Sociedad popular donostiarra, veterana en su género en toda Euskal Herria, fundada tras la desaparición de "La Fraternal" con motivo de un incendio que destruyó su domicilio social. Por eso puede considerarse a la Unión Artesana como heredada de aquélla. La reunión fundacional de la nueva entidad se celebró el día 14 de mayo de 1870 en el piso bajo de la casa n.º 10 de la calle de la Trinidad que desde 1877 se llamó del "31 de Agosto". A esta reunión asistieron 79 futuros socios.
La nueva sociedad se instaló en la plazuela de Lasala n.º 2, siendo su primer Presidente José María Iturrioz, propietario del primer establecimiento de fotografía que hubo en Donostia, hacia 1858. Los demás miembros de la Junta Directiva fueron: Vicepresidente, José Aramburu; Secretario, Felipe Esnaola; Vocales, José Arcos, Luciano Alberdi, Félix Macazaga, Agustín Múgica y Fermín Echeveste. La Unión Artesana celebró sus bodas de platino de 1945 bajo la presidencia de Angel Eizaguirre. Adquirió la Sociedad en 1871 un piano que pasó a ser el eje musical de los festejos y reuniones de los socios. En la noche del 17 de febrero de 1879 un gran incendio destruyó el edificio social salvándose únicamente el piano y los libros.
Después de un domicilio provisional volvió a trasladarse a su primitivo local el 7 de diciembre de 1879. En 1919 se derribó el edificio de la plazuela de Lasala trasladando su domicilio a la calle Soraluce. Unión Artesana pasó en 1918 una crisis económica que la salvó con su gestión y perseverancia el nuevo presidente Enrique Pérez Egea. Casildo Tellechea, sucesor en el cargo, fundó el Ropero de los pobres repartiéndose en el primer año 170 lotes de ropa. Desde su fundación en 1923 hasta su disolución en 1935 se socorrió a 6.065 familias con un total de 37.566 prendas. Por acción benéfica le otorgó el Ayuntamiento la Medalla de Oro de la Ciudad, entregada solemnemente en 1926. La Unión Artesana organizó el Carnaval más famoso de que se tiene noticia, en 1887, más una Fiesta de Caridad con una recaudación de 1.716 pesetas.
El 15 de febrero de 1885 y en colaboración con la nueva sociedad La Fraternal, organizó varios festejos a beneficio de las víctimas de las inundaciones de Andalucía y los pobres de San Sebastián. Consistieron en una corrida de toros, un baile en el circo, una comparsa de jardineros, el entierro de la sardina y la representación de la ópera vasca Pudente, de Serafín Baroja y Joaquín Santesteban. En 1892 se dieron tres funciones en el teatro Municipal. El 25 de marzo de 1894 se celebró en el circo una nueva representación de Pudente. En la segunda representación cantó la señorita Garín en el primer entreactoel Iru damatxo y en el segundo el Pasayan de Sarriegui. Unión Artesana regaló a la intérprete una pulsera de oro y brillantes.
La cabalgata del año 1900, uno de los números del variado programa de festejos de aquel Carnaval hizo época en la historia donostiarra. Los lujosos uniformes confeccionados para las bandas de música de los "Cosacos", el "Celeste Imperio", los "Mosqueteros" y la "Otomana"; las riquísimas dalmáticas de los heraldos, trabajo de D. Rogelio Gordón; los originales grupos de "lampernas", "lapas", "chipirones", "cisnes" y "ranas"; la artística carroza de la Bella Easo, la de Momo, la de la Esgrima, la monumental del "Club Cantábrico", la del gremio de "Carpinteros", la de "Albañiles y Canteros", la presentada por los "Herreros", "Litógrafos" y otros gremios agrupados, la perteneciente al ramo de "Tejidos", la originalísima que presentó "Gizartea" (Sociedad ya desaparecida, precursora de la actual del mismo nombre); el grupo de "flamencos", el de "ciclistas", el de los "Ingleses", el acorazado "Kruger", el grupo de "panaderos", etc., etc., etc..., todo ello fue presentado con un gusto exquisito y un lujo inusitado, sin reparar en su coste. Los gastos ascendieron a 63.184 pesetas, cifra entonces importantísima a la que hubo que sumar unas 50.000 más como costo de los uniformes.
A la iniciativa de Unión Artesana se unieron otras sociedades populares donostiarras. En 1904 organizó una comparsa de "Costumbres de los habitantes de la luna". En los años 1918 y 1919 interesantes veladas en las que intervinieron la tiple Carmen Juantegui, el cantante Remigio Peña y un coro femenino del Orfeón. El 23 de mayo de 1920 celebró la Sociedad sus Bodas de Oro con una tamborrada, una novillada y un banquete. Sería interminable seguir la crónica hasta nuestros días ya que lo contado hasta ahora pone de manifiesto el humor, la originalidad, la alegría festiva reinante y la camadería. Esa es la trayectoria de la más popular y decana de las sociedades populares donostiarra. Esta veterana sociedad cuenta en la actualidad (1994) con cerca de 400 socios. Permite la entrada a mujeres -aunque no en la cocina- y es la encargada de arriar la bandera el día de San Sebastián, con una tamborrada de 115 elementos. Posee una fanfarre denominada Los bebés de la bulla.