Écrivains

Sota Aburto, Manuel de la

Txanka.

Hombre de letras y promotor cultural vizcaíno, nacido el 29 de julio de 1897 en Getxo (Las Arenas). Fallece a los 82 años en Getxo el 16 de diciembre de 1979.

Poco orientado hacia los negocios familiares, estudió Derecho en Salamanca y Cambridge, impartiendo en esta última Universidad varios años de docencia. De regreso a Vizcaya, milita en el nacionalismo vasco, no dudando en quedarse en la facción más independentista -PNV de Aberri- al acaecer la división del nacionalismo vasco en 1921.

De acuerdo con la división de la actividad en grupos sectoriales, Manu Sota desarrolló sus singulares aptitudes creativas impulsando, junto con Eli Gallastegui y el pintor José María Ucelay, la labor teatral propagandística de la organización. Bajo su dirección se representan obras suyas o adaptaciones de diversos autores -Libe de Arana Goiri, Pedro Mari de Campión- que muchas veces hace verter al euskara para su representación. Así estrena sus Un baile en la Bilbaína en 1860, Pedro Ignacio, Itxaso izarra, etc. En cuanto a su producción en euskara, la realizó ayudado por su maestro de esta lengua, el poeta "Lauaxeta", o simplemente traducido por José de Altuna o por Paul Guilsou (el caso de Bihotz apala ). También cultivó la poesía con piezas como Tis-tas eta din-dan o Mitxeleta abeslariak.

Sus ideas políticas no le hicieron, sin embargo, ignorar el importante movimiento literario que se desarrollaba en España en aquella época (generación del 27) y sus colaboraciones, junto con las de Ucelay, pueden verse en la Revista de Occidente, La Gaceta Literaria, Litoral, etc. Consagra entonces en la prensa vasca su pseudónimo "Txanka". Su apego a las ideas y estética modernista se manifiesta también en su afición al montañismo y es desde 1928 a 1930 director de la revista Pyrenaica. Ello, y su calidad de presidente del Athletic de Bilbao, le valieron ser designado en 1932 vocal de Deportes en la Junta Permanente de la Sociedad de Estudios Vascos, cargo en el que se mantuvo hasta 1936. Por otra parte, su amistad con Eli Gallastegui determinó que siguiera a éste en su orientación nacionalista impulsora del movimiento Mendigoizale, pese a lo cual siempre colaboró con José Antonio de Aguirre, futuro lendakari.

En 1937 se exilia y comienza a desarrollar una intensa labor propagandística representando al Gobierno Vasco en la gira iniciada en abril del equipo de fútbol "Euzkadi" por el mundo y en la tourné del grupo Eresoinka desde diciembre, siendo autor de la composición y argumento del cuadro Akerlanda. En 1940 le vemos en la delegación del Gobierno Vasco de Nueva York, donde colaboró hasta 1946 en que, acabada la guerra mundial, regresa a su casa "Etchepherdia" de Biarritz. Fruto de su estancia es su Yanki hirsutus, conversaciones sin importancia sobre los habitantes del nuevo mundo anglosajón. En Laburdi, donde residiría junto con su hermano Ramón hasta su muerte, se dedicó de lleno a los estudios vascos. Fue uno de los organizadores del Congreso de Estudios Vascos de Biarritz (1948). También fue nombrado académico de la reconstruida Euskaltzaindia de la postguerra. Constituyó una importante biblioteca que posteriormente donó, junto con otros muchos objetos (grabados, aguafuertes, dibujos, mapas, etc.) al Museo Vasco de Bayona.