauo de hazer el rreniego, el demonio le dixo que, de alli adelante, a el solo auia de adorar y tener por su dios y señor, y creer que el la auia de saluar. Y rrespondio que lo haria y que a el solo adoraria por su dios, y esperaua que la auia de saluar."

"Y que de tal manera el demonio y la dicha Catalina de Azcania, su maestra, la perturbaron el entendimiento con sus malas artes, que creyo que aquel señor malo era dios y que la podia saluar. Y que despues aca, por tiempo de 70 años, pocos mas o menos, siempre continuamente, de noche y de dia, en las juntas del aquelarre de bruxos y fuera dellas, lo a creido asi y tenido aquel demonio por su dios y señor; y como a tal le a adorado por todo el dicho tiempo, hasta que se determino a confesar en la villa de Renteria, aunque el demonio la hizo grande contradiçion, especialmente diez o doze dias antes que confessase. Y que al tiempo que hizo el rreniego sauia que hera christiana, y el demonio con sus malas artes la peruirtio, de manera que hizo el rreniego y le tubo y creyo por su dios y señor. Y que da muchas gracias a Dios, porque la a sacado del mal estado y creençia en que estaua. Y que siempre, despues que es bruxa, se a confesado quando lo manda la Sancta Madre Yglesia y otras bezes, lo qual hazia por cumplir con las gentes y con los curas, y no confessaua que hera bruxa ni las cosas que como tal hazia. Y que asi mesmo, acudia ordinariamente a la yglesia y oya misa, y quando el sacerdote alçaua, no bia la ostia consagrada blanca como la bia antes que fuese bruxa, sino un bulto a modo de nube entre negro y pardo. Y lo mismo hera quando comulgaua o rreciuia el Santisimo Sacramento, y quel demonio les mandana que no mirasen al saçerdote quando alçaua la ostia. Y que entonces, dixesen todo el mal que pudiesen en abhominacion de la ostia, porque no era mas que si alçasen v baxasen un palo."

"Maria de Çocaya, de hedad de 80 años, dize que daua de comer a seis sapos suyos y de sus ahijados, y les açotaua y sacaua agua. Y quando estauan suficientemente açotados, le dezian que bastaua. Y dize como lleuaua el agua a los aquelarres para la echar de la olla comun, y que esta tuvo muchos a su cargo de la dicha olla y la lleuaua de su casa, y rrecogia las aguas que lleuauan todos los bruxos de sus sapos, y boluia la dicha olla con las aguas que auia rrecogido a su casa, y esto hazia todas las noches del aquelarre. Y quando tardaua en les dar de comer, le dezian: Huespeda, ¿por que no nos dais de comer? Y esta, algunas bezes les rrespondia: Cuitada de mi, que mas lo querria para mi que para vosotros. Porque algunas bezes le faltaua para ella y para los sapos."

"Maria de Çozaya, de 80 años, dize que ella y los demas bruxos biejos buscan entre dia los sapos, culebras y demas sabandijas de que se an de hazer los unguentos y poluos, en las partes lobregas que pareçen acomodadas para aberlas, y ban a las tales partes disimuladamente, como que van a leña o a otras cosas semejantes. Y alla se les aparece el demonio o algunos criados suyos, que ayudaban a esta y a los demas, y les muestran donde estan los tales animales. Y los bruxos caban en las partes donde les dizen estan y los sacan, v el demonio y los criados los encantan, de manera que, aunque sean culebras, no se menean ni hazen daño despues de encantados, y los bruxos los cogen y meten en una çestilla çerrada o talegos que lleban. Y quando los tales animales açertauan a estar metidos deuaxo de algunas piedras crecidas, los criados del demonio, aunque fuesen muy grandes y de mucho peso, las alçauan y bulcaban, porque tienen grandisima fuerça. Y quando estauan las dichas sabandijas en alguna cauernas o aberturas, los dichos criados las sacauan aparte, donde esta y sus compañeros las pudiesen cojer. Y para yr a la dicha caça de sabandijas, aunque estallan preuenidos del aquelarre, todabia se auisauan unos a otros y se salian al monte o a donde auian de hazer la caça. Y despues de auer cogido los dichos animales, las bruxas se benian a su casa con ella, con sus cestos, y los demonios se desaparecian. Y a la noche llebaban al aquelarre las dichas sabandijas, si se abian de hazerse alla los dichos unguentos, y si se auian de hazer en casas particulares, las lleuauan a ellas a la ora que se auian de hazer."

