Militaires

Piñerua, Rosendo

Teniente coronel del Ejército republicano español y jefe del batallón de Infantería de Marina (Batallón Vasco) de las Fuerzas Francesas Libres durante la II Guerra Mundial, muerto en Colombia en 1947.

Durante la guerra civil combatió al lado del Gobierno de la República. Tomó parte en la toma de Belchite, dirigiendo los duros combates que tuvieron lugar en el cementerio de dicha villa. Participó también en la ofensiva republicana sobre Zaragoza y el final de la guerra le sorprendió al mando de una división en el frente de Madrid.

Al terminar la guerra civil se dirigió a Inglaterra y en el año 41 ingresó en las FFL, como voluntario para mandar el batallón vasco, que se formó allí. Circunstancias sobre todo políticas, obligaron más tarde a la disolución de esta Unidad, pero durante el tiempo en que ejerció el mando dio pruebas sobradas de su capacidad y talento militar. Fue encargado de la organización de diferentes maniobras tácticas, logrando una citación del general aliado del Sector de Camberley, por las disposiciones defensivas adoptadas, en lucha teórica contra la Academia de Infantería británica, la célebre Escuela de Aldershot. Disuelta la Unidad Vasca, ocupó diversos cargos administrativos y más tarde fue nombrado comandante del torpedero "Le Bouclier", interviniendo eficazmente en la defensa antiaérea de la base naval de Plymouth. Más tarde, resentido de las heridas sufridas en la guerra civil, hubo de reducir sus actividades militares, y fue destinado en calidad de comandante al grupo de la Reserva Naval, anclado en la bahía de West Hartlepool.

Durante su permanencia en las Fuerzas Navales Francesas fue distinguido varias veces. Como reconocimiento de sus servicios fue condecorado con la Legión de Honor. Al concluirse la guerra en Europa, fue designado observador por la Marina francesa, y por ello tomó parte en los trabajos de la Comisión Internacional que se desplazó a Grecia para presenciar el resultado del plebiscito que sirvió para la restauración de la monarquía. Durante su permanencia en el servicio militar, como profesional, había servido varios años en la guarnición de Gasteiz, y su carácter simpático le permitió adquirir numerosas amistades y carta de naturaleza en nuestro país.