Parroquia de San Esteban, protogótica, lo que se aprecia en la planta de nave única alargada por 6 tramos de diferente amplitud y cabecera recta. Cubierta de bóveda de cañón apuntado. En el s. XVI, se añaden dos capillas laterales inmediatas al presbiterio, que dan como resultado una planta de cruz latina y el coro. Ambos son trazados junto con la sacristía por Juan de Villarreal y realizado por Juanes de Gainza. Por el muro de la Epístola se abre la portada de s. XIV de gran arco apuntado y abocinada por ocho arquivoltas de abundante molduración apeadas en baquetones con capiteles de hojarasca entre los que se representan diversas figuras. Está protegida por un pórtico barroco irregular que tiene una portada manierista en un lateral. A los pies, la primitiva torre culminada en espadaña barroca. La retablística es del s. XVI pero de diferente concepción, pues mientras en los laterales, de Pedro de Gaviria, predomina lo arquitectónico, aún con algún recuerdo plateresco, el retablo principal es plenamente plateresco, obra de Miguel Marsal de la Gullada y Joan de Landa y por tanto más decorativo. Traza, con banco, tres cuerpos con 5 calles, llevandola central hornacinas con veneras para las tallas y el resto compuesto por cajas culminadas en frisos, que albergan un rico repertorio iconográfico pintado sobre tabla con temática de la vida de San Esteban e infancia de Cristo. Estilísticamente reflejan un estilo lineal italianizante y rico colorido a base de rojos intensos, verdes y amarillos. Las imágenes son de ruda talla y el titular posee rasgos goticistas en la vestimenta y facciones. Entre los soportes utilizados alternan los balaustres y las columnas de orden compuesto. Remata en ático reducido a tres calles separadas por balaustres que culmina en frontón recto. Piezas de distintas épocas y estilos, componen el capítulo de orfebrería. De entre ellas la más antigua es una cruz procesional de plata parcialmente dorada y rico estilo plateresco de hacia 1560 realizado por Alonso de Montenegro y Andrés de Soria. Traza de templete hexagonal articulado por columnillas corintias, sobre el que apea una cruz de crucero circular y brazos planos abalaustrados contorneados con crestería calada rematando en los extremos con perillones y tornapuntas. Se completa la decoración con un rico repertorio iconográfico en los medallones circulares aludiendo a la Pasión de Cristo, que aparece muerto en el medallón central. En la Ermita de Nuestra Señora del Camino de origen medieval, preside el retablo principal moderno, la Virgen titular, imagen del s. XV. Otra sencilla ermita rural, es la de San Cristóbal que conserva una pila del XVI. La casa parroquial corresponde a un edificio del s. XVI de dos cuerpos de sillería y ático de sillarejo, terminando en alero de madera sobre ménsulas. En el piso inferior, gran portalón de medio punto con fuerte dovelaje con escudo de piedra cuartelado en aspa por las llaves de San Pedro en la clave. Se pasa al cuerpo superior por una cornisa con decoración de espirales en la que se apoyan tres vanos adintelados; en uno de ellos luce un pequeño escudo con corazón atravesado por flecha. En el interior, un pilar poligonal y un pequeño escudo del s. XVI con el anagrama de Cristo sobre dos rosetas y aspa, restos de la primitiva construcción. Detrás de la iglesia, se observa un escudo del s. XIX timbrado por Yelmo. En un patio de la calle Mayor se conservan restos del s. XVI, consistentes en un gran arco de medio punto y un pequeño escudo. De la misma época es otro edificio de sillería de dos cuerpos y ático, con gran portalón de medio punto con escudo cuartelado por la cruz de Calatrava. Crucero de término, renacentista, mandado erigir por Juan de Orbe en 1580. (Ref. C. M. N., M. de Estella).
VILLANUEVA DE YERRI
Parroquia de San Esteban, protogótica, lo que se aprecia en la planta de nave única alargada por 6 tramos de diferente amplitud y cabecera recta. Cubierta de bóveda de cañón apuntado. En el s. XVI, se añaden dos capillas laterales inmediatas al presbiterio, que dan como resultado una planta de cruz latina y el coro. Ambos son trazados junto con la sacristía por Juan de Villarreal y realizado por Juanes de Gainza. Por el muro de la Epístola se abre la portada de s. XIV de gran arco apuntado y abocinada por ocho arquivoltas de abundante molduración apeadas en baquetones con capiteles de hojarasca entre los que se representan diversas figuras. Está protegida por un pórtico barroco irregular que tiene una portada manierista en un lateral. A los pies, la primitiva torre culminada en espadaña barroca. La retablística es del s. XVI pero de diferente concepción, pues mientras en los laterales, de Pedro de Gaviria, predomina lo arquitectónico, aún con algún recuerdo plateresco, el retablo principal es plenamente plateresco, obra de Miguel Marsal de la Gullada y Joan de Landa y por tanto más decorativo. Traza, con banco, tres cuerpos con 5 calles, llevandola central hornacinas con veneras para las tallas y el resto compuesto por cajas culminadas en frisos, que albergan un rico repertorio iconográfico pintado sobre tabla con temática de la vida de San Esteban e infancia de Cristo. Estilísticamente reflejan un estilo lineal italianizante y rico colorido a base de rojos intensos, verdes y amarillos. Las imágenes son de ruda talla y el titular posee rasgos goticistas en la vestimenta y facciones. Entre los soportes utilizados alternan los balaustres y las columnas de orden compuesto. Remata en ático reducido a tres calles separadas por balaustres que culmina en frontón recto. Piezas de distintas épocas y estilos, componen el capítulo de orfebrería. De entre ellas la más antigua es una cruz procesional de plata parcialmente dorada y rico estilo plateresco de hacia 1560 realizado por Alonso de Montenegro y Andrés de Soria. Traza de templete hexagonal articulado por columnillas corintias, sobre el que apea una cruz de crucero circular y brazos planos abalaustrados contorneados con crestería calada rematando en los extremos con perillones y tornapuntas. Se completa la decoración con un rico repertorio iconográfico en los medallones circulares aludiendo a la Pasión de Cristo, que aparece muerto en el medallón central. En la Ermita de Nuestra Señora del Camino de origen medieval, preside el retablo principal moderno, la Virgen titular, imagen del s. XV. Otra sencilla ermita rural, es la de San Cristóbal que conserva una pila del XVI. La casa parroquial corresponde a un edificio del s. XVI de dos cuerpos de sillería y ático de sillarejo, terminando en alero de madera sobre ménsulas. En el piso inferior, gran portalón de medio punto con fuerte dovelaje con escudo de piedra cuartelado en aspa por las llaves de San Pedro en la clave. Se pasa al cuerpo superior por una cornisa con decoración de espirales en la que se apoyan tres vanos adintelados; en uno de ellos luce un pequeño escudo con corazón atravesado por flecha. En el interior, un pilar poligonal y un pequeño escudo del s. XVI con el anagrama de Cristo sobre dos rosetas y aspa, restos de la primitiva construcción. Detrás de la iglesia, se observa un escudo del s. XIX timbrado por Yelmo. En un patio de la calle Mayor se conservan restos del s. XVI, consistentes en un gran arco de medio punto y un pequeño escudo. De la misma época es otro edificio de sillería de dos cuerpos y ático, con gran portalón de medio punto con escudo cuartelado por la cruz de Calatrava. Crucero de término, renacentista, mandado erigir por Juan de Orbe en 1580. (Ref. C. M. N., M. de Estella).