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que ocho o nueue bezes en el año, el demonio y bruxos hazian ponzoñas y unguentos en su casa y en casa de Catalina de Agramonte. Y por la mayor parte, hera luego despues de mediodia y algunas bezes a boca de noche. Y para hazer los tales unguentos en casa desta, no se tenia consideracion a si hera de dia de aquelarre u otro qualquiera, y en el aquelarre antecedente, se alisaban los que se auian de hallar presentes a hazer los dichos unguentos. Y esta y la dicha Catalina de Agramonte auian ya cogido los sapos, culebras, lagartos, lagartijas, limacos, pedos de lobo, sesos y huesos de difuntos, y los tenian en su casa al tiempo que se auian de hazer. Y se juntaua el demonio y criados, que algunas bezes llebaba, y seis o siete bruxas antiguas que nombro, y dize la orden como se hazia."

"Maria de Çozaya, de 80 años, habiendo declarado las cosas de que se hazen en el aquelarre y fuera de los polbos y ponzoñas, dize que no solamente de noche, quando hazen los daños, les asiste el demonio, pero tambien de dia, bisiblemente, les asiste en una manera de sombra y los anima y persuade a que hagan los males. Y los bruxos, de dia, acercandose a las personas a quien pretenden hazer lleuan entre los dedos, disimuladamente los polbos y se ponen hacia la parte donde corre el ayre, y los sueltan meneando la mano, como que la sacuden, para que no se eche de uer. Y el demonio encamina los tales polbos al rostro o cabeça, o otras partes de las personas a quien pretenden hazer mal, y en qualquiera parte que tocan, les causan mal o enfermedad. Y que tambien ponen los dichos polbos y ponzoñas en algunas frutas que dan a comer, con que tambien se siguen los mesmos males y daños. Y entre otros muchos que se refiere auer hecho, dize que abra diez años, en el aquelarre, pidio bengança al demonio contra una mujer llamada Martina, por cierto enojo que con ella tubo sobre una gallina. Y hauiendosele conçedido la bengança, con animo de la matar y para este hefecto, metio en una mançana por la parte del pezon, en un pequeño agujero que le hizo, un poco de la ponzoña y agua venenosa que se hazia en cierta forma que refiere, y unos pocos de los dichos polbos. Y asi emponzoñada, se la dio a la dicha Martina y la comio, y luego cayo mala y lo estubo por tiempo de dos o tres meses, y se fue secando hasta que murio. Y tiene por cierto que la dicha mançana le causo la dicha enfermedad y muerte, que se la dio con animo de la matar."

"Yten, dize que puede auer cinco años poco mas o menos, que auiendo pedido bengança en el aquelarre contra Catalina Hiera, costurera, que haze bestidos a mugeres, porque auiendole dado a hazer un sayo y dichole que le hiziese holgado, se le hizo muy apretado. Y abiendole concedido la vengança, metio en una pera un poco de la dicha agua y polbos mortiferos, por un agujero que le hizo junto al pezon. Y la dicha Catalina comio la pera y luego començo a estar mala y se fue secando, hasta que acauo de seis meses, murio."

