Monarchie et Noblesse

Zita de Borbón Parma

Última emperatriz del Imperio austro-húngaro nacida en Villa Pianore, cerca de Viareggio (Italia, en Toscana) en 1892. Muere en 1989.

Hija de Roberto I de Borbón Parma, último duque reinante de Parma y Plasencia, y de María Antonia de Portugal. Casó con el heredero al trono imperial Carlos de Habsburgo en 1911, siendo coronado Carlos I Emperador de Austria el 21 de noviembre de 1916 y el 30 de diciembre rey apostólico de Hungría con el nombre de Carlos V. Tras la I Guerra Mundial y la caída del Imperio abandonan en 1919 Zita y su esposo el trono y se exilian, primero en Suiza, después en Madeira (Portugal) donde Carlos, confinado por el Consejo Aliado, murió el 1 de abril de 1922.

La emperatriz Zita, con sus siete hijos, fue invitada entonces a vivir en España por el rey Alfonso XIII. Un barco enviado por el rey los trasladó a la península y luego a El Pardo. A continuación, vivió donde lo había hecho la reina Isabel II, en el palacio de Uribarren de Lekeitio (Bizkaia), propiedad del conde de Torregrosa -actual hotel Emperatriz Zita-, que fue adquirido mediante suscripción efectuada en el País Vasco y colaboración real. La llegada fue en agosto de 1922. El 18 de agosto de 1922 la Archiduquesa María Teresa y los hijos de la ex Emperatriz Zita llegaron a Lekeitio a las cinco y media de la tarde, acompañados por el marqués de Arriluce de Ibarra, Juan Tomas Gandarias, y el alcalde de Portugalete, el señor Otaduy, donde fueron recibidos con entusiasmo por el pueblo de Lekeitio y sus autoridades. El 21 de agosto de 1922 el Alcalde de Lekeitio obsequió con un té a la archiduquesa María Teresa y a sus nietos en la vecina anteiglesia de Mendexa, a la que asistieron también como invitados, el Alcalde de Mendexa, don Carlos Lozano Adan de Yarza y el cura párroco. El 22 de agosto de 1922, a las nueve de la mañana, entró en Dos-Caminos el tren que condujo a Bilbao a la ex Emperatriz Zita; desde allí se encaminó a Lekeitio donde le esperaba una multitud a las once de la mañana. En 1929 la familia se trasladó a Bélgica, a un castillo a quince kilómetros de Bruselas y en 1950 Zita ingresó en un convento de clausura. El entierro de la ex-emperatriz en 1989 fue un acto fúnebre solemne y fantasmal de toda la realeza europea de finales del siglo XX. Viena resucitó la capitalidad del Imperio: 400.000 visitantes, 600 periodistas, 64 archiduques y archiduquesas rigurosamente vestidos de negro, e infinidad de invitados procedentes de los antiguos dominios del Imperio acompañaban los restos de la antigua Emperatriz de Austria y Reina de Hungría. Los hijos de Zita se criaron así en Lekeitio, llegando a saber algo de euskera. El heredero, su hijo el archiduque Otto de Habsburgo, era un adolescente cuando llegó a la villa vizcaína. Recibió en Lekeitio la educación secundaria y la universitaria en Lovaina. Aunque nunca renunció a su calidad de heredero del Imperio, en 1979 fue elegido eurodiputado del Parlamento Europeo.