Lexique

PLATERÍA

Bizkaia. Aunque la pieza más antigua en Vizcaya, relacionada de alguna manera con los metales, pudiera ser el jarrito de bronce depositado en el Museo Histórico y Etnográfico de Bilbao (s. VIII), daremos mayor relevancia a otras más propiamente ceñidas al ámbito de la platería, y a ser posible citando a sus autores concretos, como el maestro Pedro que marca el hostiario de Zalla y su contemporáneo Pedro García (o Garay) con sus copones de Plencia y San Agustín de Echevarria (ss. XV-XVI). Entre los ss. XVI y XVII aparece el autor de tres extraordinarios jarros, de los llamados de pico (los platos sobre los que se posarían, de momento están perdidos), P. Muguruza, uno se localizó en Londres (hoy en colección madrileña), otro en San Sebastián y el tercero en París, lo que da exacta idea de la transhumancia de estas magníficas obras civiles y del aprecio que por ellas sienten muy diferentes amantes del coleccionismo. P. Pila sella la magnífica cruz parroquial de Santa María de Busturia y M. Olarte el copón con esmaltes de la Catedral de Santiago. De la misma Catedral es la custodia mayor, sin marcaje pero con conocido autor, Mariano de Garín. Con sólo la marca de localidad México, mediados del s. XVII, es la espléndida custodia de Santa María de Busturia donada por D. José Apraiz desde México. Sin ninguna marca aparece otra custodia con esmaltes, depositada en la Iglesia de Gordejuela. Martín de Arrieta, Juan García de Calabria, Pedro Carranza trabajaron junto a vitorianos y guipuzcoanos del Valle del Deva, Mondragón, Vergara, Deva, Motrico (pertenecientes a la diócesis de Calahorra). De la mitad de este s. XVII, conocemos a Matías Villar y Celedón Usparicha. Como en otras áreas, las grandes obras del s. XVII, cruces parroquiales y custodias remiten en el s. XVIII, José Asteiza, Pascual Elorriaga, Bartolomé Urquijo, los Eguiarte, Miguel Garay, del que hay un espléndido farol en la Iglesia de San Antón de Bilbao, o los cálices mexicanos de Irazagorría, Sodupe y Zalla. En el s. XIX, la tipología es cada vez más acusadamente civil y laica, acusando una paulatina pobreza tras las recogidas de la plata en las guerras de la Convención, Independencia y las tres civiles carlistas, que con la de 1936 destruyen, funden o desparraman numerosas preseas de nuestro patrimonio. Plateros como Loizaga, Acha, Lecea, Uralde, Monge, serán los que construyan las numerosas escribanías, bandejas, candeleros, cuberterías y demás objetos burgueses de uso cotidiano, con los que la sociedad bilbaína colmará sus aficiones y necesidades, a la vez que un espíritu cosmopolita extenderá sus gustos y pedidos a otras áreas nacionales y extranjeras, con una marcada inclinación inglesa.

Alejandro FERNÁNDEZ ARANDIA
Rafael MUNOA ROIZ
J. RABASCO