"Yten, dize que abra quatro meses que fue una mañana a casa de Catalina de Agramonte, bruxa, y vio que en la cozina se estauan asando unos huebos para dar de almorzar a un hombre, de oficio calafate, que posaua en su casa. Y que la dicha Catalina puso en las gotillas del agua que sudauan los dichos huebos, un poco de la dicha agua y polbos, y el dicho calafate comio los huebos y luego estubo muy malo, con grandes bascas, y le socorrieron de la botica con cierta bebida, con que vomito lo que auia almorzado y desta manera se remedio aunque estuvo algunos dias malo. Y refiere otras muchas benganças hechas de dia y de noche."

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize como ella y los domas bruxos çenauan en el aquelarre pan, queso, bino y ceuolla, y quando se ofreçia ocasion de la muerte de algun bruxo, desenterraban el cuerpo y le lleuauan al aquelarre y le despedaçauan. Y parte asaban y parte coçian y parte quedaua crudo y lo cenaban, y que algunas bezes, la çena y bebida del aquelarre le rrebolbia a esta el estomago, y quando boluia a casa, lo trocaua, y otro dia lo echaua de ber en la parte donde lo auia bomitado. Y quando esto le suçedia, estaua ocho o diez dias en cama mal dispuesta.

"Maria de Çozaya, de 80 años, dize que muchas noches lleuaua a su casa la carne, pan y vino que sobraba de las cenas del aquelarre, y que banquetaua con ello a otros bruxos, y los conbidaua a comer o çenar de las dichas sobras otro dia".

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que muchas bezes el demonio yba de dia a su casa, porque biuia sola en ella y se hallaua presente quando açotaua al sapo. Y hablaua y thenia actos carnales con ella, y tambien yba a su casa algunas noches y se estaca acostado en la cama con ella, hasta que queria amaneçer y se hablauan, abraçauan y besauan."

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que, ultra de los aquelarres hordinarios, que se hazian de noche, tambien se hazian algunos de dia y solian ser una bez cada semana, cuando el demonio lo auisaua. Y entonces lleuaua consigo algunas bruxas y esta yba algunas bezes por el ayre, y otras bezes, despues de untada, se salia por la puerta principal de su casa a pie y la çerraua con llabe por fuera, y se yba con su rrueca, hilando, por disimular con las bezinas, hasta salir de la villa. Y quando se hallaua en parte que no la biese ninguno, se yba por el aire hasta llegar al aquelarre y hallaua en el al demonio, y de dia, siempre se yban a los campos de Çamalbide que estan apartados grande rato de los caminos y sendas y mançanales. Y estando en el dicho aquelarre de dia, beyian las personas que estauan trabajando en los terminos comarcanos y los oyian hablar y oyian qualquier unido, como si no estubiesen en forma de aquelarre. Y aunque algunas beçes acahesçia que pasaban por cerca del dicho prado algunas personas a sus labores y granjerias, esta y las demas bruxas las behian muy bien, aunque las que pasauan no las beyian a ellas. Y las bezes que auia lleuado rrueca por disimular boluia algunas dellas por el ayre hasta junto a la villa, y de alli se entraua en ella a pie y se yba hilando a su casa, como auia salido."

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que, teniendola presa la justicia ordinaria de la villa de Renteria, y estando en ella dudosa si confesaria o negaria que era bruxa, se le apareçio tres bezes a mediodia en diferentes dias, arrimado a una pared de la casa donde estaua, con semblante muy ayrado, y la persuadio a que no se confesase la verdad, porque si lo hazia, la quemarian. Y asi mesmo, despues, cuando vino presa a este Sancto Offiçio, estando en la Casa de la Penitencia, antes que començasen a hazer su confesion, se le aparecio, persuadiendola lo mismo."

