Pintor guipuzcoano, nacido en San Sebastián el 30 de julio de 1858. Muerto el 14 de julio de 1914.
Discípulo de Alejandro Ferrant en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, en 1884 forma parte de la primera promoción de pensionados de mérito en la Academia Española de Roma, junto a -entre otros- los guipuzcoanos Antonio Aramburu y José Salís. Asiste también a la Academia Chigi, trabajando acuarelas, al tiempo que prepara su primera participación en las Exposiciones nacionales de Bellas Artes. En estas primeras etapas toma contacto con el luminismo que practican Salís e Irureta; manteniendo la orientación academicista, se abre a la pintura al aire libre, alternando los alrededores donostiarras con el Retiro madrileño.
En 1890 concurre con varios lienzos, por tercera vez, tanto a la Exposición Nacional como a la del Círculo de Bellas Artes. En la Exposición Internacional de Barcelona de 1892 obtiene su primer reconocimiento con una Segunda medalla para Las sardineras, cuadro que viajará a Chicago y Puerto Rico y le proporcionará fama. Se manifiesta aquí -como antes en Una perra al agua, de 1888- una preocupación temática por el costumbrismo y por lo vasco que es una constante en su trayectoria. Otra característica de su arte será el tema social. Ambos aspectos se reflejan en las dos obras premiadas en la Nacional de 1895, Un amaiketako en Ondarroa y La casa de Misericordia, cuadro este último que tuvo eco y fue expuesto, junto con diversos paisajes, al año siguiente en el donostiarra palacio de Bellas Artes.
Entre 1896 y 1898 presenta sus trabajos en las muestras del Círculo de Bellas Artes o las Fiestas Vascas de San Juan de Luz de 1897. Ya en esta época concede la mayor importancia a la luz, interesándose por la adecuación lumínica y los tonos atmosféricos del paisaje vasco, en un estilo que la crítica clasificará como realismo lírico. Diversas estancias en París reflejarán influencias de los pre-impresionistas en cuadros como La Zurriola desde Cemoriya. También se interesa en esta época en la pintura decorativa y el mural; en 1901 pinta la escalera del donostiarra Club Cantábrico. Este mismo año presenta a la Exposición de Arte Moderno de Bilbao 11 cuadros, entre los cuales Altos Hornos, En Olaveaga, La Galea, y varias escenas portuarias de Santurtzi, de donde procedía su mujer y tenía abierto estudio.
Entre 1899 y 1902, en que se instalará definitivamente en San Sebastián, ejerce de profesor en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Durante este período madrileño elabora temas costumbristas españoles como Gitanas, Manolas, Floristas madrileñas o Lagarteranas.
De vuelta en su ciudad natal, abre estudio en la calle Hernani, frente a Alderdi Eder; allí será frecuentado por Salís, Aramburu, Rogelio Gordon, Villegas, Benlliure y por el, en muchos aspectos, su maestro, Joaquín Sorolla. Proliferan estos años los paisajes y los retratos, destacando los de la Reina María Cristina o el de Juan Miguel Orcolaga. En 1905 realiza el mural Coronación de la Virgen para la parroquia de Azkoitia. Su obra cumbre como muralista serán los techos y plafond central del donostiarra Teatro Victoria Eugenia, realizados entre 1911 y 1912 por encargo del arquitecto, Urcola.
En 1913 presenta obra a la muestra celebrada en Tolosa con motivo de las Fiestas Euskaras y 12 lienzos a la Exposición Regional de Pintura y Escultura de San Sebastián. El mismo año gana el primer premio Easo en el certamen que tuvo lugar con motivo del Centenario de la quema y reconstrucción de la capital guipuzcoana, con el cuadro Asalto de San Sebastián por las tropas anglo-portuguesas...
Tras su muerte fue presentada su obra en la exposición celebrada en Oñati con motivo del I Congreso de Estudios Vascos (1918). En 1975 se realizó en el Museo de San Telmo de Donostia una antológica de Ugarte; igualmente figuraron sus cuadros en las exposiciones La Pintura Vasca (México, 1982), Ugarte (retrospectiva, 1983), San Sebastián (commemorativa del 175 aniversario del incendio de la ciudad) o Sorolla en Gipuzkoa (Donostia, 1992).
Principal representante del luminismo, fue pintor de caballete y de estudio y heredero de la pintura romántica, apreciándose en su obra diversos resabios decimonónicos. Poseen obra de Ugarte, además de los museos de Donostia y Bilbao, y numerosas colecciones privadas vascas, museos de Nueva York, Roma, Buenos Aires o Londres.