Peintres

Olarte Arnaiz, Ángel

Pintor contemporáneo. Nace en Vitoria el 2 de octubre de 1897. Muere en la misma ciudad el 18 de agosto de 1924, a la edad de 26 años.

Es hijo de Teodoro Olarte Aizpuru, industrial, copropietario de la Panificadora Vitoriana de la calle Francia, además de, entre otros cargos políticos, y Presidente de la Diputación Foral de Álava durante la II República. Pertenece Ángel Olarte al elenco de pintores nativos que comienza a sobresalir durante el primer cuarto del siglo XX, pero cuyos trabajos, por diferentes razones, apenas trascendieron a la opinión pública.

Integran este colectivo, para algunos una especie de "generación perdida o malograda en el arte alavés", además del propio Ángel Olarte, Ezequiel Carreras, Saturnino Ortiz de Urbina y Obdulio López de Uralde. Artistas, los cuatro, que intentaron labrarse un porvenir en Madrid por las mismas fechas, compartiendo aventuras en los inicios de sus respectivas trayectorias. A todos ellos se les llegó a conocer con el cariñoso apelativo de "Los Tres Mosqueteros". Apunta Sáenz de Ugarte que en Madrid el joven Olarte mantuvo un estudio abierto con el pintor bilbaíno Juan de Echevarría.

Antes de marcharse a la capital madrileña, había asistido a la academia del pintor Ignacio Díaz Olano en la calle del Arca, coincidiendo también con el maestro en la Escuela de Artes y Oficios. Parece ser que a la edad de quince años disponía ya de taller propio en el Palacio de Bendaña, que compartía con el escultor riojano Daniel González. Fue amigo, igualmente, de Miguel Jimeno de Lahidalga, dos años mayor.

Tras la primera guerra mundial, apaciguados los ánimos en el continente europeo, marchó a París con la idea de enriquecer sus conocimientos artísticos. Instrucción que completó con estancias en otras grandes capitales: Roma, Florencia, Munich y Nuremberg.

Quizá el momento más estelar de su carrera tuviera lugar en el Salón de exposiciones del Ateneo de Madrid, en noviembre de 1921. Realiza entonces su única muestra individual, que se sepa hasta ahora. Exhibió un total de 24 obras, entre paisajes de París, Madrid, la campiña alavesa y un encuadre del litoral vizcaíno, concretamente del puerto de Bermeo, además de varios retratos: de Aita Donostia, del pintor argentino Ciochini y del poeta canario Perdomo, entre otras efigies.

El prestigioso crítico de arte "Juan de la Encina" nos revela que, a su juicio, la exposición de Olarte podía clasificarse en dos grupos: las obras que habían sido pintadas antes de salir al extranjero, y las que fueron ejecutadas durante y después de su permanencia en la Ciudad de la Luz. Asimismo aduce la facilidad y rapidez del vitoriano para asimilar "ciertas maneras" de la pintura actual. Lo cual, obviamente, tenía sus ventajas y sus inconvenientes. Y más en un artista que se hallaba en fase de aprendizaje, en proceso de definir un estilo, dada todavía su extremada juventud.

Una parte bastante significativa de la producción pictórica de Olarte no se ha conservado (o se ignora su actual paradero), encontrándose otra, por el contrario, bastante dispersa. El Museo de Bellas Artes de Álava ha adquirido para su colección un Paisaje y la composición Adán y Eva, pintada en Roma. En otro orden, el Museo Arocena de Méjico cuenta también con algunas obras del pintor, principalmente retratos.

Sea como fuere, a partir de su exposición madrileña, se extiende la idea de que Ángel Olarte es un artista que comienza a distanciarse de la pintura más convencional y trillada para dejarse seducir por otro tipo de planteamientos expresivos mucho más avanzados y modernos, básicamente postimpresionistas. De todos modos, a pesar de las legítimas expectativas que crea en su entorno, es un pintor malogrado por culpa de su temprano fallecimiento.

  • ENCINA, Juan de la: "Crítica de Arte. Los artistas nuevos", artículo reproducido con el título "Resonante triunfo de Ángel Olarte". La Libertad (de Vitoria), 7 de diciembre, 1921.
  • GARCÍA DÍEZ, José Antonio: La pintura en Álava, Caja Vital Kutxa, Vitoria, 1990.
  • SÁENZ DE UGARTE, José Luis: "Un pintor malogrado y olvidado, Ángel Olarte". El Periódico de Álava, 4 de febrero, 1998.