"Petri del Espinar, de 70 años, hauiendosele preguntado en el discurso de su confesion, si estando en la cama un marido que no es bruxo con su muger bruxa, ambos despiertos, si se podia la tal muger yr al aquelarre sin que su marido la echase menos, dixo que aunque el marido estubiese despierto, se podia muy bien la muger yr al aquelarre, sin que el la sintiese y echase menos, porque muy sutilmente se pondria en su lugar un demonio en su propia figura, que suple por la muger en todas las cosas. Y es cuerpo que se dexa tocar y palpar, y sus maridos tienen actos carnales con el tal demonio, que esta su puesto en el lugar de su muger, de la misma manera que si ella propia estubiera alli. Y el demonio rresponde y habla por ella a proposito en todo lo que es menester, para que no se entienda que falta de alli. Y estando diziendo esto, el dicho Petri del Espinar se afligio mucho, y poniendo las manos juntas, lloraua con mucho sentimiento. Y animandole para que dixese verdad, dixo que al tiempo que este fue preso y traido a esta Ynquisicion, Maria de Çozaya, su muger, hauiendo entendido que este hera bruxo y lo que avia pasado çerca de lo que tiene rreferido, lloraua amargamente y se afligia, diziendo a este: ¿Que es posible, mal hombre, que me hayais hecho tanto agravio, que pensando yo estaua de noche con bos en la cama, y creyendo que con bos tomaua mis plazeres, los tomase con el demonio? Y que dezia muchas lastimas y sentimientos simpre que se acordaua que hauia dormido con el demonio, y que auia thenido tratos carnales con ella. Y que es asi que, quando este se yba al aquelarre, se ponia en su lugar en la cama y en figura de este, y estaua alli hasta que bolbia y entonces le solia dezir las cosas que auian pasado y como auia thenido actos carnales con su muger. Y que acordandose del agrauio que en esto le hauia hecho, le hauia benido aquel sentimiento y lagrimas, porque hera tan honrrada que no mereçia que se le ubiese hecho tal agrauio. Este bruxo dize en su confesion, que siempre yba al aquelarre antes que se dormir, y algunas bezes, antes de se acostar y aguardaua a que la muger se acostase y durmiese."

"Maria de Çozaya, de hedad de 80 años, dize que siempre que yba al aquelarre, quedaua en su lugar un demonio en figura y cuerpo como el suyo en la cama, y estaua alli hasta que boluia. Y que auia tres o quatro años, que biniendo esta una noche del aquelarre, al tiempo que queria entrar en la cama, la dicha figura que auia quedado en su lugar, le dixo que mientras estauan en el aquelarre, hauia llamado una muger a la puerta y que le auia rrespondido y preguntado a la dicha muger que queria. Y la muger le dixo que buscaua huebos y que le auia rrespondido que no los thenia, y que ella le dixo a la dicha figura: Si estubiera aqui, yo se los diera, que ay los tengo. Y por esta rrazon no la an echado menos quando esta, en los aquelarres, yba y benia dellos. Esta muger confiesa que jamas fue a los aquelarres antes de se dormir y que las mas bezes, se yba antes de se acostar."

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"El demonio y los bruxos, en el aquelarre y fuera del, con mucha instancia persuaden a los que pretenden confesar y declarar, como son bruxos, que no lo hagan. Y a los que an hecho sus confesiones ante los ynquisidores o comisarios del Sancto Offiçio y otras justicias, los persuaden a que las reboquen y buelban a dezir que no son bruxos. Y que a los que declararon por bruxos les lebantaron falso testimonio, amenazandolos y haziendo muchos malos tratamientos a los que no se quieren retratar. Y es cosa clara y manifiesta, que pues los amonestan que nieguen y no confiesen sus culpas y las agenas, es porque las tienen y temen ser descubiertos y castigados por ellas, que si esto no fuera cierto, no hizieran tanta instançia ni diligençias. Y es precisamente neçesario atajar la grande ynsolençia que sobresto pasa, porque los confitentes andan abatidos y aniquilados, y los negatibos, se animan a perseuerar en sus maldades."

Ref. Idoate: Un documento de la Inquisición sobre brujería en Navarra, Pamplona, 1972, 28 y 29.