Noms de famille

SOPELANA

Apellido vasco procedente del antiguo linaje y solar en la anteiglesia de su nombre (Bizkaia).
Problemática. Contiene los prefijos «so» y «pe», castellano y vasco con significación de «debajo de». Ver LANA (1).
De rojo, dos llaves de oro puestas en aspa y acompañadas de cuatro panelas de oro. una en cada hueco.
Linaje vizcaíno. El primero en establecerse en esta localidad, como podemos leer en las Bienandanzas e Fortunas de Lope García de Salazar, fue Lope Martinez de Ondazarros de Salsedo, del linaje de Marroquines de Salsedo, que casó con una hermana bastarda de Gonzalo Gómes de Butrón, el Viejo, y le dieron el Monasterio de Sopelana. Dejó heredero de sus bienes y nombre a su hijo Gonzalo de Sopelana, que hizo la Torre de Sopelana. Se casó en Martierto, donde nacieron sus hijos Furiño de Sopelana, y otros. Este Furiño casó con la hija bastarda de Gómes Gonzáles de Butrón de la que nacieron los descendientes de aquel solar. La que fundó la segunda casa-torre de Sopelana reseña Labayru, fue una viuda llamada andra Mari Ochoa, a la cual los papeles de la casa atribuyen no sólo el traslado de la parroquial desde Arriendragoitia, en donde se hallaba emplazada, al encinar donde se edificó la nueva, sino también el trasplantamiento del antiguo solar de Sopelana, llamado Jaureguizarra, en donde ella levantó su casa de nueva erección. Esta señora fue viuda de Martín González de Sopelana, caballero de Santiago, de quien tuvo un hijo y una hija. El primero feneció en el real servicio y la segunda casó en el antiguo solar de Manene y tuvo a Fortún García de Manene y Sopelana, y éste es el patrono de 1400 de que he hecho mención arriba. Los señores de Sopelana fueron primitivamente los de la casa de Manene, que por haber quedado en hembra vino a enlazarse con ella Lope Martínez de Ondazarros, de quien tomaron las cuatro panelas por proceder éste de los Marroquines de Salcedo. De este matrimonio nació un varón que casó con una hija bastarda de Gonzalo Gómez de Butrón, el Viejo, y de este connubio vino Gonzalo de Sopelana, el cual edificó la casa-torre primitiva de este apellido y casó con una hija de la hidalga casa de Martiartu, y tuvieron a Fortuño o Fortún de Sopelana, quien a su tiempo contrajo nupcias con hembra de otro Gómez González de Butrón, nieto del primero de este nombre que he mencionado ya. En 1400 se celebró un arbitraje entre el patrono de San Pedro de Sopelana y su clerecía. Era aquel Fortún García de Manene y nombró juez árbitro a su yerno Ochoa Pérez de Arrionaga; y el arcipreste de Uribe, Ochoa Martínez de Goitio, por comisión del prelado de Calahorra, escogió a D. Sancho López de Gana, beneficiado de Plencia y a Iñigo Sánchez de Hormaza, quienes concordaron las diferencias y quedaron reconocidos por beneficiados de la anteiglesia. Pero abad de Olaza y Martín abad de Otaza o Artaza, y al patrono el derecho de presentación y nombramiento de sacristán con otras gracias que desde antiguo disfrutaba. Ref. Estanislao Jaime de Labayru