Quartiers

SAINT-ÉTIENNE

Barrio de Bayona (Lab.). Situado en el extremo NO. del término, está delimitado por la avenida del 14 de Abril.
Iglesia parcialmente románica. En su interior se conserva una talla de la virgen, anterior al siglo XVI, desde 1866, proveniente de la abadía de Saint-Bernard; y los lienzos El Despertar del Niño Jesús, del pintor Coypel (s. XVIII) y el Martirio de Saint-Etienne. Cementerio israelí, con lápidas fechadas desde el siglo XVII. Palacio de Caradoc, construido en 1857 según los planos del arquitecto Albano, por orden del general Lord Howden (Marqués de Caradoc.)
Este barrio aparece en los títulos antiguos como una parroquia dotada con el pintoresco nombre de Saint Etienne d'Arribe-Labourt. La encontramos ya citada en 1149, en el cartulario de Bayona con el nombre de «Sanctus Stephanus de Ripalaburdi» y este nombre, que le viene del resto de Laburdi situado al otro lado del Adour, fue cambiado en 1793, por el de «Gran Reducto». El 13 de diciembre de 1564, se hizo un contrato de venta con condición de poder volver a comprarla en el plazo de diez años, de la señoría de Saint-Etienne d'Arribe-Laboun y del burgo de Saint-Esprit, en favor de los alcaldes y jurados de Bayona. Fueron vendidos por una suma de 500 libras y una onza de ámbar gris. Quizá, contentándose con una suma tan módica, el rey de Navarra quería atraerse la ciudad de Bayona a sus intereses. Sea como sea, es a partir de esta época cuando vemos a los alcaldes y regidores de Bayona tomar el título de barón alto, medio y bajo justiciero de Saint-Esprit-d'Arribe La bourt. Prestaban homenaje al duque de Bouillon, como duque d'Albret, y a cambio la comunidad de Saint-Etienne debía a la ciudad un derecho señorial de 30 libras y un par de capones. Los únicos monumentos de Saint-Etienne son la antigua iglesia, sus dos cementerios y el edículo conmemorativo del bloqueo de 1814. Entre las propiedades modernas que se encuentran subiendo por el lado de Saint-Etienne tenemos principalmente: Guichat, Ayherre, Lana y Matras. Esta última formaba el punto de bifurcación de las dos rutas de Toulouse y de Burdeos. Y allí estaban colocadas las horcas patibularias durante el Ancien Régime. El cementerio de Saint-Etienne está al borde de la carretera de Toulouse y se extiende más de 150 m. a lo largo de ella, mientras que la muralla del cementerio israelita bordea el lado opuesto de la carretera. Entre estos dos cementerios, y casi enfrente de la iglesia, tuvo lugar la acción más sangrienta del bloqueo de 1814. Por el otro lado y en el punto de intersección de los dos caminos, se levantaba una casa que era al mismo tiempo albergue y que llevaba en otra época la siguiente inscripción: «En la despedida de amigos, no se dice adiós sin beber». El cementerio del barrio de Saint-Etienne fue el escenario en que se desarrolló la parte más terrible de la sangrienta salida del 14 de abril de 1814, pero no guardó apenas las huellas de esta carnicería. Como casi todos los cementerios vascos que rodean las iglesias estaba sombreado, a principios de siglo, por hermosos árboles y esmaltado de jardines cuidados con esmero, adornados con flores de vivos colores. Aunque muy antiguo, no había en él tumbas de épocas muy remotas y no presentaba ese lúgubre aspecto de los cementerios de las grandes ciudades, como el de Bayona. Una pequeña y blanca iglesia se elevaba a la izquierda mientras la masa violácea de los Pirineos se erguía en el horizonte. Ref. Edouard Duceré: Dictionnaire historique de Bayonne, 2 vols, Bayonne, 1911-1915.